Por Diego Villarino. El Merengue venció a San Lorenzo y coronó un año espléndido. Sumó su cuarta estrella en el 2014. Equipo imbatible.
El sábado el fútbol no le escapó a la lógica. En Marruecos ganó el mejor, en todos los sentidos. Incluso sin mostrar una gran versión. En la vereda de enfrente, Edgardo Bauza planteó un esquema demasiado cauteloso. Muy conservador si consideramos las exigencias del partido. San Lorenzo fue un rival que ni contraatacó. Durante la etapa inicial se dedicó a cuidar el arco propio. Agruparse atrás y resistir en el transcurso de los 90 minutos. ¿Y el Plan B?. El empate pendió de un hilo. La estrategia salió bien hasta el gol de Sergio Ramos. El zaguero tomo impulsó y ejecutó un cabezazo demoledor. Mario Yepes perdió en la marca. Además, Sebastián Torrico quedó a mitad de camino. El Ciclón debía buscar la paridad. Sin embargo, no tenía depositado el chip ofensivo. ¿Cómo cambiaba el libreto?
En el complemento el arquero cometió el segundo error. No controló el disparo Gareth Bale. La pelota terminó en la red. Las falencias individuales sepultaron los anhelos del club argentino. Un verdadero entrenamiento. Leandro Romagnoli ingresó y desplegó su elegancia. Aunque muchos conocían el desenlace. Iker Casillas, espectador de lujo, solo tocó el balón en los diez finales. El elenco de Boedo atacó tarde.
El perfil de Carlo Ancelotti varió con respecto al de José Mourinho. Florentino Pérez dio en la tecla y contrató al DT. Cosechó más títulos que el actual entrenador del Chelsea. En el presente año obtuvo la Champions League, la Supercopa del viejo continente y el Mundial de Clubes. Al principio del 2014 había conquistado la Copa del Rey. El técnico posee una carrera laboriosa. Dirigió a Paris Saint Germain y su amado Milán. Casi una década al frente del banco Rossonero. Es conocido por su carácter persuasivo. No intenta confrontar con sus jugadores.
El portero mantiene infinita batallas en la espalda. Quince temporadas en la primera de la institución. Jugó el duelo crucial en la Intercontinental 2000. En aquella ocasión cayó derrotado contra Boca Juniors. Con sus grises, el uno supo defender los colores de la Casa Blanca. Del mismo modo, cuenta con experiencia en el Seleccionado Español. Daniel Carvajal, surgido de la cantera, y Marcelo son los laterales de una máquina aceitada. La zaga central está cubierta por Sergio Ramos y Pepe, dos leones. El número cuatro es fundamental en los momentos tediosos. Imposible olvidar el tanto en Lisboa. Cuando las papas queman, el defensor siempre dice presente.
La pegada de Toni Kroos es precisa. Decisiva en la ejecución del tiro de esquina que abrió el marcador. El alemán transmite el clima exitoso. Lo demostró en el equipo de Josep Guardiola y en el combinado Teutón. Isco también es una pieza fundamental. El juvenil, otro que proviene de las inferiores, forma parte del circuito creativo. Pero colabora con las tareas de sacrificio. La elocuente billetera permitió la compra de James Rodríguez. El colombiano viene de recolectar mimos en Brasil 2014. Apuesta fuerte.
Arriba se encuentra un tridente explosivo. Dan miedo. El galés rompe los récords de velocidad. Mientras que Karim Benzema sostiene el instinto goleador. No obstante, Cristiano Ronaldo es la figura representativa: El hombre que aparece en la tapa de los diarios. Pelea el titulo del mejor del mundo junto a Lionel Messi. El luso anotó 25 veces en la Liga BBVA y 5 en el certamen europeo. Estadísticas memorables.
El conjunto ibérico ganó sin desarrollar su potencial furioso. No necesitó de la estrella portuguesa. Tampoco del artillero francés. Con poco le bastó para batir al Azulgrana. El Cuervo pagó caro la austeridad. Castigo justo. Las diferencias de presupuesto no justifican nada. Es una cuestión de dignidad. El milagro no ocurrió. El Real Madrid es el campeón del Mundial de Clubes. Logró su cuarto título en el 2014. Este grupo continúa en la senda del triunfo. Compite en la cúspide con Bayern Múnich y Barcelona. No hay dudas.