Tras la entrada de Palestina en la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Israel ya inició sus represalias.
Este martes el gobierno israelí anunció la construcción de 2 mil casas en colonias ilegales en Cisjordania y Jerusalén este.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP), por medio de su presidente Salam Fayyad, declaró que al acelerar la construcción de colonias, Israel decidió “acelerar la destrucción del proceso de paz”.
El gobierno israelí afirmó que suspenderá temporariamente la transferencia de recursos a la ANP, lo que Fayyad clasificó de “inhumano”. Todos los recursos enviados a la ANP por medio de ayudas internacionales y división de impuestos son controlados por Israel como responsable de las transferencias.
El 31 de octubre, el mismo día de la aceptación de Palestina en la Unesco, Israel demolió cinco casas de palestinos en el campamento de Khan al Ahmar, una comunidad de beduinos. Según el Comité Israelí Contra la Demolición de Casas (ICAHD, según su sigla en inglés) 71 personas fueron desalojadas, entre ellas 60 niños.
El ICAHD afirmó que desde la invasión israelí en 1967 fueron demolidas 25 mil casas de palestinos en Cisjordania, Jerusalén y la Franja de Gaza. Las demoliciones y desalojos son uno de los principales ejes de la política de limpieza étnica israelí hacia el pueblo palestino.
En un comunicado, Hamas, organización que gobierna la Franja de Gaza, hizo un llamado a la ANP para que abandone las negociaciones con Israel y forme una mesa de diálogo nacional entre todas las organizaciones con el objetivo de evaluar la actual situación.
Las negociaciones entre la ANP e Israel están paralizadas desde septiembre de este año tras la decisión del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu de seguir con los desalojos, expulsiones y demoliciones para construir colonias ilegales en Cisjordania. Desde entonces la ANP ha buscado salidas más diplomáticas, como el pedido de ingreso a la Organización de las Naciones Unidas, recientemente aprobado con por el voto de 107 países pero todavía no concretado.
La mira en Irán
Mientras tanto en Israel crece la percepción de que el gobierno quiere radicalizar el conflicto con Irán. Según informa el diario israelí Haaretz, Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa, Ehud Barak están buscando apoyo para un posible ataque militar. El objetivo serían las instalaciones de producción de tecnología nuclear iraníes.
Una fuente secreta del diario afirmó, sin embargo, que la mayor parte del gabinete de Netanyahu todavía es contraria a una acción militar en Irán. Los mayores opositores a la ofensiva militar serian los jefes de los servicios de inteligencia.
Este martes Israel realizó pruebas con misiles, lo que aumentó la desconfianza en relación el gobierno. Las autoridades afirmaron que estos ejercicios militares estaban previstos hace meses y fueron ejecutados conforme lo programado anteriormente.
Fuente: Maan News – maannews.com