Familiares y compañeros de los tres militantes asesinados se movilizaron en Rosario
Por Mariano D’Arrigo, desde Rosario. Familiares y compañeros de los jóvenes militantes asesinados el 1 de enero se movilizaron ayer ante las reiteradas amenazas y agresiones de bandas vinculadas al narcotráfico. Denuncian complicidad policial y exigen un “saneamiento profundo” de la comisaría del barrio Moreno.
Sábado 24 de marzo. Lita cena en su casa, en el humilde barrio Moreno. Dos horas antes, una multitud aplaudió sus palabras en el acto por un nuevo aniversario del golpe militar, realizado en el Monumento a la Bandera. Más de 30 mil personas se conmovieron con su reclamo de justicia para su hijo Claudio “Mono” Suárez, para Jeremías Trasante y Adrián “Patón” Rodríguez, masacrados en las primeras horas de 2012. Ahora se escuchan disparos, suenan demasiado cerca. Se asoma a la puerta y la enfrenta el “Cabezón” Villalba, hermano de “El Negro” Ezequiel, detenido por la causa que desencadenó el Triple Crimen. El “Cabezón” apunta, pero es Lita la que dispara: “Tirá si tenés los huevos suficientes para hacerlo”. El “Cabezón” se escabulle en el pasillo de Moreno al 3900 y se esconde en su casa, a sólo 20 metros de donde vive la familia Suárez. Enterados de la noticia, un numeroso grupo de vecinos se concentra frente a la casa de los Villalba y les exige que se vayan del barrio.
Con apenas 21 años, Ezequiel “El Negro” Villalba “hizo carrera en el negocio delictivo de Moreno”, sostiene Pedro “Pitu” Salinas, referente del Movimiento 26 de Junio (el movimiento donde militaban los tres jóvenes, integrante del Frente Popular Darío Santillán). “Arrancó afanando para la cana. Hoy goza de impunidad absoluta en el barrio, a partir de compartir el negocio del narcotráfico con el jefe de la comisaría 15, Abel Santana”, afirma Salinas.
Según investigaciones judiciales, en la madrugada del 1 de enero, “el Negro” Villalba le disparó a Maximiliano Rodríguez, hijo de Sergio “El Quemado” Rodríguez, otro peso pesado del narcotráfico de Rosario. Dos horas después, una banda con armas de guerra desembarcó en barrio Moreno buscando venganza, y asesinó a Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez. Tres pibes inocentes que sólo festejaban el comienzo del año en la canchita de fútbol del club Oroño y no tenían ninguna relación con el “Negro” Ezequiel, más que la de vivir a pocos metros de distancia.
Hasta el momento, se encuentran detenidos por la causa del Triple Crimen “El Quemado” Rodríguez, Brian “Pescadito” Sprio, Daniel Alejandro “Teletubi” Delgado y Brian Damián “Damiancito” Romero. El “Negro” Ezequiel se entregó el jueves 22 de marzo, más que por un deseo de colaborar con la justicia, “por temor a sus enemigos”, asegura Pedro Salinas. Ayer fueron detenidos dos jóvenes conocidos como “Chucky” y “Danonino”, sospechados de participar del ataque a Maxi Rodríguez.
Con Villalba fuera de juego, al menos por ahora, el negocio quedó en manos de la familia, sostienen referentes del movimiento barrial.
El martes, cerca de las 18, los Villalba atacaron nuevamente a la familia Suárez. Vecinos relatan que Héctor, hermano de Ezequiel, amenazó con un revólver a Baby, hermana del “Mono”. Dos de sus hermanos, el “Keko” y Jonathan Suárez la defendieron; Villalba disparó, pero no hubo heridos. Denuncian testigos que la única respuesta policial fue tirar al aire con balas de plomo y detener a “Keko” y Jonathan, en lugar de a los verdaderos agresores. Luego del reclamo de familiares y amigos de los jóvenes, “Keko” y Jonathan fueron liberados ayer, alrededor de la una de la madrugada.
Al mediodía, las familias del “Jere”, el “Mono” y el “Patón”, junto a sus compañeros de militancia, se movilizaron hacia la sede del gobierno provincial en Rosario. Allí, el secretario de Seguridad Comunitaria, Ángel Ruani, y el subsecretario de Coordinación de proyectos, Osvaldo Laffatigue, dependientes del Ministerio de Seguridad Provincial, se comprometieron a que las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) intervendrán para resguardar la integridad física de familiares y testigos del Triple Crimen y, además, participarán en dispositivos de seguridad barrial. También prometieron la reubicación inmediata de la familia Villalba fuera del barrio Moreno, una demanda repetida por los vecinos y vecinas del lugar.
Para “Pitu” Salinas, la salida de los Villalba de Moreno, aunque sea una medida urgente y necesaria, no es suficiente para desarticular la trama del negocio de venta de drogas en el barrio: “Quedan la operativa logística, sus soldaditos, sus aguantaderos y su zona de venta”. Mañana, familiares de las víctimas del Triple Crimen y delegados del M26 se reunirán con el ministro de Seguridad de la provincia, Leandro Corti. Ahí exigirán “una intervención integral y saneamiento profundo” de la comisaría 15, que incluya la remoción de su actual jefe, Abel Santana, y de todos sus efectivos.