Brasil es la economía mas grande de América Latina y principal socio de Argentina en materia comercial. Ante los resultados del domingo ¿Cuáles son los escenarios posibles y por qué es trascendente para el país?
Por Melisa Yaleva para Cobertura #NosotresSim | Foto: Julianite Calcagno
Por su importancia demográfica, económica y política, las elecciones en Brasil son seguidas con expectativa por todos los gobiernos y actores relevantes de la región y el mundo. El gigante sudamericano es el principal socio comercial de Argentina, forma parte de los BRICS y tiene importantes relaciones con las principales potencias mundiales como Estados Unidos, China, Alemania.
La campaña ha estado atravesada por temas de la agenda ambiental y feminista, como el cuidado de la Amazonía, el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, por lo que el futuro plan de gobierno puede o no impulsar algunas de las demandas.
Lo que ocurra en las urnas este domingo entre Jair Bolsonaro y Lula Da Silva será analizado muy de cerca por productores, empresarios, actores y colectivas políticas nacionales e internacionales. Por eso, desde Marcha consultamos a dos especialistas, para entender mejor cómo y por qué los resultados pueden influir en la economía local, la agenda de derechos humanos y en el plano geopolítico.
Integración Regional y Relación Bilateral Argentina- Brasil
Para el politólogo y analista Amilcar Salas Oroño, el periodo previo a la llegada de Bolsonaro a la presidencia “se afianzó una relación bilateral que se expresó, no solo en participaciones comunes en algunos foros multinacionales, sino también en la construcción de instituciones como UNASUR, CELAC y fortalecimiento de MERCOSUR”.
Sin embargo, estos últimos 4 años hubo un fuerte retroceso que se notó en varios aspectos: cumbres y votaciones. Por ejemplo, respecto a la presidencia de Almagro en la OEA, y otras posiciones oscilantes por parte de cancillerías respecto de la guerra o situaciones en otros países latinoamericanos. “Durante la pandemia, no hubo ningún movimiento conjunto” señaló Salas Oroño, es decir que para el politólogo “comenzaron a mostrarse caminos distintos”. Respecto al MERCOSUR “es clave la declaración de Pablo Guedes – ministro de Economía de Bolsonaro- que aseguró que este instituto no es prioridad” explicó.
En un contexto internacional marcado por la disputa hegemónica entre Estados Unidos y China uno de los aspectos mas importantes es el reordenamiento internacional de los bloques económicos y el avance de China en América Latina. Brasil tiene como socio principal a China y Argentina a Brasil, ante un acercamiento de China a Brasil “este encadenamiento de relaciones sería muy beneficioso para nuestro país si el diálogo con Brasil es mejor” apuntó el analista.
En ese sentido, la Doctora en Ciencias Sociales y Especialista en Relaciones internacionales, Julia Peixoto, afirma que para pensar la relación bilateral con Argentina o una agenda común de integración “hay una diferencia muy grande si gana Bolsonaro o Lula” ya que el actual mandatario “no tiene un discurso favorable a la región y menos a la Argentina”. La integración regional está más presente en un posible gobierno de Lula da Silva, “Bolsonaro no mira hacia Latinoamérica no le gusta identificarse con la agenda de estos países con esa idea de Patria Grande, tiene más bien la idea de alineamiento con Estados Unidos, pero, en los hechos, Brasil estuvo muy aislado en toda la gestión Bolsonaro y eso se puede ver en los posicionamientos del Gobierno respecto de los pactos globales sean medioambientales, salud, deforestación, derechos humanos, etcétera” argumentó.
Agenda DD HH
Los ejes de campaña y los debates presidenciales han tenido como protagonistas algunas demandas de la agenda ambiental, feminista, antirracista, como el cuidado de la amazonía, el derecho a la interrupción voluntraia del embarazo, participación política de personas afrodecendientes, indígenas, del colectivo LGBTIQ+, ¿Qué significa el triunfo Lula o Bolsonaro en relación a estas agendas?.
Si bien en este tema ambos especialistas coinciden en que la diferencia es “muy notoria” ya que Bolsonaro significa un claro retroceso en estas agendas, para Peixoto, “Lula ha tenido que matizar algunas declaraciones en la recta final de las elecciones para atender a un electorado de tinte más conservador, pero no se puede comparar el manejo que tuvieron los gobiernos del PT respecto a diferentes colectivos y a los Derechos Humanos en relación al gobierno de Bolsonaro que marca un total de desprecio por cualquier persona que no encaje en el ciudadano Blanco, Masculino, Económicamente activo”.
Por su parte, Salas Oroño, plantea que Lula llega con un respaldo de sus anteriores gobiernos donde se ha avanzando en políticas públicas afirmativas y de ampliación de derechos, que en la actualidad encuentran correlato y fuerza en su coalición política que maneja una agenda de temas y propuestas que son eco de las demandas actuales de un sector de la sociedad.
Respecto a la conformación de la cámara de diputados, donde en las últimas elecciones se fortaleció la derecha pero donde, también, es noticia el ingreso de diputadas indígenas, colectivos feministas y mujeres trans, “no me parece un detalle esta fotografía, ya que si bien es una cámara más conservadora o quizás más polarizada también refleja una diversidad de miradas e identidades que muestran las distintas realidades del país y que en estos cuatro años no pudieron taparse. Ahora se viene una etapa de relaciones y nuevas pautas que se pueden ir logrando y significa un avance para estos grupos” afirmó el especialista.