La verdura y el resto de los alimentos básicos llegan con aumentos de 300 a 500% en los precios desde la quinta a la verdulería. El día en que el centro porteño se convirtió en un mercado popular. Los precios cuidados, la falta de voluntad política y los compromisos que no se cumplen en Agricultura.
El año pasado la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) acampó en tierras abandonadas del Parque Pereyra Iraola. En ese momento comenzó un plan de lucha que puso sobre la mesa de discusión con las carteras de agricultura -provincial y nacional- la problemática que padecen unas 5 mil familias productoras de verduras, frutas y flores de la zona de Gran La Plata.
Desde las 10 de la mañana, unas 100 familias productoras montaron sobre Plaza de Mayo, y rodeando la pirámide central de ese espacio histórico del centro porteño, más de 30 puestos donde se ofrecía a precios módicos distintos productos frescos de la huerta. “La jaula de acelga o lechuga en la quinta se la llevan a 10 o 12 pesos”, manifestó Juana Castillo, quintera de Berisso. Cada jaula tiene apróximadamente 50 plantas de lechuga. En Coto de Pompeya –por poner solo un ejemplo de los destinos finales de la producción- ese mismo producto se consigue a ese precio por cada unidad. La brecha entre el productor y el consumidor tiene un aumento del 300 al 500% de acuerdo al item.
Como respuesta a ese problema es que la UTT presentó a fines del año pasado la propuesta de Colonia Agrícola Integral de Abastecimiento Urbano. “Busca dar una solución integral al problema que tenemos tanto como productores y como consumidores”, manifestó Rosalía Pellegrini de la UTT.
El proyecto se elevó a funcionarios del gobierno nacional, provincial y municipal, con el compromiso de la mano de Héctor Espina –Jefe de Gabinete del Ministerio de Agricultura- de ser analizado y aplicado. “Aún seguimos sin respuesta. Es una propuesta viable, sustentable, beneficiosa para el conjunto de la sociedad y que puede ser ejecutada con los mismos fondos que ya se destinan en subsidios de emergencia y otras formas”, agregó Rosalía.
La Colonia Agrícola abarca créditos a cooperativas para acceso colectivo a la tierra, consorcio de maquinaria de uso colectivo, técnicas productivas de transición a la agroecología y canales directos de comercialización. A su vez busca que tierras fiscales sean cedidas en comodatos para la producción colectiva, como también puestas en plan de financiamientos para la cesión definitiva a productores.
“Esta problemática tiene que unir a los productores y a los consumidores, porque en definitiva es un desafío para tener una vida digna para todos”, concluyó Rosalía. Mientras una señora aprovechaba y se llevaba tres bolsones de acelga, morrones y cebolla de verdeo.
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