Astarsa, astillero de la zona norte castigado por la represión
Por Edgar Juncker y Francisco Longa. Los conflictos en el marco de negociaciones paritarias, paros nacionales, despidos y suspensiones tienen, de un tiempo a esta parte, a la zona norte como un espacio privilegiado para dirimir la conflictividad laboral. Aquí un panorama de la situación productiva y sindical del cordón norte del conurbano.
N. de R.: Esta es la tercera entrega del reportaje “Historia del Conurbano norte”.
Las metamorfosis del territorio
En las anteriores entregas revisamos la configuración histórica y económica de la región norte del conurbano. Allí vimos que mientras los municipios del sur del gran Buenos Aires fueron alojando a la clase trabajadora industrial de principios y mediados de siglo XX, la zona norte se mantuvo como una región principalmente residencial, donde la pequeña y gran burguesía poseía sus propiedades en pintorescos barrios de casas amplias.
Sin embargo, en las primeras décadas de la segunda mitad del siglo pasado, y en el marco del modelo económico desarrollista, la Región Metropolitana Norte, en este caso ampliada (a partidos como San Martín, Tres de Febrero, Malvinas Argentinas y San Miguel) comienza a ser escenario de locación de grandes empresas multinacionales como así también de Pymes industriales.
Consecuentemente, durante las décadas del 60 y primeros 70, las fábricas de la zona serán lugares privilegiados por las organizaciones de la izquierda revolucionaria para realizar tareas de militancia, debido al gran dinamismo y crecimiento de las fuerzas productivas. Se puede citar como ejemplo el protagonismo que tuvo en la movilización contra el “Rodrigazo” la llamada Coordinadora Interfabril de Zona Norte, órgano destinado a nuclear las bases obreras de la zona, estructurado y dirigido por militantes del peronismo y de la izquierda revolucionaria.
Esta acumulación política en el sector asalariado por parte la militancia de izquierda recibirá un duro revés a partir de marzo del 76. El activismo sindical de la zona fue unos de los blancos predilectos de la represión militar, lo cual queda atestiguado en función de la cantidad de trabajadores detenidos-desaparecidos de la zona.
Solamente entre los astilleros Astarsa y Mestrina de Tigre hay treinta obreros navieros desaparecidos, mientras que en la fábrica Ford del mismo distrito se secuestraron una veintena de obreros que estuvieron técnicamente desaparecidos durante días o semanas. Además, existen por lo menos testimonios sobre 8 delegados de la Ford que fueron detenidos y torturados en el mismo predio de la fábrica, lo que refuerza la complicidad entre la patronal y la dictadura militar.
Más adelante, con la consolidación del neoliberalismo durante la década del 90, la clase trabajadora en general y las fábricas de la zona norte en particular recibirán un segundo gran golpe: la caída de los niveles de empleo en el marco del proceso desindustrializador que atravesará el país será abrupta.
El resurgimiento
Luego de haber sido entonces brutalmente afectada por la oleada neoliberal, la actividad industrial de la zona norte recibirá un impulso revitalizador a partir de la puesta en marcha del actual modelo neodesarrollista en el país. La última década, comandada por las gestiones kirchneristas, redundará en una notoria recomposición del empleo, asentada en parte en el renovado polo industrial y fabril de la zona norte, donde las industrias metalúrgicas, automotrices y alimenticias hacen punta; tanto es así, que en los últimos años la participación de la industria en la economía total de la región es muy importante.
Según los últimos datos disponibles, el porcentaje del PBI entre grandes empresas y Pymes es del 46,3% en el conurbano norte, destacándose el caso de Tigre con 55,6%, Vicente López con el 41,7% o San Fernando con el 38,6%. También son importantes los niveles de empleo en el sector, como en San Fernando donde más del 30% pertenece a este rubro, o San Martín en donde la cifra asciende hasta casi 37%. El desarrollo de las diferentes actividades industriales muestra variaciones de acuerdo a cada partido. Por ejemplo: Vicente López muestra un fuerte desarrollo de la industria química, de plásticos y otros derivados del petróleo, mientras que la industria maderera está concentrada en Tigre.
La industria automotriz, de autopartes y de maquinarias está presente en casi todas las localidades, al igual que la alimenticia, como por ejemplo Paty o Pepsico S.A. en Vicente López, el frigorífico Cocarsa en San Fernando y la planta de Mondelez (ex Terrabusi y exKraft) en Tigre, que nuclean grandes cantidades de trabajadores de la región.
Esta concentración de trabajadores asalariados en la región está visibilizando desde los últimos años un espacio de alta conflictividad laboral. Luego del destacado conflicto en Kraft Foods en 2009 contra 155 cesantías, que terminó con varios días de paro y una fuerte represión por parte del gobierno nacional, entre 2013 y 2014 las protestas del sector sindical en la zona se multiplicaron incluyendo bloqueos a la entrada de las fábricas, cortes en la autopista Panamericana y acampes.
Gradualmente, las comisiones internas conducidas por trabajadores de base se han multiplicado. Hoy en día en importantes fábricas como Donnelley, Mondelez, Pepsico, Lear, Paty y Gestamp, los trabajadores se nuclean a partir de comisiones internas clasistas. Algunas de las agrupaciones de izquierda que tiene incidencia en esas fábricas son el PTS, el Partido Obrero, Opinión Socialista, el Nuevo Mas y Democracia Obrera.
En las escuelas también se organizan
Pero no solamente en el ámbito fabril la conflictividad sindical se expresa; la huelga docente de principios de año se presentó con fuerza en la zona norte. Tal vez esto pueda comprenderse en relación al trabajo de base que muchos docentes, agrupados políticamente como independientes, vienen haciendo.
El caso emblemático es Tigre donde el año pasado la lista Multicolor (que aglutina a diferentes fuerzas de la izquierda partidaria e independiente) recuperó la seccional del Suteba. Esto ayudó a que durante el conflicto de principios de año, Tigre fuera uno de los distritos con mayor participación de docentes en las asambleas y con movilizaciones masivas por las calles del municipio.
Este sintético mapeo nos permite tomar dimensión acerca de la envergadura económica que presenta la zona norte, la cual en los últimos años sin dudas se ha convertido en la zona más dinámica del conurbano bonaerense en cuanto a conflictos sindicales.
En nuestra próxima entrega de la serie sobre la zona norte, analizaremos la situación de la tierra y la vivienda en la región, jaqueada por la especulación inmobiliaria.