El enviado especial de la ONU en Siria Kofi Annan (izquierda) junto al presidente sirio Al Assad (derecha)
A partir de este jueves comienza el cese el fuego en Siria. La propuesta del enviado de la ONU fue aceptada por Damasco pero continúan los actos de violencia de los grupos opositores armados.
En medio de una crisis que parece no tener resolución a corto o mediano plazo, comienza en Siria el cese el fuego propuesto por el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a ese país, Kofi Annan. Con esta medida se buscará encontrar una salida negociada y pacífica al conflicto interno, aunque Estados Unidos y sus aliados europeos y del Golfo Pérsico no parecen dispuestos a que el proceso llegue a su fin.
La cancillería siria confirmó que cesará “todos los enfrentamientos militares en el territorio sirio” a partir de la mañana del jueves, pero aclaró que “se reservan el derecho de responder proporcionalmente a cualquier ataque lanzado por grupos armados terroristas contra civiles, fuerzas del gobierno o propiedades privadas o públicas”.
En un comunicado emitido por la ONU se expresó que Annan continuará su trabajo con el gobierno sirio y la oposición para asegurar la completa implementación del plan de paz.
La propuesta del enviado especial contempla la apertura de un proceso político dirigido por los sirios en el que se cumplan las garantías para el acceso a Siria de ayuda humanitaria y de periodistas extranjeros, la liberación de detenidos y el respeto a la libertad de asociación y manifestación pacífica.
En el último tiempo, Annan mantuvo reuniones con la dirigencia de los opositores Consejo Nacional Sirio (CNS) y el Ejército Libre Sirio (ELS), organizaciones señaladas como receptoras de financiamiento y apoyo de Estados Unidos, Gran Bretaña, Arabia Saudita, Qatar y Turquía, entre otros.
Desde la ONU indicaron que la oposición siria se comprometió a “observar el cese de todas las formas de violencia con la retirada de las fuerzas militares de las ciudades”.
Mientras se conocían estas novedades, la agencia de noticias Sana informó que el miércoles fue asesinado el general de brigada Jamal Khaled, luego de ser blanco de un atentado en la localidad de Aqraba, en la provincia de Damasco Campo. Los atacantes también ultimaron a Juneid Hassan Al Mahmoud, soldado que acompañaba al jefe castrense.
El mes pasado, los grupos irregulares fueron responsables del asesinato de otros tres generales, mientras que un cuarto fue secuestrado.
La ONU calcula que más de 7.000 personas han muerto desde el comienzo del conflicto interno en Siria hace un año, mientras que el gobierno de Damasco asegura que las bandas armadas han asesinado a más de 3.000 civiles y agentes de seguridad.
El resto del mundo
A menos de 24 horas del cese el fuego en Siria, varios países se pronunciaron por la situación que atraviesa la nación árabe.
Desde Estados Unidos, la secretaria de Estado Hillary Clinton expresó sentirse alarmada por la “actual violencia” en territorio sirio pero hasta el momento no se ha pronunciado acerca de las denuncias que apuntan contra la administración de Barack Obama en cuanto a su injerencia en ese país.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, fue más directo en sus declaraciones y aseveró que “lo importante es recordar que juzgamos al régimen de Al Assad por sus acciones y no por sus promesas”.
Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Victoria Nuland, señaló que los ministros de Asuntos Exteriores del G8, reunidos hoy en Washington, están teniendo “intensas discusiones” acerca de “cómo incrementar la presión” contra el gobierno sirio.
A su vez, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, aseguró que la promesa de Damasco de retirar las tropas de las regiones conflictivas “tienen muy poca o ninguna credibilidad”.
Contrarios a esta postura, se pronunciaron China, Rusia e Irán, que manifestaron su pleno apoyo al plan de la ONU y a las gestiones de Annan para llegar a un acuerdo en Siria.