Por Leonardo Candiano. Marx ha vuelto, por lo menos eso es lo que nos muestra la miniserie online que durante mayo cautivó a internautas de todo el mundo. Marcha dialogó con sus realizadores, que adelantan una prometedora precuela en breve.
Marx ha vuelto es una novedosa propuesta realizada por Contraimagen, TVPTS y el Instituto del Pensamiento Socialista -IPS- Karl Marx, espacios vinculados al Partido de los Trabajadores Socialistas -PTS-.
Se trata de una miniserie de cuatro entregas que pueden seguirse online en la que se cuenta la historia de un grupo de trabajadores que comienzan a organizarse ante los despidos y suspensiones que pretende imponer su patronal con la anuencia del sindicato. En ese contexto, uno de los jóvenes obreros le pide a una compañera un libro, el Manifiesto Comunista, y al comenzar a leerlo, imagina y sueña al mismísimo Marx en versión argentinizada, contándole personalmente a él y a sus compañeros sus ideas sobre los motivos de las crisis económicas y la necesidad de la lucha por una sociedad sin clases.
Protagonizada por el genial Carlos Weber -que ya se había puesto en la piel del autor de El Capital en la excelente Marx en el Soho, obra teatral que durante los últimos años se presentó con gran éxito en diversas salas porteñas- y Martín Scarfi, la miniserie superó las expectativas de sus realizadores y ya fue observada por cientos de miles de personas en todo el mundo, con subtítulos en cinco idiomas diferentes.
Marcha quiso conocer esta historia por dentro, y entrevistó a Javier Gabino, integrante de Contraimagen y del PTS, uno de sus realizadores, quien nos comentó los pormenores de la obra y nos habló de su continuidad.
¿Cómo surgió la idea de hacer la miniserie?
Es una historia interesante porque termina como una miniserie pero en principio surgió como idea de hacer videos didácticos para un curso sobre el Manifiesto Comunista, que constaba de cuatro encuentros.
El curso había sido preparado en diciembre del año pasado por el Instituto de Pensamiento Socialista Karl Marx, y se realizó durante febrero y marzo de este año en todo el país. Fue un curso para trabajadores, docentes, estudiantes. En principio los compañeros del IPS nos convocaron a nosotros, Contraimagen y TV PTS, a ver cómo podíamos aportar para incentivar la lectura y que hubiera disparadores para el debate. En un comienzo pensamos en algo más didáctico, pero nos fuimos de cualquier idea de las que se tienen pautadas para la pedagogía. Lo que hicimos fue generar una historia de ficción tomando los cuatro ejes que se iban a ver en esos encuentros, que eran “Burgueses y proletarios”, “El mercado y las crisis”, “El estado y la revolución” y el último que se iba a llamar “El comunismo” y terminó siendo “El poder de los trabajadores”.
Entonces, lo que partió como una idea que tenía que ver con la didáctica en un curso sobre el Manifiesto Comunista terminó en una miniserie de ficción de cuatro capítulos porque nos dimos cuenta, cuando se estuvieron haciendo los cursos, que constaban de cuatro clases dadas semana a semana, que este formato de entregas generaba que la gente la vea como una miniserie. Veían un video y al otro encuentro querían saber qué había sucedido con los personajes, qué desarrollo iba a tener la historia. Ahí nos dimos cuenta que, casi sin quererlo, habíamos construido una miniserie.
¿Cómo fueron estructurando estos ejes a la hora de armar el guión?
El guión consta de tres líneas que se van articulando entre sí, una es la de un grupo de trabajadores jóvenes de la Argentina actual que sufren suspensiones y despidos y entonces se empiezan a organizar. En otra línea aparece un Marx que genera mucha empatía, porque tiene un habla coloquial, toma cerveza, unos buenos mates, charla, discrepa en una especie de bar que recién al final se va a saber qué es. Y una tercera línea de archivo y retazos de materiales de la web que nos permitía proponer cosas que no podíamos decir a partir de la ficción, o ampliar ideas y conceptos.
¿Cuándo definieron publicarlo?
Nosotros ya teníamos ese objetivo desde el comienzo, y definimos la publicación online siguiendo el mismo esquema de cuatro entregas semana a semana durante mayo, lo que tuvo muchísima aceptación.
Esto nos llevó a encarar un nuevo capítulo, algo en lo que estamos ahora. Ya hablamos con los actores y trabajamos sobre los guiones. Este quinto capítulo es en realidad una precuela. En vez del capítulo 5, sería el 0. Cuando vos ves el primer capítulo encontrás que Martín, el protagonista, le pide a Laura un libro, ese libro es el Manifiesto Comunista. Lo que vamos a contar ahora es por qué él quiso leer ese libro, lo que nos va a llevar a otros debates e historias de ese grupo de jóvenes y del mismo Marx.
Desde el punto de vista temático, queremos tocar la idea de la sociedad comunista. Te dije que el cuarto capítulo en un principio se llamaba “El comunismo” pero le cambiamos el nombre por “El poder de los trabajadores”, porque el comunismo en realidad fue la idea de Marx de una sociedad sin clases, sin explotados ni explotadores, sin Estado incluso. Entonces, queríamos rescatar esa idea del comunismo, y no como una cuestión utópica, sino, por lo menos así lo presentaba Marx, científica, en el sentido de que la posibilidad del comunismo surge de todos los avances técnicos e industriales que se dan bajo el capitalismo. Esa es la idea que queremos tomar en el capítulo 0.
Como ves, siempre estamos pensando en transmitir una idea, desde el punto de vista político e ideológico, pero lo estamos haciendo desde un tratamiento que no tiene nada que ver con la comunicación política normal ni con la propaganda en el sentido panfletario del término.
Después de este éxito de Marx ha vuelto y con esta precuela a cuestas, ¿tienen otros proyectos en mente?
Sí. Estamos pensando en hacer ficciones con otros temas, con otros personajes de la historia, más allá de Marx. Nosotros tenemos ya un cortometraje sobre Trotsky que se llama Mi nombre es Trotsky, pero queremos incursionar en la ficción para otros temas, por ejemplo, historias de las revoluciones, economía, que es algo muchas veces difícil de explicar.
Hay un evidente cambio de formato en las producciones que venían haciendo mayoritariamente en Contraimagen, más documentales y de largo aliento, respecto de esta ficción online de breves capítulos, ¿cómo se dio ese pasaje?
En el audiovisual siempre hay una fina frontera entre lo que es el documental y la ficción. Cuando uno hace un documental también está ficcionando desde muchos puntos de vista. Por más que trate historias de la realidad, muchas veces escenas que vemos en los documentales están pautadas por los personajes, eso se hace desde que se inventó el documental, y además cada persona que se pone frente a una cámara muchas veces actúa, salvo en aquellos momentos de registros más crudos. Otro aspecto es que la subjetividad del documentalista siempre se plasma en un documental. En el montaje, el recorte, el punto de vista, el documental también tiene una subjetividad, muchas veces tan grande como la de la ficción. Lo que quiero decirte es que no es algo estanco la diferencia que puede haber entre el documental o la ficción, más allá que entre uno y otro hay un salto cualitativo, porque en la ficción uno utiliza actores, controla todo el proceso y cuenta una historia que puede tener muchas metáforas o puede ser mucho más abierta que un documental.
Por otra parte, sí, nosotros veníamos de trabajos largos, como Memoria para reincidentes, que dura una hora y cuarenta minutos, pero ya veníamos pensando en encarar la ficción, a nosotros nos interesa el cine de conjunto y la ficción siempre es un atractivo porque uno puede contar historias desde otro punto de vista.
Igualmente, antes habíamos hecho algunas propuestas cortitas, que tuvieron que ver con los spots de las elecciones del Frente de Izquierda y los Trabajadores -FIT-, que también tuvieron ficción, incluso algunos de los actores que participaron de esos spots actúan también en Marx ha vuelto.
En cuanto a los actores, ¿cómo fue su elección? ¿Fueron a buscar a actores, se trata de compañeros de militancia, son actores que militan?
Hay un poco de todo. En principio, el elenco protagónico son todos actores profesionales de teatro independiente. Tanto Carlos Weber como Martín Scarfi, Laura Espíndola e Hilda Frisari tienen sus obras de teatro y están siempre en alguna obra del circuito actuando. Algunos de ellos hicieron un trabajo solidario y otros se sumaron porque les gustó el proyecto y nosotros, si es necesario remunerar el trabajo, tanto a actores como el trabajo técnico de camarógrafos, sonidistas e iluminadores, lo hacemos porque respetamos el trabajo del artista. Así que donde fue necesario, lo hicimos. Después, los extras y los otros actores son militantes. Pero de conjunto hubo un compromiso de trabajar en esto por lo que significaba.
Estaba pensando en la trama de la miniserie y la actualidad que cobra el tema de los conflictos laborales por despidos y suspensiones, por lo que está pasando en muchas fábricas del país.
Sí, cuando a principios de mayo nos juntamos para ver todos los capítulos tal como los habíamos proyectado en los cursos y hacer los ajustes finales, nos sorprendió su actualidad, desde el ajuste, las posibilidades de represión, las suspensiones y despidos. Lamentablemente es muy actual. Lo de Gestamp, lo de Lear, son ejemplos de esto.
Otra cosa que hace a la miniserie en sí misma y su actualidad es que de alguna manera esta historia del joven que recibe el Manifiesto Comunista y realiza una experiencia sindical se basa en mucho de la realidad. Hay como un gran círculo. La izquierda está comenzando a tener peso dentro del movimiento obrero y en los sectores del sindicalismo de base que están saliendo a luchar hoy. Y esa izquierda es la que hizo estos cursos del Manifiesto Comunista. Y mucha de la gente que estuvo en la lucha de Gestamp, no sólo en la fábrica sino los que fueron a apoyar desde afuera, como los trabajadores de las empresas gráficas que estuvieron en la puerta, o de las alimenticias de zona norte, participaron de los cursos del IPS. Desde la izquierda estamos ingresando en el movimiento obrero, somos parte del sindicalismo de base, y las ideas marxistas las estamos llevando allí, y a la vez hacemos una ficción que cuenta eso.
El objetivo que tiene esto es el de aportar a que los compañeros que están en esos procesos de lucha adquieran a partir de esto una conciencia de clase y si es posible, muchos de ellos avancen hacia ideas marxistas.
El PTS, dentro de los partidos de izquierda, es de los que más espacio le da a lo cultural y a la comunicación, pienso en Ideas de Izquierda, TV PTS, Contraimagen, ¿desde qué lectura política ocupa ese lugar preponderante la práctica cultural para ustedes?
Nosotros desde el PTS lo que pensamos es que este es otro frente de batalla. La lucha para nosotros se da siempre en el terreno de la lucha de clases, eso es lo que define nuestra práctica, en el sentido amplio de pensar que las ideas se propagan a partir de triunfos o derrotas, eso lo sabemos lamentablemente por derecha en el sentido de que cuando nos derrotan en los años ´70 lo que se impone son un montón de ideologías y de teorías… pero, más allá de esa definición, consideramos que existen otros planos de la batalla que tienen igual importancia, como la lucha ideológica, que implica también una lucha cultural, que es la de difundir las ideas marxistas. Pero no difundirlas como una verdad revelada, sino recrearlas, repensarlas, pensar qué dijeron Marx, Lenin, Trotstky, Rosa Luxemburgo, Gramsci, y a partir de ellos reelaborar una guía de acción práctica para la realidad actual. Desde ese punto de vista lo artístico y cultural cumple un rol. Vos nombraste Ideas de Izquierda, esa revista es una pelea desde el punto de vista intelectual que pretende dar debates sobre las principales discusiones que hacen a la intelectualidad argentina. Desde lo audiovisual también queremos dar esa batalla, y lo mismo desde lo artístico, por ejemplo con las compañeras de Córdoba que pusieron en pie la obra Panfletarias, que trata de dos payasas tomando el tema de la formación del Estado. Es muy interesante, no parás de reírte durante toda la obra y vas aprendiendo y riéndote de un montón de cosas que implican a la sociedad capitalista y a nuestra historia. Desde el arte y la cultura pensamos que se tiene que dar esta batalla.
Para ver los capítulos de Marx ha vuelto podés ingresar desde aquí a Contraimagen o a TVPTS