Por Pedro Brieger* desde Brasil. Dilma Rousseff resultó ganadora en la primera vuelta electoral pero no le alcanzó y deberá disputar el balotaje con Áecio Neves, el candidato de la derecha brasileña, quien dio la sorpresa y dejó fuera de carrera a Marina Silva.
La Avenida Paulista, en el centro de Sao Paulo, estaba vacía el domingo a la noche después de cerradas las urnas. Nadie tocaba frenéticamente la bocina como suele suceder cuando un partido político se alza con la victoria ni se veía gente cantando o coreando consignas. En realidad, nadie tenía demasiados motivos para festejar. Dilma Rousseff logró arañar el 42 por ciento de los votos, pero no le alcanzó para ganar en primera vuelta.
Aecio Neves obtuvo una votación mucho mayor a lo esperado sacándole 12 puntos de diferencia a Marina Silva -con quien se decía había un “empate técnico”- pero con el 33 por ciento de los votos necesita sumar muchísimos votantes para ganarle a Dilma Rousseff en la segunda vuelta del 26 de octubre. Y Marina Silva -que parecía llevarse el mundo por delante- obtuvo una votación muy similar a la de cuatro años atrás, apenas un 21 por ciento, que la deja por segunda vez consecutiva fuera del ballotage.
Con este panorama no había muchos motivos para salir a festejar; menos aún cuando la política parece relegada a los debates televisivos entre los candidatos y ya no se hacen los tradicionales actos callejeros para cerrar la campaña electoral ni siquiera como una demostración de fuerza.
Si bien es cierto que que el PT obtuvo más del 40 por ciento de los votos a nivel nacional, el resultado es menor que el obtenido por la misma Dilma cuatro años atrás o los que obtuvo Lula cuando venció en dos oportunidades.
Por otra parte, el PT sigue obteniendo resultados muy disímiles a nivel del Congreso Nacional y de los 27 estados donde se eligieron gobernadores. Desde que Lula triunfó por primera vez en 2002 el PT tiene que articular alianzas en el Congreso con varios partidos y principalmente con el centrista PMDB que sigue siendo el principal partido político del país aunque no presente candidatos a la presidencia. Además, el PT no logra conformar un poderoso grupo de gobernadores afines aunque esta vez triunfó en primera vuelta en dos estados muy importantes como Mina Gerais -el feudo de Neves- y Bahia. Sin embargo en la importante Sao Paulo su candidato salió en tercer lugar con menos del 20 por ciento de los votos y en otros estados sus candidatos ni siquiera se acercaron al 10 por ciento de los votos.
Cuatro años atrás Marina Silva se distanció por igual de Dilma Rousseff y José Serra que se disputaron la presidencia. Ya existen fuertes presiones mediáticas para que Silva apoye explícitamente a Neves. A estas horas de la madrugada nadie sabe qué harán sus votantes, es posible que ni ellos mismos lo sepan.
* Periodista, docente y analista internacional. Director de Nodal. Artículo publicado en ese sitio