En Jujuy, territorio en disputa y resistencia, el 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries se convirtió en una trinchera de luchas colectivas por la vida. En un contexto de crisis climática y extractivismo feroz, este encuentro se tejió desde las voces y cuerpos que cuidan y sostienen el presente, desafiando las fronteras, el patriarcado y la colonialidad.
Por Lourdes Albornoz desde San Salvador de Jujuy * | Fotos: Nadia Sur
En un contexto de crisis climática global y disputa por los bienes comunes para la vida. Con un gobierno que pretende borrar los derechos humanos en Argentina. Con nuestra salud corporal, espiritual y mental profundamente atacada de manera constante, en tiempos donde no se puede tomar un mate sin enterarse de nuevos avances contra nuestra vida.
En este tiempo, año colonial 2024, en un territorio de riquezas y fronteras que se disputan las potencias del Norte Global, San Salvador de Jujuy, sucedió el 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries. En éstas líneas, con la emoción en la piel, pretendo comentar lo vivido desde un cuerpo que es parte de la colectiva indígena, al atravesar un encuentro que tiene más años de existencia que quien les escribe.
La disputa geopolítica
La elección de la sede de éste año no fue casual. Durante el EPMLTTBINB acudieron a Bariloche mujeres pertenecientes al movimiento del 3° Malón de la Paz, quienes denunciaron la persecución política, la crisis institucional y la represión social que viven los pueblos de Jujuy en la disputa por los bienes comunes.
Las decisiones las toma el Norte Global. Sus empresarios, sus parlamentos y sus dirigentes son quienes han provocado la mayor crisis climática en la historia del mundo, violentando los límites planetarios con su codicia. Y no conformes con ello, hoy planifican un futuro “verde y sustentable” para las poblaciones del Norte, a costa del sacrificio de los pueblos del Sur. Allí donde hay litio, uranio, cobre, tierras raras, o simplemente agua, entran con sus donaciones y sus armas de manera simultánea, dos caras de la misma política que saquea nuestra democracia y no pide permiso.
Su presencia en Jujuy se hizo visible desde antes del golpe de Estado de Bolivia. Fue desde allí que se enviaron armamentos y logística a los golpistas. Desde allí se organizan las injerencias en las fronteras nacionales del Abya Yala del Sur. Dicho sea de paso, las fronteras son un invento colonial que solamente ha servido al despojo planificado de los pueblos.
Pisamos este tiempo espacio para acuerpar y comprender las luchas del presente.
La Caminata por el Agua y la Vida
La resistencia y la insurgencia existen en éste territorio de manera sostenida desde la llegada de los españoles hasta hoy. En particular, desde su libre determinación, los pueblos indígenas y comunidades llevan adelante la caminata como acción revolucionaria colectiva posible y coherente con su cosmovisión. Así como se camina en Salta, en Andalgalá, en Mendoza, en Jáchal. Así como caminan los pañuelos blancos en la plaza de Mayo y en las plazas del país, transmitiendo la sabiduría de que el territorio se defiende en marcha, en movimiento con las raíces y los pies.
Las caminatas por el Agua y la Vida Qhapac Ñan comenzaron en 2017, cuando las comunidades cercanas a la Laguna de los Pozuelos se rebelaron ante los graves problemas en el acceso al agua provocados por las empresas mineras que se ubicaron en la zona, extrayendo millones de litros de agua por día.
Se camina duranre 09 días, asambleando, recorriendo las comunidades, el territorio.
En la rueda no hay distinciones ni jerarquías, nadie queda afuera ni al centro. Por eso, aunque se haya cuestionado la presencia de algunas personas en la caminata, los pueblos en su autodeterminación la sostienen, con la idea de que cuando hay común unidad y bien común, los dirigentes son un detalle prescindible.
Tinku, Trawun: memoria ancestral
Encontrarse está en la memoria genética de las especies, y la humana no es una excepción.
En Jujuy estuvieron presentes compañeras de la Comisión Organizadora, madres de la iniciativa del que nació como Encuentro Nacional de Mujeres, quienes recordaron su origen.
El patriarcado y la opresión de las mujeres estuvo presente en todas las organizaciones políticas de Argentina desde su conformación, porque es transversal a todas las instancias de nuestra sociedad actual. Fue así que decidieron comenzar a encontrarse, poner en común las situaciones de violencia hacia dentro de los movimientos, e instalar una agenda propia que dejara de relegar para un eterno después las demandas de género.
Luego de diálogos, luchas cuerpo a cuerpo, contradicciones y movimientos, el nombre del encuentro recoge hoy la diversidad de expresiones identitarias de quienes deciden encontrarse en ese espacio. La palabra “Pluri” ha logrado resumir iniciales que contienen formas de ser diversas y coloridas, como la misma naturaleza.
En las culturas milenarias el encuentro trasciende a la especie humana, y se hacen ceremonias para encontrarse con los espíritus antiguos, con las manifestaciones de todos los seres, con el tiempo pasado y el futuro. Es por eso que los pueblos preexistentes tenemos también nuestros propios encuentros.
Llegado éste momento histórico del actual EPMLTTBINB me pregunto ¿Cómo se eligió la fecha? ¿Sabrán las hermanas y compañeras que es la única fecha en que las comunidades indígenas del Abya Yala nos unimos en autodeterminación para recordar y sanar la herida colonial? ¿O se habrá elegido simplemente por ser un feriado largo?
Muchas mujeres de comunidades tenemos que elegir entre asistir al encuentro o sostener las propias ceremonias y actividades en los territorios por esta fecha. Y siendo las mujeres quienes sostenemos históricamente las organizaciones comunitarias, claramente se superponen agendas, acciones y tiempos, debilitando las organizaciones indígenas y fortaleciendo las de mujeres y disidencias.
Sabiendo que siempre hay intención de abrir las reflexiones por parte del movimiento pluri, traigo este sentir que es una pregunta abierta, y busca aportar a la construcción de espacios que podamos habitar coexistiendo en nuestras identidades comunitarias y en nuestra opción antipatriarcal.
La disputa por la identidad y la dignidad
Estuvieron presentes hermanas de todos los territorios, de todos los colectivos, de todas las luchas. Entre ellas mencionamos: familiares de mujeres víctimas de femicidio, madres protectoras de las infancias, movimientos partidarios, sindicales, movimientos sociales de trabajadoras y desocupadas, jubiladas, estudiantes universitarias, movimientos culturales de músicas, actrices, artistas en general, asambleas socioambientales, socorristas, colectivos de discapacidad, colectivas de personas travestis, trans, intersexuales, no binaries, jubiladas, pueblo nación guaraní, kolla, quechua, mapuche, quichua, maya, hermanas de Paraguay, Kurdistán, de la diáspora Palestina. Un colectivo que viajaba desde Chile no pudo pasar la frontera en el paso de San Francisco ya que no se lo permitieron las autoridades de la Aduana. Estuvieron presentes medios de comunicación independientes y alternativos, en los cuales las hermanas y compañeras cumplieron el doble rol de cubrir el encuentro y participar en él.
Puede resultar complejo explicar quienes participan del encuentro. Ya no es “Nacional”, ni es sólo de “Mujeres”. Y es la complejidad lo que encarna su potencia. En todos los discursos, en todas las palabras, se repitieron las mismas consignas: defensa de la vida propia y la ajena, en todas sus manifestaciones. Repudio al sistema y al gobierno que pone las ganancias por sobre la vida. La necesidad de comprender que nadie se solidariza con la lucha ajena, ni venimos a traer acompañamiento. Somos todes parte de la misma manifestación desigual del patriarcado colonial extractivista que pretende sacrificar la vida, y por ello necesita eliminar a sus guardianas.
El gen de la rebeldía está presente en la defensa del propio cuerpo, en el tejido colectivo, y en la defensa de los cuatro elementos.
El tiempo cósmico
Durante el encuentro se multiplicaron los abrazos, las miradas cómplices y los cantos compartidos. En ellos la certeza de que estamos resonando en la misma vibración, que la sabiduría viene de la tierra, no de las personas, y somos muches quienes hemos recibido su mensaje.
Estamos viviendo el Warmi Pachakuti, el tiempo cósmico donde se corren los velos para que comprendamos de una vez que lo que no tiene raíz caerá, por sí mismo, por su propio peso. Y lo que nos queda es seguir sanando las heridas coloniales para volver a ser rueda, sin egos, sin patrones, sin dominación.
Hay músculo político para pulsar una realidad diferente. El EPMLTTBINB fue un mensaje: donde quiera que llevemos la ternura revolucionaria, la pedagogía del encuentro y del regreso, habrá tejido social.
Donde el tejido no exista, habrá devastación.
Y por el nuevo tiempo que viene, por el planeta que habitamos, por el futuro de nuestra especie, hicimos un pacto de rebeldía. Vamos a ser la buena noticia de cada día. En palabras de Lolita Chávez, sanadora y autoridad del pueblo Maya Quiché: “Pactado está, hecho está, sanado está, liberado está“.
* Integrante de la Red Transandina Ancestrías del Futuro.