“Antes de cruzar la calle
toma mi mano
la vida es lo que te pasa
mientras estás ocupado
haciendo otros planes”
Beautiful boy, John Lennon.
Por Laura Cabrera. Un día como hoy pero en 1940 llegaba al mundo un pequeño que, sin saberlo, generaría junto a otros tres jóvenes una verdadera revolución musical, artística y generacional. ¿Cómo llegó a tu vida? Acá, una historia sobre el tema.
Fue un mediodía de calor, a eso lo recuerdo bien. Yo, una niña de cinco años en aquél entonces, estaba en la cocina de casa, observando cómo mi madre preparaba milanesas. Las actividades culinarias nunca fueron su fuerte, nunca le gustaron, por lo que estaba más concentrada en la televisión que en la comida. Yo seguía concentrada en las milanesas, pero hubo un detalle que logró que mi atención se desvíe.
Desde el televisor se escuchaba la voz de un periodista. A decir verdad, me importaba un carajo lo que estaba diciendo, no me parecía importante. Pero mamá se largó a llorar. Yo no entendía por qué, pero la música que sonaba de fondo me generaba cierta tristeza.
“¿Por qué llorás?”, le pregunté a mi mamá. Ese interrogante fue el disparador para todo lo que vino después. Ese día me contó sobre un músico al que consideraba el hombre más grande de todos los tiempos. Me enteré de que tocaba en una banda, Los Beatles, que pedía por paz, que transmitía eso con su música. Supe también que tuvo una novia japonesa a la que mi mamá detestaba. Supe que era John Lennon, que el tema que sonaba era “Imagine” y que a partir de ese momento ya nada sería lo mismo. Su música me había atrapado, como a ella.
Así conocí a John Lennon, el joven que en los `60 generó una revolución musical junto Paul, George y Ringo, el que basó su vida en el arte, en la música, las artes plásticas, la poesía y el cine, el que llamó a la paz en el mundo, probablemente uno de los más escuchados en ese sentido por su controversia y audacia.
Hoy cumpliría 74 años, pero dicen por ahí que un 8 de diciembre fue asesinado. Sin embargo vive a través de sus ideas, que inspiraron a artistas y cultivaron las cabezas de cientos de personas que escuchan su música. “Podrán decir que soy un soñador pero no soy el único”, escribió alguna vez. Y aunque el mundo no logró aún ser uno, quizá su música sea ése factor común, ese tema de conversación por el que podría comenzar una charla entre personas que ni se conocen. En esos pequeños actos, el mundo logra unirse a través de las melodías.