Por Redacción Marcha. Finalizada la XVII jornada de lucha y luego de nueve meses de constancia en los reclamos, los trabajadores y las trabajadoras de Lear siguen esperando que la empresa reincorpore a los 16 compañeros que faltan.
A pesar de que la justicia ya les dio un fallo favorable, según lo expresado en la resolución de la Sala X de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, desde Lear se desconoce el fallo que ya fue ratificado desde hace más de 50 días.
Con cortes en Panamericana y en Puente Pueyrredón en Buenos Aires, pero que se extendieron también al Puente Lavalle en Jujuy, al Puente Centenario en Rosario y otros tanto en Córdoba y Mendoza, los obreros de Lear siguen haciendo oír su voz. Y es que, saben, ganar esta pelea no se trata de ellos solamente: “los trabajadores están esperando que haya una respuesta porque si avanzan sobre nosotros puede haber despidos masivos en otras empresas. Lear es un caso testigo para muchas fuentes laborales más”, dice Graciela Maidana, delegada.
La espera sigue siendo la misma: la semana que viene, ya terminada la feria judicial, la Cámara de Apelaciones deberá responder a la apelación que hizo la empresa norteamericana con respecto al fallo unánime que en diciembre emitió el Tribunal de la Sala X integrado por los jueces Enrique Brandolino, Daniel Stortini y Gregorio Corach en diciembre pasado era claro al respecto: “los actores que aún continúan en el proceso tienen derecho a que su situación se encauce (…) con la premisa de la subsistencia de la relación laboral, lo cual conlleva la reinstalación precautoria a sus puestos de trabajo con el pago de salarios”.
“Es difícil pero creemos que la vamos a ganar. Nos echaron ilegalmente”, cuenta Graciela al aguardo de que la Cámara ratifique el fallo y que la empresa reincorpore, esta vez sí, al total de trabajadores. “Seguiremos con las protestas, golpeando todas las puertas necesarias. La empresa sabe que si nos reinstalan, se termina el conflicto”
Damián González es uno de los 16 despedidos y nos cuenta que, en el camino que viene transitando hace ya casi nueve meses, “la empresa ejerce una fuerte presión económica porque viene ofreciendo indemnizaciones millonarias para que abandonemos la lucha”. Pero ellos siguen tejiendo organización y peleando por sus fuentes laborales: “las indemnizaciones son pan para hoy hambre para mañana, queremos trabajar” pero además vuelven a hacer hincapié en la importancia de que la empresa cumpla con la ley porque “vemos esta lucha en el marco de los despidos masivos que se están dando en otras multinacionales”.
A la espera de lo que suceda la semana que viene, siguen planeando una próxima jornada de lucha para esos días. Alzando voces y cortando rutas y puentes, los trabajadores y trabajadoras de Lear se convierten en espejo de quienes, cada día, se levantan para que el futuro de las y los laburantes sea un poco más claro y con mejores derechos.
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