Se presentó “Rebenque en flor. Cancionero Popular transfeminista” un proyecto de la autora y compositora Ana Iniesta que va al encuentro de diferentes referentes de la música latinoamericana. Se trata de una propuesta artística y política que apunta a la construcción de un repertorio donde el colectivo de mujeres y disidencias esten representades.
Por Camila Parodi | Foto: Tamara Apipet
“El cancionero surge de un sentimiento, de un deseo profundo de no asumir el margen como espacio legítimo: visibilizar nuestras voces, vidas, pensamientos es urgente para la vitalidad de nuestros movimientos en lo que hagamos, ya sea en la militancia, el arte, la docencia o la crianza” explica Ana Iniesta, creadora del Cancionero Popular Transfeminista “Rebenque en flor”. Allí diferentes artistas, compositoras y cantantes se encuentran y confluyen en un proyecto artístico donde elles y ellas son las protagonistas desde su creación y producción hasta en la composición y musicalización.
¿Cómo surgió la propuesta del Cancionero Popular Transfeminista “Rebenque en flor”?
La idea surge desde lo colectivo, hacer-vivir en la música a mujeres y disidencias de la historia, inscribirlas, darles entidad. Hacer marco para que las nuevas generaciones puedan descansar en los estribillos abrazadas cantando a Marielle, Evita, Menesses. Inventar nuestro propio árbol genealógico con las artistas, las luchadoras, las poetas que abrieron camino, tenemos mucho por resignificar todavía, eso se siente en el aire.
Me apasiona ese traducirse y dejarse fundir en el abrazo colectivo, soy amante de las obras de las cantautoras, filósofas y poetas, gracias a ellas soy quien soy, somos quienes somos como colectivo, y mi impulso es continuar pasando la posta.
Puntualmente el puntapié de este Cancionero fue la “Zamba Cueca del 3 de junio”, era el 2021, el segundo año que no podíamos marchar por la pandemia. Yo estaba atravesando la particular situación de que estaba muriendo mi papá, con toda la carga simbólica que eso tiene, además una persona bastante opresora y jodida como padre, y me salió de un tirón. Para mi la música, las letras, el teatro siempre fueron los mundos donde yo podía ser yo, construirme, ser valorada; y es desde esa resonancia que compuse este canto colectivo. ¡Nos salió divino! Tuvimos una muy hermosa llegada y el proceso de la hechura ese video fue fluido y potente.
Entonces le dije a Lucre Pinto, la productora artística, con quien también hicimos el canto colectivo “Lindo Humedal” que hagamos equipo, porque nuestra alianza se sentía potente y cuando es así de fluido, los espacios se convierten en rondas que invitan a más gente. Le dije que tenía más canciones compuestas y nos envalentonamos en grabar un Cancionero Popular Transfeminista.
Fue una alegría inmensa.
¿Cómo se construye este proyecto?
Se construye con mucha intuición, vértigo, desiciones, flexibilidad y hechos concretos. Yo compongo letra y música y vamos el encuentro de músiques que le pongan el cuerpo. La convocamos a Ceci Zabala como arregladora, armamos un power trío de bajo (Pato Episcopo), percu (Sabri Figueroa) y Ceci en guitarras y luego nos pusimos a laburar las bases de los temas, siempre desde- hay que decirlo- la blandura, la ternura, el humor, la alegría genuina de hacer juntas y ocupar a nuestra manera el espacio, que es muy diferente a cuando hay varones en el medio. No porque piense que la mixtura de los equipos no sea interesante o posible, pero realmente resulta otra aventura. Aquí nos encontramos nosotras, nosotres con una nueva mirada de quienes somos y cómo hacemos música y dejamos huella, es realmente conmovedor.
Luego escuchamos qué voz iría bien para el tema y vamos al encuentro de diferentes cantantes que escuchamos en ese color. Hay que decir que trabajamos con gente que no conocemos de cerquita. Los vínculos se van tejiendo en la canción, eso es un plus divino de amor, entrega y de ejercicio de lo comunitario, tan necesario para la memoria colectiva. Y más aún en los tiempos que corren donde la irrupción de las pantallas nos deja tan solas a la personas, lejos de las otras en una ilusión muy nociva, que quiebra los lazos.
¿Qué personajes integran el cancionero?
Lo integran Marielle Franco, Evita, Pascuala Menesses y la re grabación de la “Zamba Cueca del 3 de junio”, canción que básicamente habla de la violencia simbólica instituida en la música popular con una naturalidad ya insoportable para los tiempos que corren. Decirlo de manera coral, tomar la palabra, ocupar ese territorio es, de nuevo, conmovedor y fundante en nuestros cuerpos.
¿Porqué es importante conocer sus historias y hacer memoria feminista?
Porque vamos haciendo marco para transformar esta realidad opresora que vivimos todos los días. La música es una gran aliada de la humanidad, es inherente a existir, mueve las fibras, sintoniza los corazones, aúna las ideas, la canción resume en tres minutos la tribalidad y nos recuerda siempre cuáles son los acuerdos.
Tener en la manga canciones populares que hablen de Marielle, una referente villera, negra, lesbiana con una potencia increíble que fue asesinada fatalmente; a Evita, personaje central de la historia argentina por su fuerza y manera inédita de hacer politica y dar representatividad en el campo popular y político. Rescatar a Pascuala Menesses – quien batalló en el Ejército de los Andes- como un personaje queer y abrir el interrogante, quitarle binariedad a la historia cuando hablamos de “mujeres que se disfrazan de hombres para realizar lo que desean” y preguntarse si realmente se percibía mujer; es traer y agradecer la lucha de quienes nos precedieron, hacer pertenencia en la ternura y la alegría que habita en las luchas. Este cancionero propone que invoquemos en este devenir incierto, a la canción que nos nombra.