Con un marcado sesgo proselitista, el gobierno de Mauricio Macri lanzó el programa “Terminá la Secundaria”, a distancia y destinado a mayores de edad de todo el país. Polémica por su falta de validez y la publicidad engañosa. Marcha y FM Che Barracas dialogaron con Jorge Adaro, de ADEMYS.
Parece haber quedado lejos aquella polémica declaración de 2007 cuando, a pocos días de asumir la Jefatura de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Macri se quejaba por los bonaerenses que llegaban cada día a la Capital para tratarse en los hospitales públicos porteños. Con el clima previo a elecciones presidenciales y frente al desafío de instalar su figura nacionalmente, el PRO lanzó un supuesto programa educativo de alcance nacional.
Esta iniciativa se superpone con el Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios, FINES, lanzado por los ministerios de Educación y de Desarrollo Social de la Nación en 2010, al que también se puede acceder desde una plataforma virtual del portal educ.ar y que posee tutorías en las escuelas sedes del programa a lo largo de todo el país.
Sobre esta medida es que Marcha y FM Che Barracas dialogaron con Jorge Adaro, Secretario General de ADEMYS.
¿Qué piensa del programa “Terminá la Secundaria”?
-Nosotros como en el 90% de los casos de los trabajadores de la ciudad en educación, nos hemos enterado del programa a partir de la propaganda en la televisión, o por medios de prensa. No hay ninguna intención de parte del gobierno de generar un dispositivo que realmente sirva para los objetivos que plantea. Entiendo que es una política de marketing de un gobierno que está intentando posicionar a nivel nacional al jefe de gobierno para una eventual candidatura en 2015, por eso saca este plan que tiene supuestamente alcance nacional. El Ministerio de Educación de la nación salió a aclarar que no tiene valor legal el título que puede desprenderse de este dispositivo: no está aprobado, no se conoce contenido curricular y demás cuestiones que hacen a la centralidad pedagógica del programa.
¿Y la metodología qué crítica le merece?
-Entendemos que no le sirve a los estudiantes. El sistema de estudiar a distancia requiere de una disciplina que no todo el universo poblacional lo tiene. Hay que estar muy entrenado para este tipo de métodos porque tampoco se cuenta con tutorías, no hay una relación vincular humana con alguien que puede sacar dudas o establecer criterios sobre el conocimiento. Desde lo pedagógico esto no sirve ni es bueno, esto es un golpe de efecto más que un programa serio en sí mismo.
Existen otros métodos para terminar el secundario, avalados nacionalmente. Los hay también por internet. ¿Hay realmente alguna novedad en este anuncio?
-La cuestión de la educación a distancia, por medio de internet, abre nuevos desafíos, si esto fuera serio podría tener incumbencia y aplicación nacional, pero no es este el caso. Este método de internet es para alumnos más avanzados en otras cuestiones. Acá hay que volver a discutir cuál es el problema: hay una gran franja de estudiantes que dejan la escuela. Eso hay que discutir. En realidad el problema no es dar y como sea, a cualquier costo, un certificado, sino pensar por qué y de qué manera los estudiantes abandonan la secundaria. Para lograr el aprendizaje es fundamental la relación con el otro, con el otro de carne y hueso, más que una computadora. Hay que volver a fortalecer en todo caso lo que es la secundaria de adultos, los famosos CENS. Está claro que esto no sirve, que no tiene aplicación en lo concreto.
¿Sirve realmente para quienes quieren terminar sus estudios o es pura propaganda?
-La propaganda genera expectativa en jóvenes y adultos que no se va a ver materializada. Esto, sobre todo, es una falta de respeto a todo ese universo que no ha terminado la escuela. Eso es lo que tenemos que discutir. Qué le puede ofrecer la escuela. Esto no es para la población que ha desertado. Hagamos un paralelo con lo que pasó con la inscripción online a principios de año. Los sectores populares, marginados de este tipo de oferta, no pueden apropiarse aún de estas herramientas porque no las tienen. Es un despropósito hacer este planteo y vuelvo a insistir en lo mismo. Parten de una falta de respeto total hacia el educador y el educando.
Ya Macri tuvo su traspié con la inscripción online. Ahora esto…
-Lo que dice el Consejo Federal de Educación es que no se puede largar este programa porque no tiene todavía una aprobación ni evaluación del Consejo. Se está haciendo esa evaluación pero el título ese no tiene validación nacional, y es una falta de respeto que la ciudad largue esto ahora aún sabiendo que no tienen la aprobación.
Entonces, la discusión no es sólo sobre cómo se termina, sino cómo una persona se vuelve a reinsertar en el sistema educativo.
-Miremos la situación de la inscripción y la falta de vacantes, unos 7 mil estudiantes siguen sin tener lugar, y lo ha dicho el gobierno en su momento. Esos 7 mil no van a tener matricula. Hay una cantidad de escuelas con superpoblación, y te doy un dato concreto, en el distrito 21, en Lugano, hay por lo menos 130 a 140 familias que aún no han podido resolver la situación de vacantes en el barrio. Si a esto sumamos Barracas, Soldati, ha quedado una cantidad grande de niños por fuera del sistema este año. Han tomado evidentemente alguna medida, sobre todo cuando esto era parte de la noticia cotidiana, ahora en este momento donde el tema no está en el tapete no están haciendo demasiado. Lo que está pasando es que desde sectores de la docencia y sindicales todavía seguimos haciendo distintos tipos de propuestas para que podamos tener solución, no solo en el corto plazo, sino inclusive previendo lo que va a pasar en la próxima inscripción. Hemos propuesto distintos edificios en los barrios más críticos que pueden comprarse o expropiarse para hacer nuevas instituciones educativas. No tuvimos respuesta aún.