Por La Revancha. El proyecto X y la declaración de los gendarmes implicados en la causa que los acusa de infiltrarse en las manifestaciones de los trabajadore de Kraft y Pepsico durante el 2010. En diálogo con Myriam Bregman los detalles de la situación actual.
El Proyecto X es un plan que lleva varios años. Se estima que la base de datos personales nació en el año 2002 durante el gobierno de Eduardo Duhalde. El 12 de agosto pasado dos gendarmes fueron citados a declarar a los Tribunales Federales de Comodoro Py, acusados de infiltrarse en distintas manifestaciones realizadas por trabajadores de las empresas Kraft y Pepsico durante el 2010. En entrevista radial, Myriam Bregman, abogada integrante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CEPRODH) y el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), dio detalles del estado de situación de esta iniciativa estatal.
En tanto denunciante en la causa por el Proyecto X, Myriam Bregman afirmó que los gendarmes que se ausentaron a la citación judicial “se dieron cuenta que esto venía en serio, y empezaron a ejercer su defensa. Por esto se les fijó una nueva fecha para septiembre”.
Este programa de Gendarmería ya generó polémica en años anteriores y en varias ocasiones, voces oficiales confirmaron su existencia como base de datos con fines judiciales. Sobre este punto, Bregman remarcó que es un “proyecto de espionaje instaurado por la Gendarmería ya hace varios años y que nosotros logramos sacar a la luz demostrando que hacían informes típicos de inteligencia sobre las comisiones internas de la zona norte y que también se infiltraban en manifestaciones”, para agregar que a partir del impulso a la causa penal “logramos demostrar que esto se extendía, que la Gendarmería realiza este tipo de espionaje sobre todo a aquello que se haya manifestado, que alguna vez haya salido a la calle a reclamar por sus derechos a nivel país”.
Sobre el proceso judicial actual explicó que “los que están siendo llamados a indagatoria ahora son aquellos que demostramos con nuestra querella que hicieron lo que podríamos llamar el trabajo de campo” en referencia a infiltraciones las manifestaciones del 2010 en las empresas Kraft y Pepsico. Ante la pregunta del impacto del “Proyecto X” en la apertura de causas judiciales, la abogada subrayó que “gran parte de las causas que conocemos y denunciamos habitualmente como parte de la criminalización de la protesta social tienen este origen nefasto. Entre ellas 16 causas penales por Kraft, por Donnelley”. Sobre la relevancia en términos políticos del avance de las instancias judiciales, Myriam Bergamn subrayó en La Revancha que “el llamado a indagatoria es muy significativo porque vemos a Berni reivindicando ese tipo de operativos. De los últimos que se dieron contra la fábrica Lear, cuando reclaman, se manifiestan contra su planta, en los cuales se infiltran gendarmes de civil y utilizan todo tipo de metodologías absolutamente prohibidas”. El razonamiento de la denunciante es que “si bien Berni continua con el funcionamiento ilegal, con estas prácticas de espionaje, de infiltración, creemos que así como le pasó a estos gendarmes, los que ahora lo están haciendo van a tener que rendir cuentas”.
Todo es más difícil de comprender si hay poca claridad en lo referente a la Ley Antiterrorista. En este sentido, Bregman precisó el escenario al explicar que “no es una ley sino que son varias leyes”. “La que habla el gobierno es una ley que se voto en el 2011 y que modifica una serie de artículos de lo que podríamos llamar delitos económicos. Nosotros históricamente hemos repudiado otra ley que se voto el mismo día, que es la que modifica el Código Penal introduciendo el art. 41 quíntuple, que directamente es una criminalización absoluta de la protesta social”. Ante esta distinción, agregó que desde el Gobierno “hay un juego de palabras, porque dicen: aquellos que nos decían que la ley antiterrorista era para criminalizar a las organizaciones populares ahora les demostramos que es contra las empresas. Está hablando de dos leyes distintas”.
En relación a su aplicación sobre las empresas, “son los propios trabajadores de Donnelley los que vienen diciendo que los fondos buitres son los que están tratando de dejarlos en la calle, incluso el fondo buitre que tiene participación en Lear”, según Bregman. ¿Por qué Donnelley sí y Lear no? “En Lear está actuando SMATA y es como un gerente de recursos humanos, como un caballero que defiende con su espada a la patronal contra los trabajadores. La presencia de los fondos buitres está en todas las empresas multinacionales”. Sobre la particularidad de Lear, Myriam Bregman indicó que el Sindicato actúa formalmente por los derechos de los trabajadores, pero libra “su propia batalla contra que no le surjan comisiones internas opositoras que defiendan el empleo”.