Hoy “Escritura Autogestiva” realizará su cierre del año. Un taller de herramientas artísticas para la sanación, reparación y resignificación histórica a través de la creatividad, conformado y dirigido por disidencias de la comunidad lgbtiqnb+ y mujeres cis.
Por Melina Alderete* |
“Otras formas de trabajo y otros tiempos más pausados, son posibles”. Esa es una de las premisas que sostienen al proyecto editorial y resiliente llamado “Escritura Autogestiva”, que está llevado a cabo por lx escritorx y activista Ariell Carolina, lx escritorx y correctorx Lau del Hoyo D’onofrio y la diseñadora gráfica e ilustradora Lourdes Reinaga.
“Escritura Autogestiva”, según sus creadorxs, es un proyecto editorial de talleres de escritura y acompañamientos en producción, autoedición y autopublicación de obras literarias enfocadas en temáticas de visibilidad de procesos resilientes, reparación y teorización, como herramientas ante violencias sexuales, violencias patriarcales, y procesos identitarios disidentes del colectivo lgbtiqnb+ desde una perspectiva apartidaria, independiente, autogestiva. Además, este proyecto tiene la peculiar cualidad de que sólo está dirigido y forman parte del mismo disidencias de la comunidad lgbtiqnb+ y mujeres cis.
El proyecto, que nació como un taller virtual en plena pandemia, lleva ya dos años en funcionamiento y han pasado por él más de cincuenta escritorxs. También se han publicado diversas obras poéticas que nuclean la autoedición, el trabajo horizontal y conjunto que promueve los vínculos entre femineidades y disidencias.
Este viernes 25 a las 20, Escritura Autogestiva realizará su segundo cierre del año en Casa Brandon (Luis María Drago 236, CABA) con lecturas de diversxs poetas, música y presentaciones de libros con invitadxs especiales. Por eso, conversamos con Ariell Carolina, Lau del Hoyo D’onofrio y Lourdes Reinaga acerca de todo el trabajo que nuclea a Escritura Autogestiva, la necesidad de crear unx mismx y en comunidad las herramientas artísticas y políticas para la sanación y el lugar de la virtualidad como un espacio seguro que llega a todas partes.
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¿Cómo es el vínculo entre la expresión artística escritural y las herramientas políticas de resiliencia y reparación?
Ariell Carolina: Escribir es un acto de autovalidación. A través de la expresión se va labrando la reparación. Este es un acto resiliente, de transformación personal profundo que deviene indefectiblemente en comunitario. Desde allí son nuestros activismos, porque entendemos que lo personal es colectivo y paradigmático. No es “correrse del lugar de víctimas”, es ir habilitando la posibilidad de crear otra identidad por fuera de los márgenes patriarcales, que nos quieren calladxs e infelices.
En los espacios de talleres que brindamos se habilita justamente esa posibilidad de autogestionar nuestra reparación y resignificación histórica a través de la creatividad. Es un proceso de autovalidación de la palabra, de potencia y de colectivizar nuestras afectaciones. La escritura es íntima y genuina, solo hay que saber llegar allí, y nosotres acompañamos ese camino.
“Poco a poco estamos co-creando un cambio paradigmático, que tiene que ver también con romper con ideas ultra capitalistas productivistas y extractivas. Para re-valorar los proyectos independientes y autogestivos, debemos también poder problematizar los consumos en general.”
Ariell Carolina acerca del trabajo autogestivo.
¿Cómo se trabaja desde el proyecto la idea de desmitificar que lo autogestivo “es de baja calidad”?
Ariell Carolina: Todo el proyecto, desde que comenzó, se caracteriza por una gran fuerza de labor, presencia, responsabilidad, reparación, estudio y afectividad. Desde ese lugar es que trabajamos todos los días en este proyecto, y en los nuestros personales.
Hay un mito pululando de que una producción si no tiene “equis” cantidad de dinero detrás o si una presencia reconocida no es la figura del evento o proyecto, se duda de su “calidad”. Las personas pagan miles de pesos por una entrada para un show internacional, pero dudan de pagar los eventos y proyectos culturales autogestivos.
Creo que poco a poco estamos co-creando un cambio paradigmático, que tiene que ver también con romper con ideas ultra capitalistas productivistas y extractivas. Para re-valorar los proyectos independientes y autogestivos, debemos también poder problematizar los consumos en general. Además de crear redes con información real y útil, como por ejemplo para visibilizar porqué es tan importante una preventa y para qué sirve, o porqué es importantísimo que les autores registren sus obras ellxs mismxs.
También hay que des-romantizar a la autogestión, es una labor ardua de mucha entrega, y que aún estamos labrando que se valore como se debiera valorar.
Lourdes Reinaga: Lo hacemos desde la planificación, organización, comunicación.
Lau del Hoyo D’onofrio: Nuestra labor (la individual y la conjunta) conlleva un compromiso con cada una de las tareas que desarrollamos. Cuando hablo de tareas incluyo, por ejemplo, reuniones organizativas en las cuales establecemos acuerdos y pautas que en el espacio se deben respetar, como organizar el contenido que vamos a estar difundiendo en IG, ya sea una publicación del feed como el guión de un live. Centrar la importancia en qué es lo que queremos comunicar, y demostrar que queremos hacerlo de una forma profesional, validando el tiempo y las producciones de todas y cada una de las personas que formamos parte de Escritura Autogestiva. Nuestra premisa es ocuparnos de cada detalle, para asegurar que cada producto y/o cada obra desarrollada en el proyecto editorial, refleje la seriedad de nuestro trabajo.
Respecto a la convivencia y confluencia de lo escritural y la ilustración, ¿cómo es el pasaje de un lenguaje artístico a otro? ¿Cómo conviven ambas expresiones?
Lourdes Reinaga: No tengo palabras específicas para definirlo. Trabajo desde y con las imágenes, tanto en mi mente como en lo que leo. No sé bien como es el proceso de “traducir”, simplemente trato de conectar con algo que es la intuición, lo primero que se me viene a la mente… las listas de palabras, sinónimos y otros ejercicios que realizo para que se exprese lo que cada escritorx quiere comunicar. Trato de ponerme en la piel del que escribe, pero no desde un lenguaje verbal sino visual. Llevo unos cuantos años investigando el lenguaje visual, su potencia a la hora de contar algo, sus ritmos y personalidades. Cada obra es un mundo, como un libro.
Y desde la etapa de corrección de obra y la esencia de autenticidad que guía al proyecto, ¿cómo es posible realizar un trabajo de corrección sin modificar la esencia del trabajo del autorx?
Lau del Hoyo D’onofrio: La clave es trabajar desde la sugerencia y no desde la imposición. Cada autorx tiene una forma de comunicar diferente y esa forma es el eje central de la corrección. Si una palabra, por ejemplo, no está escrita como lo impone “la norma”, lo que se devuelve es una observación, pero queda en manos del autorx si decide cambiarla o no, porque las personas muchas veces escriben las palabras “mal” con una intencionalidad, para que sea llamativo, para darle más fuerza al texto, porque su método de escritura la traduce de ese modo, etc.
La escritura es muy personal y nuestro objetivo no es cambiar el discurso de nadie sino todo lo contrario. Cuanto más podamos enfatizar la fuerza del mensaje, mejor. Basade en esa premisa, y realizando modificaciones que construyan y no que destruyan, es como hago mi labor de correctore.
“Es un proceso muy intenso, durante el cual se van vivenciando experiencias personales muy fuertes, por lo cual lo que prima es el respeto, de los tiempos, de las decisiones que se van tomando durante el desarrollo de la obra… Son textos denuncia, textos autobiográficos, textos críticos con respecto al contexto sociocultural que nos ha acompañado desde la infancia y ha dado lugar a nuestra identidad.”
Lau del Hoyo D’onofrio sobre el acompañamiento a lxs escritorxs que pasan por Escritura Autogestiva.
¿Qué lugar y/o valor tiene la virtualidad para ustedes? ¿Cómo opera la virtualidad en los procesos de escritura?
Ariell Carolina: Para mí, la virtualidad es muy valiosa, así como los encuentros presenciales. Lo virtual tiene la enorme ventaja de poder llegar al mundo entero. Hoy en día he podido brindar el taller de Escritura Autogestiva a personas de todo el país, incluso de Uruguay y México, gracias a la virtualidad.
Creo que, tanto lo virtual como lo presencial, tienen un alto valor constructivo y, en el proceso escritural, genera mucha confianza y apertura al ser un espacio más íntimo y sin intermediarios más que un celular y computadora. Creo que la pandemia trajo esta posibilidad con más fuerza, y la hemos sabido aprovechar. También pienso en la ansiedad que nos atraviesa a muches sobrevivientes y ex víctimas de violencias que se acercan a escribir en este espacio y co-crear sus obras. En ese sentido, la virtualidad causa la tranquilidad de elegir horarios, el lugar donde hacer tu taller, por lo que genera más seguridad a la hora de conectar con tu creatividad.
Lourdes Reinaga: Creo que la virtualidad tiene un valor importante, sobre todo porque ayuda a tejer redes, a que la obra circule y se difunda por espacios que no siempre tenemos en cuenta.
Lau del Hoyo D’onofrio: En lo particular, de la mano de la virtualidad fue como llegué a Escritura Autogestiva, y puede sonar exagerado (pues soy de escorpio) pero de alguna manera me salvó la vida. Al vivir en un pueblo pequeño con muy poco acceso a contenidos culturales que me resulten interesantes, la posibilidad de llegar a espacios como el taller que tomé con Ari en 2021, el cual devino en mi primer libro “Lo estoy pensando un montón”, fue para mí revelador. La virtualidad vino a mostrarme otras formas de trabajo posibles, otros tiempos más pausados en lo que venía siendo mi cotidianeidad.
Para desarrollar mi escritura, y aquí me paro desde la experiencia de haber tomado los talleres, que la comunicación sea virtual no me presentó ningún inconveniente. Pude pulir mi forma de escribir y encontrar mi propio estilo de comunicar, porque lo que importa no es tanto lo virtual o lo presencial, sino quienes nos imparten herramientas y de qué modo lo hacen. El respeto ante todo, la opinión desde la crítica constructiva y no desde la sabiduría absoluta que es precisamente lo que nos plantea la educación formal.
¿Cómo viven el proceso de creación autogestiva colectiva en el marco del proyecto? ¿Cómo es el acompañamiento a lxs escritorxs?
Ariell Carolina: Lo vivo con mucha alegría y compromiso. Este proyecto, además, tiene la convicción de que si tenemos las herramientas, que es la información real para crear tus obras literarias, y las compartimos en todo el proceso de “Escritura Autogestiva Autoedición y Auto-publicación” también estamos generando una red laboral disidente, ya que con la información que se colectiviza luego lx autorx puede seguir gestionando sus publicaciones de forma independiente. Entonces el acompañamiento se transforma en horizontalidad, co-creatividad, y mucho crecimiento para todxs.
Lourdes Reinaga: Al proceso lo vivo con paciencia, respetando los pasos que hay que seguir para que se dé un resultado acorde a lo que presenta cada escritorx. La paciencia, la calma, el respeto a su obra es clave.
Lau del Hoyo D’onofrio: Es un proceso muy intenso, durante el cual se van vivenciando experiencias personales muy fuertes, por lo cual lo que prima es el respeto, de los tiempos, de las decisiones que se van tomando durante el desarrollo de la obra… Son textos denuncia, textos autobiográficos, textos críticos con respecto al contexto sociocultural que nos ha acompañado desde la infancia y ha dado lugar a nuestra identidad. Por esta razón el acompañamiento siempre debe ser cuidadoso y cálido, alejado de las exigencias, desde un lugar de contención y apañe, que genere un entorno de trabajo en el cual la persona se quiera quedar.
Para participar de Escritura Autogestiva, comunicarse a las redes sociales del proyecto. También pueden acercarse al cierre del año que se realizará este viernes 25 a las 20 en en Casa Brandon (Luis María Drago 236, CABA).
*Melina Alderete es escritora, periodista, comunicadora y productora.