Por Leandro Rosso. El 22 de julio es el Día Mundial de Lucha contra la Minería a Cielo Abierto. Argentina es terreno de enriquecimiento y polémicas por el avance de los grandes negocios extractivistas que ponen en peligro la soberanía natural.
Cada 22 de julio los pueblos conmemoran el Día Mundial de Lucha contra la Minería a Cielo Abierto, es un método de extracción de minerales basado en la explosión de cerros para luego separar el mineral de los escombros, mediante cianuro u otros químicos. En la región, los cerros linderos a la Cordillera de los Andes son el blanco elegido por las multinacionales para la obtención de oro, cobre u otros elementos. Se trata de regiones donde el curso del agua está presente y que permiten el abastecimiento a sus pueblos, ya sea para el consumo doméstico o para actividades económicas. Cuando se viaja más al sur argentino, el caso se vuelve más extremo debido a la ubicación de los glaciares, que acaparan la principal fuente de agua dulce del planeta.
Los grandes emprendimientos mineros que hay en el país son herederos de las políticas de la década del noventa. El cúmulo de leyes aprobadas entre 1993 y 2001 permitió un incentivo para que las empresas mineras trasnacionales se instalaran en el territorio argentino.
En mayo de 1993, fue promulgada la Ley 21.196 para las Inversiones Mineras, que garantiza la estabilidad fiscal por el término de 30 años. “La estabilidad fiscal significa que las empresas que desarrollan actividades mineras en el marco del presente Régimen de Inversiones no podrán ver afectada en más la carga tributaria total, determinada al momento de la presentación, como consecuencia de aumentos en las contribuciones impositivas y tasas, cualquiera fuera su denominación”, señala en su artículo 8. Con el correr de los años, la norma fue reformada una y otra vez, bajo el resguardo de evitar toda clase de tormentos impositivos. Un ejemplo de esto son las exenciones al impuesto a las ganancias para determinados tramos de los emprendimientos.
A su vez, la Ley 25.161, promulgada en 1999, prohíbe a las provincias adherentes al régimen de percibir un porcentaje superior a 3 puntos porcentuakes del valor “boca mina”, es decir del valor del mineral extraído previo a su procesamiento. Según el informe Quince mitos y realidades de la minería transnacional en la Argentina, “este método de cálculo permitió que en San Juan -paradigma de esta gran minería-, en concepto de regalías, la empresa Barrick Gold, por Veladero (la mina más grande de la provincia), haya aportado en 2009 sólo el 1,7 por ciento en concepto de regalías del mineral extraído. Esto significó que, del total de ingresos de la provincia por todo concepto, el ingreso por regalías de Veladero haya consistido en menos del 1 por ciento del total (38 millones de pesos de de regalías sobre un ingreso total de 3.960 millones de pesos)”.
Barrick Gold es además la empresa que pretende llevar acabo otro emprendimiento, pero de mayor envergadura: Pascua-Lama. Es el único proyecto mega-minero que es ocupado en dos territorios nacionales: Chile y Argentina. Algunos ya lo denominan “las minas de Potosí del siglo XXI”, otros como “el tercer Estado”.
En estos momentos, la monumental mina permanece paralizada desde abril de 2013 por decisión de la Cámara de Apelaciones de Copiapó de la Justicia chilena, a partir de la lucha de las comunidades diaguitas. “El tema hídrico es nuestra mayor preocupación, porque en eso se basa nuestro pueblo: nuestra forma de vida, nuestra agricultura y nuestra ganadería”, señalaba Solange Bordones, referente diaguita, en aquel entonces para el portal BioBioChile. “Aparte de que nos disminuían el agua, venía con sedimentos y lo que ellos removían, desviaban el curso de las agua nuestras. Había mucho levantamiento de polvo en suspensión, veíamos que los glaciares estaban prácticamente destruidos”.
Argentina también tuvo sus momentos de movilización masiva que forjaron el abandonado de distintos emprendimientos. El antecedente más primerizo fue en el pueblo de Esquel, provincia de Chubut, donde el 23 de marzo de 2003, mediante una consulta popular, el 81 por ciento del pueblo votó en contra del proyecto de la multinacional canadiense Meridian Gold. Nueve años después, una situación muy semejante ocurrió en Loconpué, en Neuquén, donde un 82 por ciento de la población votó en oposición al extractivismo el 3 de junio de 2012.
En la región más al norte, las situaciones requirieron mayores esfuerzos. El pueblo de Famatina se convirtió en un caso paradigmático porque logró vencer a la propia Barrick Gold en 2007 y luego a la Osisko Mining Co en 2012 y 2013, mediante un inédito corte de ruta pegado al cerro donde la empresa canadiense pretendía explotar los recursos. En julio de 2013, el gobernador Luis Beder Herrera declaró la rescisión del contrato con la minera en épocas electorales.
El primer semestre de 2012, bajo el impuso del famatinazo, surgieron otros cortes selectivos de rutas, bajo la finalidad de prohibir el paso solo a los camiones ligados con alguna actividad minera. Pero en la mayoría de los casos se padecieron ataques represivos. Tales fueron los casos de Tinogasta y Cerro Negro, entre otros. En menos de seis meses de gestión, la gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, ordenó cinco represiones en distintos puntos de su provincia.
Otro punto geográfico a resaltar es el de Andalgalá, cuya asamblea El Algarrobo desde 2009 mantiene su lucha contra los proyectos de Agua Rica y Bajo la Alumbrera. “No tenemos hospitales en buenas condiciones, apostaron al desguace de algunas instituciones educativas para que los jóvenes de Andalgalá tengan que emigrar hacia otros lados para poder estudiar y formarse como profesionales, no tenemos rutas en buenas condiciones, así apuestan a la desconexión de los pueblos, quieren restringirnos el uso del agua. Pasamos tres días sin luz ni agua potable, no quieren que hidratemos nuestros jardines y nuestra tierra cuando la minera La Alumbrera usa diariamente sus infaltables 100 millones de litros diarios de agua dulce”, señala la asamblea en un comunicado de aquel agitado 2012.
Xstrata es la principal multinacional que participa de ambos proyectos en Catamarca. Según la organización mundial Amigos de la Tierra, esta empresa suiza cometió actos de genocidio en siete países, según lo establecieron en un acto en Ginebra a finales de junio de este año.
La Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina asegura que en 2011, La Alumbrera se convirtió en la principal empresa exportadora del país en materia de divisas: más de 4.100 millones de dólares. Y a pesar de eso, según los propios números del Indec, la región de Gran Catamarca lleva diez años con las líneas de pobreza y de indigencia superiores al promedio nacional.
La repartición de fondos a universidades por parte de La Alumbrera y el famoso veto de la presidenta Cristina Fernández a la Ley de Protección de Glaciares, pocos días después de su famoso estrecho de manos con Peter Munk (CEO de Barrick Gold), son algunos puntos significativos de cómo las empresas abogan los acuerdos con entidades estatales a la hora de perpetrar sus negocios.
Y sin embargo, todos los días son 22 de julio.