Por Colombia Informa. El año que termina estuvo atravesado por la paz. O mejor dicho: por la enunciación de la paz, que se coló en cualquier tema de interés político o social. ¿Necesaria insistencia discursiva o retórica sobre un futuro aún incierto?
Cualquier estudio de consultora de opinión arrojaría una definición inequívoca ante la pregunta sobre cuál fue la palabra, el término, el concepto más utilizado en Colombia por políticos, dirigentes sociales, medios de comunicación, intelectuales y gente del común en 2014. Ya sea para proponerla convencidos, defenderla ante groseras amenazas o utilizarla en beneficio propio, en cada suceso importante de la vida de las y los colombianos estuvo presente el tema de la ‘paz’. Repasemos:
Cumbre Agraria: diálogo sí; soluciones pendientes
Luego de las múltiples movilizaciones y los paros de 2013 que continuaron en 2014, en octubre el presidente Santos se encontró públicamente con los líderes populares y campesinos en el Centro de Memoria Histórica de Bogotá, para hacer oficial la instalación de una Mesa Única Nacional de negociaciones. Alrededor de 8000 campesinas y campesinos de distintas regiones del país escucharon al presidente pero, también, repitieron con firmeza los argumentos de sus protestas que aún no han sido atendidos.
También allí fue llevado y traído el tema de la paz. Durante el encuentro público en Bogotá, el presidente de la República hizo referencia al fin del conflicto y a la inminente desmovilización de las guerrillas, por lo que llamó a esperar “la paz del posconflicto”. Sin embargo el decurso que lleva la propia Cumbre Agraria es muestra de que las inequidades, demandas de los movimientos sociales, protestas estudiantiles, no desaparecerán en un escenario de supuesto posconflicto como el que propone el presidente. Si Santos quiere que el movimiento social decida apostarle al tal “posconflicto de la paz” debería repensar el modelo económico, político, social y cultural que impera en el país desde hace más de 50 años.
Elecciones: ‘paz o guerra’, el lugar de la izquierda ante la disyuntiva
Las presidenciales 2014 marcaron un escenario distinto a las transcurridas en años anteriores. Por primera vez en la historia una expresión de la derecha fragmentada apeló a la ‘colaboración’ de la izquierda para continuar en el poder.
La primera vuelta presidencial ocurrida en el mes de mayo presentó una baraja de cinco candidatos, y dio como ganador al delfín uribista. Eso dejó a un Santos golpeado que, como principal estrategia electoral, reiteró sin descanso que sólo él era garantía de una paz posible. Un importante sector del Polo Democrático Alternativo -PDA- decidió volcar su apoyo a Santos, entre ellos Clara López e Iván Cepeda, quienes argumentaron que si Zuluaga (Uribe) se imponía, los anhelos de paz se verían esfumados. Aunque el mismo Cepeda, en entrevista con Colombia Informa, advirtió que su apoyo se reduciría sólo a lo electoral, pues una vez que ganara Santos al otro día iba a continuar enfrentando a su gobierno, afirmación que cumplió.
Otro sector del Polo, expresado por figuras como el senador Jorge Robledo y los recién electos senadores Alexánder López y Alberto Castilla, decidieron abstenerse en segunda vuelta. Esto generó debates al interior del partido, lo que no le impidió mantener su vigencia pasada aquella coyuntura y proyectarse, de cara a las próximas elecciones locales, con posibilidades de conquistar importantes alcaldías como Bogotá y Cali.
También los estudiantes
El movimiento estudiantil fue uno de los sectores que en 2014 salió a la calle. El Acuerdo 2034, la propuesta en materia educativa de la política nacional, encarnó la nueva batalla que la Mesa Amplia Nacional Estudiantil -MANE- ha decidido emprender. Por ello el pasado 16 de octubre, de manera contundente, los estudiantes salieron a las calles a lo largo del país y dejaron en evidencia que aún tienen fuerzas y motivos para reclamar. Pese a los múltiples foros, debates y propuestas de leyes alternativas a la de Educación Superior, el pasado 15 de diciembre se aprobó en la Cámara de Representantes una denominada reforma exprés a la ley 30, a ‘pupitrazo’, como expresaron los mismos estudiantes. Ya no paz: con ellos, ni siquiera el dialogo.
Cese al fuego: “la flor con espinas” de las FARC y el próximo “anuncio especial” del ELN
Luego de retomar los diálogos en La Habana tras el incidente con el general Alzate, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC- anunciaron un cese al fuego unilateral. El anuncio, que además de unilateral se presentó como “indefinido”, fue tomado por Santos como “una rosa con espinas” y avisó que va a “revisar el cumplimiento de este cese al fuego” sin “admitir las condiciones de esta guerrilla”. “Nos acaban de enviar un regalo de navidad, un cese al fuego unilateral e indefinido, este es como una flor, pero cuando abrimos el regalo hay un tallo lleno de espinas”, expresó en un acto público el presidente.
Transcurridos diez días del anuncio de las FARC y a horas de culminar el año, las espinas no aparecen. Aunque pareciera desearlas, el Gobierno Nacional no ha podido informar sobre acciones de esta guerrilla que vulneren el compromiso insurgente.
Por su parte el denominado proceso de fase exploratoria con el Ejército de Liberación Nacional -ELN- continúa a la espera de una definitiva confirmación.
El 4 de diciembre, un día después del reinicio de los diálogos de La Habana, los titulares de las comisiones de paz de la Cámara de Representantes y del Senado, encabezados por el senador Iván Cepeda, dirigieron una carta pública al presidente Juan Manuel Santos reclamando que se formalicen las conversaciones de paz con esta insurgencia.
“Esperamos que este llamado contribuya a estimular el arranque del proceso de paz que se ha anunciado con el ELN, para lo cual ponemos a disposición nuestro trabajo en procura de alcanzar esa meta”, concluye la carta, en lo que puede ser leído como un gesto de cercanía de un anuncio público al respecto.
La voz pública de este grupo guerrillero, que se expresa por medio de la revista semanal Insurrección, agranda las expectativas. En la edición de esta semana avisan de un próximo “anuncio especial” dentro de una semana: “Este siete de enero se cumple el aniversario 50 de la primera toma a una población, hecha en 1965 por el naciente Ejército de Liberación Nacional, en Simacota, Santander; por este motivo, el semanario Insurrección se publicará con un anuncio especial, el miércoles 7 de enero y no el lunes cinco, como es lo acostumbrado”.
* * *
Gobierno, campesinos, estudiantes, políticos, empresas, medios de comunicación, insurgencias: en 2014 la paz estuvo en boca de todos. A la luz de los últimos acontecimientos relatados en este artículo, es pensable que en 2015 comience a quedar más claro quiénes van a comprometerse -y quiénes a oponerse-, no ya en el plano discursivo, sino en los cambios concretos que acerquen el discurso de paz a la concreción efectiva de una vida digna para los pueblos.