Por Mario Hernández. Cuatro ambientalistas que protestaron contra el fracking fueron reprimidos, detenidos y juidicalizados en Entre Ríos. La protesta fue organizada por asambleas de Concordia, Colón, Chajarí y Concepción del Uruguay.
Marcha entrevistó a Justa Roston, de la Asamblea Ciudadana de Concordia sobre cómo sucedieron los hechos y cuáles son las denuncias que vienen realizando a la empresa argentina UGA Seismic SA.
– Un comunicado del 7 de agosto informó que habían sido detenidas cuatro personas injusta y criminalmente. Fueron judicializadas por los hechos acaecidos el 3, 4 y 5 de este mes en la ruta 15. ¿Podrías explicarnos cuáles son los hechos denunciados?
En las primeras horas del domingo 3 de agosto, luego de una jornada tranquila desde el día anterior, alrededor de las 16 fuimos avisados de un hecho que esperábamos y del que habíamos alertado a nuestras autoridades nacionales, provinciales y municipales; que consistía en el paso de camiones vibradores para prospección sismográfica con destino al Uruguay, a la zona de Salto y la conocida como Piedra Sola que abarca parte de los departamentos de Paysandú y Tacuarembó en el vecino país.
-¿Qué iban a hacer esos camiones allí?
Estos camiones pertenecen a una empresa localizada en el sur de nuestro país, en Comodoro Rivadavia, y se dedican a la perforación sismográfica. Ellos saben que en el subsuelo, por debajo del Acuífero Guaraní, existen formaciones de esquisto que contienen en forma de burbuja gas y petróleo. El estudio consiste en hacerle como una ecografía a la tierra para determinar los puntos exactos para perforar con la ayuda de grandes cantidades de agua, a esto se lo denomina fractura hidráulica o más conocida como fracking, para producir explosiones y liberar el gas o el petróleo contenido en la roca.
Es una perforación que se realiza primero en forma vertical a 4000 metros aproximadamente, por lo tanto, atraviesa el Acuífero Guaraní que en esa zona se estima que está a 1200 metros de profundidad.
-Estamos hablando de la mayor reserva de agua dulce de la humanidad.
Que compartimos con Brasil, Uruguay y Paraguay. Esta es una fortuna que debemos cuidar porque las próximas guerras no van a ser por petróleo sino por agua dulce, un bien sumamente escaso.
-Entonces, ¿qué pasó?
Ningún funcionario nos dio respuesta, hicieron oídos sordos a nuestros pedidos y a las 16 del domingo nos avisan que los camiones ya venían avanzando a la altura de la represa de Salto Grande. La asamblea hacía quince días que venía apostándose en la ruta 15 en el acceso a Salto Grande, que es el cruce fronterizo, realizando tareas de información y difusión, tanto del fracking como de lo que teníamos conocimiento que iba a ocurrir.
Esa tarea de vigilia y discusión se transformó en una guardia permanente esperando el paso de los camiones para tratar de detenerlos de acuerdo a nuestras posibilidades. Fue una tarea sumamente pacífica. Primero llegó un camión de los cuatro que esperábamos, se estacionó en la estación de servicio y quedó ahí. Como nosotros sabíamos que no pueden transitar después de las 18 hasta el otro día a las 8, bajamos la vigilancia y dejamos pocas personas, volviendo al día siguiente.
Alrededor de las 8:30 se juntaron los cuatro camiones y comenzaron a acceder a la ruta. En ese momento seríamos 20 o 25 asambleístas de Concordia, Concepción del Uruguay, Chajarí, Federación y Colón, que nos apostamos sobre el camino, pusimos el cuerpo y un auto que iba a marcha muy lenta adelante, obligándolos a tirarse sobre la banquina.
Con nuestros cuerpos obstaculizamos el acceso a la ruta y no les quedó otra alternativa que avanzar sobre la banquina, entonces le atravesamos el coche y nos sentamos con carteles impidiéndoles continuar.
En ningún momento, ni por un instante, fue interrumpido el tránsito en la ruta que quedó libre. A medida que fueron pasando las horas la Gendarmería se empezó a impacientar y a solicitarnos que nos retiráramos diciendo que tenían una orden judicial, incluso nos leyeron un acta que no nos entregaron e invocando una orden judicial que nunca vimos comienzan a avanzar tomando preso a un compañero muy joven, luego a otro, cuatro en total detenidos al azar diciendo que eran los cabecillas, en forma violenta, con golpes, hay fotos de uno con heridas sangrantes a quien subieron a un camión de la Gendarmería sin prestarle asistencia médica. Luego fueron llevados al destacamento de Gendarmería donde quedaron detenidos, lo cual fue una barbaridad no solo porque nunca apareció la orden judicial sino porque estuvieron más de 36 horas sin tener derecho a la asistencia de un abogado ni poder hacer una llamada telefónica.
-¿Están en libertad actualmente?
El lunes a la mañana fueron trasladados al Juzgado Federal de Concepción del Uruguay luego de hacerles conocer los cargos por los que se les imputa, fueron liberados, pero quedan judicializados por violación al artículo 194 y 238 incisos b y c del Código Penal. Una medida injusta y excesiva.
Finalmente, los camiones pudieron cruzar al Uruguay de noche, con los precintos rotos, cosa que denunciamos, violando todas las normativas tanto aduaneras como de tránsito.