¿Quién dijo que iba ser fácil esto? Hay sorpresas en los mundiales. Nos tocó ser parte de una histórica y dolorosa. A poner la cara y salir. Trabajando, mejorando y luchando. Ya sufriste cosas mejores que estas y vas a andar esta ruta hoy cuando anochezca.
Por Lucas Jiménez.
23 de junio de 1997. En Malasia Argentina cierra el grupo del Mundial Sub 20 contra Australia. Necesita un empate para pasar primero. El equipo tiene nombres, idea de juego consolidada por el técnico, todo en orden. Arranca ganando 1 a 0 con gol de Bernardo Romeo a los 9 minutos y se confía. El rival le mete dos goles en dos minutos y le da vuelta el partido. Llega a ponerse 3-1. Argentina lo empata pero finalmente pierde 3-4 por un gol en el último minuto. Queda segundo en el grupo. Traga veneno y en octavos y cuartos de final baja a Inglaterra y Brasil. Con Riquelme y Aimar, con Samuel y Scaloni. Con la tierra en la boca, luego de tocar el piso, gana todos los partidos hasta el final
11 de junio de 2005. Argentina debuta en el Mundial Sub 20 contra Estados Unidos y pierde 1 a 0 para sorpresa de todo el mundo. Al otro día los mismos jugadores, el presidente de la AFA, Julio Grondona, y toda la prensa se pregunta ¿por qué Messi no jugó de titular? El capitán Pablo Zabaleta le dice al DT Pancho Ferraro que si era necesario salía él, pero que Leo tenía que jugar.
Argentina se recuperó y con su mejor jugador en cancha ganó los próximos dos partidos. No le alcanzó para ganar su grupo, pero sí confianza. Así llegó a la final bajando muñecos grosos: el campeón Sudamericano Colombia, Brasil y la camada de España que venía de ganar el Sub 17. La final fue contra Nigeria, aún con Messi y Agüero, a Argentina le costó un montón. Ganó con dos goles de penal. No hay nada fácil en un campeonato mundial.https://www.youtube.com/embed/tMd_o5G6U3Y?version=3&rel=1&showsearch=0&showinfo=1&iv_load_policy=1&fs=1&hl=es&autohide=2&wmode=transparent
22 de noviembre de 2022. En su debut en el Mundial de Qatar Argentina mete muchos goles el primer tiempo contra Arabia Saudita, pero solo vale uno. Nunca puede someter al rival. Hace lo que el DT Hervé Renard quiere, que lancemos pelotazos para una línea adelantada que tiene muy bien laburado salir para que el que pica quede en offside. La Scaloneta nunca junta pases por el medio. Es vertical y busca golear o sufrir. Pasa lo segundo. Al comienzo del segundo tiempo Messi pierde una pelota en la mitad de la cancha y detrás de él quedan 5 compañeros. Los más cercanos, Paredes y De Paul, quedan fuera de foco por un pase hacia adelante a Al-Sheri. El 11 la tira la larga y le gana al Cuti Romero. Define bárbaro cruzado y empata el partido.
Ese gol transforma las dudas de Argentina en pánico. El segundo tanto de Arabia es inconcebible para un equipo serio con pretensiones de jugar los 7 partidos en Qatar. Con doble marca encima Al-Dawsari gira en el área, con otros dos tipos tratando de bloquearlo, el 10 igual remata y pone el 2-1 nockeador.
Ocho minutos de tibieza en una copa del mundo se pagan así. Los cambios levantan un poco el semblante. Tagliafico mete una triple trabada que contagia al resto. No alcanza porque Argentina empuja mucho, genera poco y concreta nada.
Ni VAR, ni excusas, ni mala suerte. Sale el Capitán. sobreviviente del 11 de junio del 2005, y le pone el pecho al papelón. Pide “que la gente confíe que este grupo no los va a dejar tirados”. El DT, campeón Sub 20 en Malasia, va en la misma línea y habla de “levantar la cabeza y seguir”. El que ya jugó un mundial, aún en juveniles, sabe que estas cosas pueden pasar si bajas la guardia y la intensidad. Que estas competencias que duran un mes exigen que se aprovechen los buenos momentos de los jugadores (Julián Álvarez y Enzo Fernández), que si llegas sin ritmo de partidos das ventaja (Cuti Romero), que si venís en un semestre flojo cuesta recuperar la confianza de un día para el otro (Nahuel Molina).
Hay que ajustar, hay que cambiar y hay que volver a ser. Ser inteligentes para detectar por donde ir en cada momento, ser insoportables en bloque para recuperar la pelota, moverse, tocar. Ser lo que fuimos. Todo lo que hoy no hicimos. La fase de grupos es la única instancia de un mundial donde podes perder un partido. Nosotros no funcionamos agrandados sino luchando. Volvamos a la lucha y que México maldiga el día que Arabia osó mojarnos la oreja. Transitemos estos días en el pozo y salgamos el sábado sin vergüenza llenos de tierra en la ropa. Pongámosle el pecho al momento que tocó.
*Cobertura del Mundial 2022 Lastima a Nadie, Maestro