En el Mes de las Mujeres , se hace imperioso dar visibilidad a la lucha cotidiana de las mujeres en el contexto del genocidio que atraviesa el pueblo palestino. Escuchar sus voces se convierte en un llamado necesario a detener la barbarie.
Por Vivian Palbaum/ Fotos Nadia Sur y Patry Cugat
La organización Judíos por Palestina[i], organizó un conversatorio en conmemoración de la fecha, para oír sin intermediaciones, las voces silenciadas desde el territorio palestino. Con palabras firmes, entrecortadas, escuchamos las voces de mujeres que resisten y dan testimonio de lo que significa vivir un genocidio en la vida cotidiana. El relato en las voces de Samar Awadallah, Amal Abu Soboh, Hind Abu Aisha desde distintas localizaciones del territorio palestino, quienes agradecen a todos los pueblos de la tierra que salen a la calle en apoyo de la “causa palestina”.
Sus vivencias hacen eco a lo largo y ancho de un mundo que parece deshacerse. Somos las mujeres quienes nos hemos solidarizado a lo largo y ancho del planeta con el sufrimiento y con quienes soportan con sus cuerpos lo insoportable. Sus relatos por momentos se vuelven estremecedores, pero parece necesario darle visibilidad al horror para que las voces del mundo se levanten contra tremenda masacre. Estas mujeres testimonian sobre el creciente número de asesinatos que supera las 30.000 personas con más de un millar de niñas y niños que han perdido a sus familias. El 90% de las desplazadas son mujeres mientras la mortalidad aumenta por el hambre a causa del bloqueo israelí.
Samar Awadallah, representante de la OLP, desde Ramallah, territorio palestino, hace un relato histórico del devenir del pueblo palestino en primera persona. “Soy hija de un hombre y una mujer que vivían en los territorios ocupados por Israel, tuvieron que desplazarse por distintas regiones y nací en un campo de refugiados en Siria” rememora Samar. Relata la continuidad del plan sionista desde 1947 hasta la actualidad que ha llevado al desplazamiento, la dispersión y el exterminio del pueblo que ha habitado esas tierras históricamente. Prosigue, “el proyecto sionista de ocupación no solamente ataca a los hombres, sino a niños, niñas y mujeres… es un ataque a la identidad palestina, porque la mujer es la que une a la familia y ellos quieren destruir a la familia palestina”. Expresa, “lo que pasa en Gaza es el último desastre y el mundo no está viendo estos crímenes”, continúa, “muchos gazatíes quisieron huir porque allí ya no se puede vivir, porque el gobierno actual ha radicalizado sus políticas con el creciente número de asentamientos que ha desplazado a la población palestina y que tiene como objetivo que esas tierras son ‘tierras de judíos’, ignorando a quienes habitan allí”.
Con su voz quebrada explica, “las calles en Gaza están llenas de víctimas y cadáveres”. Samar asegura que las organizaciones internacionales no respetan los Derechos Humano. Son las mujeres quienes sufren con sus cuerpos violentados y abusados por los soldados israelíes, por la muerte de hijas e hijos a causa de los bombardeos y por la hambruna, mientras Israel se niega a autorizar las inspecciones internacionales. Una situación de apartheid que se ha instalado desde 1947.
Amal Abu Soboh, es asesora legal y activista en DD.HH. desde Jerusalem, capital política de Palestina, habla en nombre de las mujeres de Gaza. “Nosotras no podemos celebrar este día, porque la mujer gazatí aguantó lo que no se aguanta, el hambre, la sed y ahora mismo mientras hablo se suceden crímenes incesantes…la gente de Gaza duerme bajo el bombardeo y saben que mañana pueden morir”. Sigue relatando los horrores cometidos en los campos de refugiados, donde se están robando órganos de las personas muertas. Con gran pesar afirma, “los niños que son nuestra esperanza son asesinados por la ocupación, las mujeres dan a luz en los hospitales sin recursos, el 75% de las personas heridas son mujeres, hay mujeres que han perdido el juicio (salud mental) por lo que les pasa a sus niños frente a sus ojos. A quienes están en las cárceles se les niega el alimento y son esposadas de pies y manos, y no se sabe si están vivas o muertas, asimismo se les prohíbe usar el velo, rezar, ducharse y son inspeccionadas sin ropa, y una lista de vejámenes difícil de trasmitir. Samar afirma, “el silencio del mundo hizo que la democracia de occidente no pueda ser llamada democracia”.
Para finalizar escuchamos a Hind Abu Aisha, Oficial de relaciones internacionales de la Oficina Central Palestina de Estadísticas, desde Nablus, en el norte de Cisjordania. Explicó que lo que sucede en Cisjordanía acontece en paralelo con la situación de Gaza, donde el desplazamiento afecta a la mujer económica y socialmente. Con gran conmoción relató que las violaciones no se detienen ni con las mujeres embarazadas, de lo cual ella misma fue víctima. Aseveró “el día en que el mundo celebra el día de la mujer la ocupación israelí se hizo de todos los derechos de las mujeres palestinas”.
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[i] Judixs por Palestina es una organización que tiene una voz crítica hacia el interior de la colectividad que expresa: “La perpetuación de un genocidio nos invoca a repensar lo aprendido, a mirar la verdad de frente y a decir, a viva voz, #Noennuestronombre”. Contacto: https://forms.gle/xUn8yeHK6UVxKHwK9