Por Miriam Moreyra. Ante la falta de vacantes y la preocupación por la nueva inscripción on line del Ministerio de Educación en la Ciudad, se presentó un proyecto en la Legislatura porteña que impulsa la construcción de 25 escuelas en la zona sur.
La semana pasada se presentó un proyecto de ley en la Legislatura porteña para la construcción de 25 escuelas en la zona sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El proyecto busca resolver parte del problema que surgió como resultado de la grave situación de desescolarización que dejo la pasada inscripción on line del Ministerio de Educación. Lo que se sumó a la falta de vacantes educativas en distintos distritos y la ausencia de política por parte del ministerio y del gobierno porteño dirigida a resolver en forma definitiva la precarización de la educación.
El proyecto, que cuenta con la firma de los diputados Ramal, Vera, Bordart y Bergel, recoje las conclusiones del informe presentado por la “Multisectorial por la escuela pública”. Solicita además la anulación de la inscripción centralizada para el ciclo lectivo 2015.
Marcha y Che Barracas dialogaron con Laura Marrone quien integra la Comisión de Educación de ADEMYS y es asesora de la Comisión de Educación de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires por Izquierda Socialista en el Bloque del FIT.
– ¿En qué consiste el proyecto?
– Lo hemos hecho en Ademys, y lo presentamos a la legislatura como Frente de Izquierda. El proyecto surge porque nosotros venimos hace 17 años reclamando la construcción de escuelas en la zona sur, que tuvo un crecimiento poblacional, hay nuevos barrios y no se ha previsto el equivalente en la construcción de escuelas. Esto se puso en evidencia todo este año con la inscripción on line, pero es un reclamo que tiene ya siete años. Empezamos en 2007, lamentablemente ha pasado todo este año y no hubo ninguna medida del Gobierno de la Ciudad para revertir esto y no hubo partida de emergencia. Vamos a una crisis nuevamente en marzo del 2015, entonces nosotros hicimos un relevamiento, recorriendo las matrículas de las escuelas, el egreso de la sala de 5 que va ingresar a primer grado el año que viene, hicimos lo mismo con las escuelas medias, en los distritos 5, 19, 21, 20 y 13, que es toda la zona de la comuna 8 y parte de la comuna 3. El resultado es el reclamo por las 25 escuelas, lo que supondría una partida de emergencia de 200 millones de pesos, es una estimación, puede ser un poquito más o un poquito menos, pero lo que sí está claro es que debería haber un plan inmediato de construcción de escuelas.
– Previo a esta presentación del proyecto ¿se realizó una investigación de los espacios ociosos a lo largo de la ciudad, específicamente en esta parte sur?
– Exactamente, ahí descubrimos que hay cinco manzanas, que están en Parque Patricios, que correspondían a los talleres de reparación del Gobierno de la Ciudad, en la calle Lavardén. Curiosamente en el mes de diciembre, el 13 de diciembre, el Gobierno de la Ciudad se la cedió a la Corporación del Sur, sin paso por la Legislatura. La Corporación del Sur inmediatamente se las concesionó a instituciones privadas, como el ITBA, la Universidad de El Salvador y oficinas. En total el predio tiene 59 mil metros cuadrados.
Esto es un despropósito, porque es una zona donde nosotros venimos reclamando escuelas desde esa fecha. Ahora se agrava porque justamente a pocas cuadras está el nuevo predio vecino de la cancha de Huracán, donde se van a construir por el plan Procrear más de mil viviendas y no habría escuelas para esos niños. Entonces nosotros reclamamos que se anule la concesión a estas entidades privadas, que es parte de la política privatista que el PRO tiene en la ciudad con respecto a la educación. Le conceden el terreno, le conceden becas para los alumnos que van a ir allí y es probable (esto no lo sabemos pero hay que investigar) en relación a créditos para que construyan, así que es el regalo con moño que el PRO le hace a la educación privada en desmedro de la educación pública y nacional.
El mismo relevamiento hicimos en la zona de Pompeya y Soldati, que ahí hay muchas fábricas que están cerradas, de manera que en la zona sur problemas de terrenos no tenemos. Primero, hay terrenos que serían gratuitos como estos públicos que te he mencionado, pero después tenemos terrenos de fábricas que están cerradas hace muchos años como por ejemplo la Centenera, en la Calle Centenera y Avenida Cruz, que es un edificio inmenso donde había antes unas dependencias de las pinturerías Alba. Tenemos en Varela y Cruz una zona que son cerca de 5 manzanas que corresponden al Instituto de la Vivienda (IVC). Dentro de esas cinco manzanas se podría destinar una media manzana para un polo educativo, porque ahí se van a construir viviendas y no hay previsto ningún plan de construcción de escuelas.
El distrito 21, por ejemplo, estalla. Tiene una diferencia de matrículas de cerca de 350 para el año que viene entre inicial y primaria y no tiene prevista ninguna construcción nueva. Ahí los padres se reunieron, hicieron un petitorio para que se expropie o se compre una escuela privada que está cerrada hace varios años. El gobierno la alquiló, unos años después la dejó, y está ahí cerrada. En el distrito 13 hay un terreno que la supervisión del distrito reclama desde hace años para que se construyan escuelas en la zona de Copelo y del barrio Nájera, donde no hay, y curiosamente ahora se está levantando una iglesia evangelista en un terreno que estaba reclamado para escuelas públicas. No hay política de construcción de instituciones educativas. En el distrito de Pompeya y Soldati, en distrito 19, en todos estos años han construido solo una escuela primaria, que es la escuela 23, y es una zona que estalla.
– ¿Cuáles son los pasos que tiene que seguir este proyecto para que efectivamente se trate, se discuta y, ojalá, se sancione?
– Nosotros los presentamos ya la semana pasada. El informe lo presentó Ademys. En marzo de este año tuvimos la entrevista. Luego lo presentamos en la Legislatura y, cuando se hizo presente el director de recursos económicos, le volvimos a plantear el problema. Nuevamente le entregamos notas y vimos que no había ninguna respuesta, es decir que no asumían como gobierno la responsabilidad de gestar ellos la propuesta; por eso hicimos el proyecto de ley que también recoge los análisis que hizo la multisectorial de la escuela pública, que es un colectivo de padres y docentes que se abocó específicamente a plantear los inconvenientes de la famosa inscripción on line. Tendría que tratarlo la Comisión de Educación. Lamentablemente el PRO tiene la agenda cambiada, porque en este momento, y desde hace 2 meses, no permite que se trate ningún otro tema que no sea su proyecto de evaluación, que es la creación de un instituto evaluador. Van a pretender que se sancione como prioritario sin que tenga ni siquiera sanción de la comisión de educación, y que significa el eje puesto al revés, como si el problema de la educación fueran los docentes.
– Se conoció hoy que este proyecto del instituto evaluador y ¿se va a discutir el 21 en la Legislatura?
– Así es, nosotros estamos explicando que la Ciudad no necesita nuevas evaluaciones. En los últimos 22 años, que es cuando empezaron las políticas de evaluación externas en carácter de muestra -que se empezó durante el gobierno de Menem-, tenemos más de 3 evaluaciones nacionales, más de tres evaluaciones jurisdiccionales, y 4 evaluaciones internacionales. Esto no ha significado ni siquiera una revisión de las políticas de evaluación por parte de los gobiernos que las vienen realizando; o a lo sumo por organismos internacionales que supuestamente debieran servir para direccionar políticas públicas.
La verdad de la historia es que lo que se pretende es ir hacia una evaluación de tipo censal, es decir, docente por docente y alumno por alumno. En el caso de los alumnos, el egreso de quinto grado se pretendería la calificación diferenciada de los títulos de la escuela media: esto ya lo están empleando en España, fue una reforma que se aplicó en diciembre de 2013 que se llama la Ley de Mejoras de la Calidad Educativa, por la cual estas pruebas que les vienen haciendo a los chicos ya no serían más orientadoras sino que tendrían consecuencias sobre la calidad de los títulos. En este caso es un problema que afecta a docentes, estudiantes y a las familias.
En el caso de la evaluación a los docentes, lo que se pretende es generar una competencia entre escuelas por la matrícula y por los fondos, por los salarios. Esto ya se demostró que es equivocado, que ha conducido al efecto contrario. En Estados Unidos, que es el primer país que empezó a aplicar este sistema en el año 91 con la presidencia de Bush, su viceministra de Educación, que se llama Dian Rabit, escribió un libro en 2010 llamado “Vida y muerte del sistema educativo en Estados Unidos”. En ese libro pide perdón al pueblo de los Estados Unidos por haber implementado este tipo de evaluaciones que condujeron a una mayor fragmentación del sistema y a un empobrecimiento del currículum, porque el docente que sabe que la prueba de evaluación va a incidir sobre su salario se concentra en enseñar y entrenar para respuestas a la pruebas de evaluación, que son estándar, que son múltiple Choice, son circunscriptas a lo básico para lograr mejores resultados. No se estudia más poesía, ni instrucción cívica, no hay cultura general, todo es la implementación de lectura y escritura como si estuviéramos en un currículum de la ley 1420.
– Este proyecto lo que posibilita es la entrada de capitales privados a la educación pública.
– En carácter de autárquico del instituto evaluador que propone el PRO pretende salir de la esfera del Ministerio y de la propia legislatura, en cuanto a la sanción del presupuesto para poder recibir fondos de organismos internacionales, lo que significaría deuda externa que después tiene que pagar el conjunto de la Ciudad. En este sentido, el Banco Mundial ha establecido que aquellos países que pongan sistemas de evaluación externa van a recibir estos créditos. Ya los conocemos, los créditos del Banco Mundial fueron los que instrumentaron la reforma de los 90 que nos condujeron a la crisis que ya sabemos.
De esta forma, se fragmenta el sistema provocando un corrimiento de matrículas, ya que se publican ranking de escuelas. La actual dirección de planeamiento publica en la página web del Ministerio un boletín que se llama “Boletín de mi escuela” donde da los índices demográficos y socio económicos del distrito y los niveles de repitencia y edad de las escuelas. No hace falta ser muy ducho para darse cuenta que este tipo de índice está mostrando ya problemas. Nosotros decimos que se basan en que supuestamente las pruebas PISA darían cuenta de un problema con la educación Argentina, pero desconocen que las propias pruebas PISA señalan en su enfoque metodológico que una variante central y determinante de casi todos los resultados son las condiciones de las familias de origen de los estudiantes; que es nivel socioeconómico, nivel cultural y estabilidad laboral, y que luego el otro factor es la existencia o no de un sistema público más o menos homogéneo, no fragmentado ni competitivo. Los países que mejores resultados tienen son aquellos que su sistema público es mayoritario y no existe competencia entre escuelas. Que es a lo que conducen las evaluaciones externas.
– Con estos dos proyectos se ve claramente a donde apunta la política de educación del gobierno de la ciudad: por un lado tenemos un proyecto para escuelas más competitivas, con rendición de calidad en base a estándares, mientras que por otro lado existe una falta de inversión en educación pública real, no solo infraestructura sino en la educación real.
– Sí. Ahí podríamos agregar, en relación con el presupuesto, que nunca hemos llegado al 6% del PBI, estamos en 5,3%, y la Ciudad de Buenos Aires es uno de los lugares que menos esfuerzos hace porque solamente dedica el 21% de su presupuesto a educación, mientras que el promedio de las provincias es del 30%. Por eso nosotros planteamos la re nacionalización del sistema educativo, esto es una cosa necesaria y urgente, y que la población tiene que saber de qué hablamos cuando mencionamos que queremos un sistema único: no queremos evaluación externa, queremos espacio para la formación docente continua en el horario de trabajo, porque es imposible un plan permanente si no hay un política permanente del Estado dentro de la propia jornada laboral. Es decir, tenemos un montón de propuestas y en lo inmediato dos leyes concretas para que no se sancione este proyecto de ley, y en cambio se sanciones el proyecto de ley de creación de escuelas.