Por Sebastián Schaer *. El pasado 26 de septiembre un fuerte operativo policial, que incluyó máquinas que removían el terreno, desalojó a feriantes del departamento de Guaymallén, provincia de Mendoza. Nancy Colque y Stella Fernández, feriantes y vecinas del distrito, cuentan su proceso de lucha y resistencia.
Desde hace doce años, alrededor de 800 familias vienen trabajando como feriantes en un predio desocupado ubicado en el municipio de Guaymallén, provincia de Mendoza. Estas familias trabajan allí desde hace doce años y recién este año el Municipio decidió cuestionar el uso del espacio público intentando varias veces desalojarlos del predio en el que se desarrollaba la feria.
En respuesta, el 26 de septiembre de este año, las familias feriantes comenzaron un plan de lucha con movilizaciones, acampe y un festival frente a la Municipalidad de Guaymallén y en la capital provincial. No obstante, cada fin de semana la municipalidad continúa con fuertes operativos policiales y cercando el tradicional predio de la feria para amedrentar a las familias que buscan allí sostener como hace años su trabajo.
Frente a la falta de respuesta y espacio de trabajo, los feriantes siguen peleando por un lugar donde desarrollar su economía familiar. Nancy Colque y Stella Fernández, feriantes y vecinas del distrito, cuentan su proceso de lucha y resistencia.
¿Cuándo comienza el conflicto?
El conflicto comienza el 26 de septiembre de este año, por orden municipal, comienza el removido de la tierra del predio que veníamos ocupando y utilizando para trabajar en la feria. A partir desea fecha, alrededor de 800 familias que son las que componen la feria, vieron vulnerados en su situación económica, y social sin poder ejercer su derecho al trabajo.
Desde el municipio comienzan a poner en discusión el uso del espacio público, que es ilegal instalar allí la feria y allí comienza el proceso de lucha por los feriantes, para que se visibilice la situación económica del barrio, el sentido que la feria cobra en la realidad del lugar, aparte de la importancia en la economía hogareña de las y los vecinos.
Se trata de entrar en dialogo con las autoridades municipales, para que de la noche a la mañana no se corte todo esto que se viene construyendo desde hace doce años.
¿No había habido había el momento dialogo o propuesta del gobierno para un posible traslado?
Nunca hubo un dialogo anterior, es decir inmediato a la remoción de los terrenos, lo que si hubo fue algunas convenios en el 2009, o acuerdos con radicales y justicialistas para que pudiera seguir la feria. Pero en el momento de remoción no hubo charla ni nada concreto con el municipio, las conversaciones con el municipio, comenzaron recién cuando los feriantes comenzamos a movilizarnos. Nosotros creemos que el gobernó municipal se sintió presionado y por eso salió a dar respuestas parciales.
¿Cuáles fueron las respuestas que les dio el municipio para que ustedes puedan seguir trabajando?
Por parte del municipio lo que se plantea a partir de la lucha (cortes de ruta intervenciones, etc.), el intendente ofrece un espacio ubicado a 20 cuadras de donde estamos (en Mitre y Godoy Cruz), en el estacionamiento de la escuela de los niños cantores, es decir en otro espacio público, para llevar la feria allí, porque según el municipio en el espacio donde estábamos, los vecinos se estaban quejando, cosas que mucho no entendimos, porque nosotros somos también vecinos del espacio. Se traslada pero solo ciento veinte personas, es decir solo ciento veinte se pueden trasladar ahí. Cuando nosotros fuimos a reclamar, reclamamos por las 800 personas que involucraba la feria, pero solo se le dio respuesta a esos ciento veinte, actualmente hay alrededor de 250. Esta solución es parcial, por ello sigue habiendo movilización, por el resto de los feriantes, con medidas como acampes, festivales, tratando de visibilizar este problema a toda la sociedad mendocina, porque nosotros entendemos que las ferias son una realidad que están más allá del límite Guaymallén, están en todas partes del país y en Latinoamérica, y que son una forma de subsistencia y hay que empezar a legislar respecto de la realidad, no de lo teórico legal que ellos pregonan cada vez que vienen a contraargumentar de lo que se trata una feria popular. Posteriormente a eso a partir de una intervención por parte de Desarrollo Social, en compañía de un grupo de beneficiarios de un grupo del Banquito Popular del Barrio Belgrano, luego se da otra solución parcial en la colectividad boliviana, pero con una óptica cuestionable para nuestro entender, según palabras del secretario general de la intendencia, el señor Juan Carlos Kohn, lo cultural esta respondido dándole solución a 50 feriantes en la colectividad, sin embargo la interculturalidad es una cuestión que no es privada ni se encierra en cuatro paredes sino que tiene intercambio en todo lo público, en el trato de un humano con otro, estas cosas vienen para quedarse no para encerrarse. Paralelamente surgen emprendimientos privados, que buscan acaparar feriantes, para llevarlos a sus sitios privados y generar los mercados persas que no es el concepto ni la naturaleza de lo que entendemos por feria popular. Este es el panorama de cómo la municipalidad veía a la feria que existió durante doce años en Guaymallén.
¿Cuál es la perspectiva que tiene ustedes para poder seguir trabajando dignamente, en este contexto represivo?
Lo que peleamos nosotros es poder trabajar en la zona, porque nuestra feria es de subsistencia y justamente somos los vecinos los que llegamos a la zona para poder resolver los problemas diarios del vivir. Pero hoy las perspectivas de poder trabajar en la zona, son escasas. La respuesta del municipio es concreta, ellos nos conciben como que somos un problema de naturaleza privada, que lo tenemos que resolver como comerciantes y nosotros entendemos que este no es un problema privado sino todo lo contrario, justamente el problema de la desocupación, de la precarización laboral tiene que ver con un problema público y no privado. Así que por el momento no tenemos resuelto el problema de cómo trabajar en el barrio. No hay voluntad política del municipio de resolver el problema de fondo, ya que a nuestras propuestas, el gobierno responde con más policías, más gendarmes y más patotas municipales.
*Sebastián Schaer es miembro de Giramundo TV de Guaymallén, Mendoza.