Por Nadia Fink. Ayer se reunieron con la vicejefa de gobierno, María Eugenia Vidal, sobrevivientes y familiares de víctimas para que se haga efectiva la ley en vigencia, puesta en duda luego del suicidio de Martín Cisneros.
“Vidal se comprometió a que la reglamentación de esta ley fundamental iba a estar en 45 corridos. Esto sería a fines de marzo o principios de abril”, dijo Luciano Frangi, sobreviviente y parte de la Coordinadora Memoria y Justicia, luego de la reunión de más de una hora y media que tuvieron con la vicejefa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en la Jefatura durante la tarde de ayer.
La ley en cuestión es la 4786, de “Reparación Integral a las víctimas sobrevivientes y familiares de víctimas fatales de ‘La Tragedia República de Cromañón’”, sancionada por la Legislatura porteña el 28 de noviembre de 2013. En ese sentido, los sobrevivientes sólo cobran el subsidio pero quedan desprotegidos en los otros tres puntos fundamentales: la atención de la salud (psicológica, psiquiátrica y neumológica), la reinserción laboral (acceso a bolsa de trabajo de la Ciudad y planes productivos) y la continuidad en su educación (programas de terminalidad de estudios secundarios). Por eso “durante esta semana nos vamos a reunir con los diferentes ministros involucrados (de salud, de trabajo y de educación), porque queremos consensuar la ley con gente directamente responsable de que funcione en forma efectiva”, agregó Luciano.
El incumplimiento de la ley y sus consecuencias llegaron al punto máximo con el suicidio de Martín Cisneros la semana pasada –el número 17 desde 2004– que no venía recibiendo la asistencia adecuada y que debía trasladarse desde la zona oeste de Gran Buenos Aires al hospital Alvear (en CABA), único lugar preparado para la atención integral. “Vidal se abrió de la responsabilidad de la secretaría de Derechos Humanos, y tomó la responsabilidad: ‘Ya sé que yo represento al estado, pero voy a tomar el caso a partir de hoy en forma personal’, nos dijo”, afirma Frangi.
Mientras tanto, la situación sigue siendo compleja para quienes padecen un estrés postraumático y deterioro en su salud integral luego de que el 30 de diciembre de 2004 se incendiara el boliche República de Cromañón durante la actuación de Callejeros: “Hoy seguimos sin tener una respuesta ante una emergencia, no tenemos a dónde acudir”, nos cuenta Luciano ante el temor de la Coordinadora de que más víctimas queden en el camino.
“Nos queda tener expectativas en Vidal”, fue la frase contundente entre la esperanza y la costumbre de ser los postergados de siempre.