Por Ricardo Frascara. La selección armada por el diario L’Equipe de Francia, con los mejores futbolistas del año en cada puesto, muestra a dos argentinos: Lionel Messi, claro está, y Ángel Di María, un recién llegado a la elite mundial. La elección de los “franchutes” puede ser discutida pero no ignorada.
Hace mucho que soy hincha de la revista francesa L’Equipe. Desde su fundación, en 1946, el gran año del campeonato de mi San Lorenzo original, L’Equipe forma parte de mi mundo futbolístico. Con ella aprendí lo poco de francés que se. A raíz de eso, comencé a hurgar en papeles e historias de mis antepasados y no logré de ninguna manera obtener media gota de sangre francesa en mis venas. Soy todo tano y gallego. Pero soy hincha de L’Equipe. De muchachito, miembros de mi barra solían decirme que leer una revista de fútbol de un país “que no existe” y escrita en francés era una “mariconada”. De cualquier manera, yo sorteaba esos comentarios y aparecía por la esquina de Loria y México haciendo que leía L’Equipe, cuando de vez en cuando la mandaba algún amigo de mi viejo desde Europa.
En general, era verdad, no sólo el francés, el fútbol de Europa era el que no existía. La 2ª Guerra Mundial había hecho estragos y por supuesto no sólo en el fútbol. A mí me caía bien que en Francia hubieran “inventado” –la palabra “fundado” yo la unía únicamente al acto de Solís- una revista de fútbol en esas circunstancias. “¿Y a quién carajo le importa eso?”, me fustigaba Lángara, un flaco de la barra fana de San Lorenzo que usaba de apodo el nombre del gran goleador vasco de la azulgrana; este émulo era el que la rompía en el barrio.
Recreando esos encuentros callejeros, hoy tengo que reconocer que el asunto era divertido en serio; pero esa diversión de acumular, de guardar en la memoria. Marcábamos un arco entre el tronco de un árbol y la pared, y otro a unos 30 metros en la vereda de enfrente, entre otro árbol y su respectiva pared. Habíamos descubierto la cancha cruzada, en diagonal, y allí éramos dueños de todo. Porque la pelotita en esos años era todo. Cuando nos sentábamos un rato boqueando, después de un partido de hacha y tiza, alguno me decía: “Che, mesié, hacénos un comentario del partido”.
Sesenta y ocho años después leo en L’Equipe la formación de su “Onze”, el team elegido por la redacción francesa al cabo de 2014. Al “Onze” de L’Equipe lo espera toda la falange futbolística europea… y yo. De cajón, a ojos cerrados, tenía que figurar Lionel Messi, el iluminado, el astro más rutilante de esa constelación. Pero, para mi sorpresa, otro rosarino, Ángel Di María, está en la nómina. Aquél del gol en el mundial al arquero suizo, por el que los ingleses pagaron la friolera de 99 millones de dólares. Ahí quedé helado, me agarré al teclado… El mundo giró más rápido este año, me dije, ¿el Fideo en la elite mundial? ¡Mierda! Y ahora, como cualquier cholulo que espera una opinión “de afuera”, me la tengo que creer. El Fideo, ese pibe flaquito, fue consagrado por L’Equipe. ¡Qué lo parió!
Cómo nos reiríamos con los de la barra de Loria y México de ese flaco desgarbado. Aunque enseguida vendría el comentario: “Y che, pero es de Rosario, ¡con razón!” Era la cantera del fútbol argentino, en aquella década de 1940 teníamos a ídolos rosarinos como Rinaldo Martino y a Vicente de la Mata ante nuestros ojos contentos. Y de los picados rosarinos, que seguramente el Fideo y el Pulga habrán jugado, saltaron a brillar en Inglaterra y en España y los designan los mejores en Francia.
El “Onze” es, por supuesto, un compendio de gran nivel, con el aporte de cuatro jugadores del Bayern Munich, tres del Real Madrid, dos del Barcelona, uno del Borussia Dormund y uno del Manchester United. (*) Un equipo que, sin contar a Lionel Messi, David Alaba y Philipp Lahm, porque son de las inferiores de sus clubes actuales, vale 321 millones de euros, sumados los últimos pases de sus ocho estrellas restantes entre las que, por supuesto, está Cristiano Ronaldo (80 millones).
Como toda selección del bendito fútbol es una evaluación subjetiva, por lo que dejo la discusión abierta. A mí me gusta. Y, como en una película de Claude Chabrol, para no abandonar el aire francés de la cónica, L’Equipe dio un toque de efecto con la designación del mejor del año de esa constelación: el arquero del Bayern Munich y del seleccionado alemán, Manuel Neuer (28)… Europa tembló, ¡el mundo tembló! ¿Un arquero el mejor jugador del mundo? ¿Y eso de dónde salió, en qué libro está? Y para muchos hinchas, los franceses dejaron de ser franceses y se transformaron en simples franchutes. Como habrían dicho los de la barra de Loria y México: “Si al arco van los troncos”.
Nosotros, los dolientes argentinos, ya lo sufrimos a Neuer: el del penalazo a Pipita Higuaín en Brasil, el que había hipnotizado al mismo Pipita para que no lo fusilara en ese regalo del primer tiempo. Sí, ése. Ese al que el periodista Martí Perarnau filmó en un partido en el que el Bayern Munich atacaba sin cesar al rival. Neuer no intervenía, estaba a 60/70 metros de la acción, pero “ni un solo instante perdía la orientación del juego y se movía al unísono de sus compañeros, previendo dónde podría producirse una grieta que él debería tapar con su intervención”.
Mientras miraba el video, Guardiola exclamaba: “Manu es único. Único”. (**) Pero, vean cómo hace el Pep para llevar a Neuer a esa cumbre realmente inesperada para un arquero: el último ejercicio del entrenamiento de cada día, es bombardear a Neuer (y a su eventual suplente) con una metralla de 20 minutos, sin respiro, fusilado por Müller, Robben, Mandzukic o Pizarro. Todos los santos días, como diría mi abuela, que durante el par de años que vivimos en Loria 806, no fue a visitarnos por miedo a verme jugando en la calle… ¡A la pelotita!
(*) Manuel Neuer, 28 (Bayern Munich); Philipp Lahm, 31 (Bayern Munich), Sergio Ramos, 28 (Real Madrid), Mats Hummels, 26, (Borussia Dortumund), David Alaba, 22 (Bayern Munich); Ángel Di María, 26, (Manchester United), Toni Kroos, 24 (Real Madrid), Xabi Alonso, 33 (Bayern Munich); Lionel Messi, 27 (Barcelona), Neymar da Silva, 22 (Barcelona) y Cristiano Ronaldo, 29 (Real Madrid).
(**) Del libro Herr Pep.