Por Gonzalo Zapata. Se realizó el lanzamiento del 6° Congreso de la CLOC-VC, que se celebrará en nuestro país entre el 10 y el 17 de abril de 2015. Será la culminación de un año de debate sobre la situación de los movimientos sociales agrarios del continente.
Representantes de movimientos agrarios de cinco países latinoamericanos anunciaron en la Ciudad de Buenos Aires el lanzamiento del 6° congreso de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo – Vía Campesina (CLOC-VC), a celebrarse en Argentina el año próximo entre el 10 y 17 de abril.
El encuentro supondrá el cierre de un año de debates acerca de la situación que atraviesa la lucha campesina y rural a lo largo del continente en la actualidad. El anuncio fue realizado el jueves en el hotel Bauen, donde participaron miembros de organizaciones de Brasil, Cuba, Haití, Chile, Nicaragua y nuestro país.
A partir del 6° cónclave, la CLOC-VC se propone sentar las bases de su accionar para los siguientes cuatro años, surgidas de la deliberación al interior de los movimientos de cada país. Si bien la coyuntura de cada nación presenta sus propias particularidades, el eje principal será la formulación de “propuestas concretas de políticas públicas” en torno a las problemáticas comunes y más importantes del sector: soberanía alimentaria; reforma agraria; biodiversidad y agricultura sostenible; educación y salud; género y condiciones laborales. “Hoy está el desafío de que la CLOC tenga una propuesta de políticas públicas y que incluso podamos interpelar a la CELAC o a la UNASUR, con discusiones también regionales en torno a la cuestión agraria y los bienes naturales, que hemos estado trabajando”, remarcó Diego Montón, referente de la Unión de trabajadores rurales sin tierra (UST) de Mendoza, y del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI).
En ese sentido, el debate sobre “la responsabilidad” de la coordinadora y sus tareas concretas a llevar a cabo en el futuro fue enmarcado en el “horizonte socialista” de la agrupación, ratificado durante el último congreso. Parte de esa responsabilidad fue puntualizada por el referente mendocino al plantear la “necesidad de debatir con todos los sectores de la clase trabajadora y del campo popular qué proyecto de América Latina queremos, y en este proyecto cómo juega la cuestión rural”.
“En primer lugar queremos actualizar nuestra mirada de la coyuntura política y agraria del continente y también del mundo, ya que hoy la globalización nos obliga y permite que podamos hacerlo”, explicó Montón. A veinte años de su constitución, la CLOC nuclea hoy a más de 80 organizaciones de 18 países de Latinoamérica y el Caribe, y forma parte a su vez del movimiento internacional Vía Campesina. De ahí que se pronostique una afluencia “de carácter masivo” al congreso del 2015 en Buenos Aires, para el que se espera una asistencia de más de mil delegados y delegadas desde las cinco regiones que conforman la coordinadora (Cono sur, región andina, Centroamérica, Caribe y México).
El congreso del próximo año reflejará también conclusiones en torno a dos sectores específicos y de gran importancia en la población rural: la juventud y las mujeres, cuya situación será contemplada en el 4° encuentro continental de jóvenes y el 5° de mujeres. Uno de los criterios de representación de la CLOC-VC establece la paridad a nivel del género, es decir, la igualdad numérica entre hombres y mujeres en la representación de las organizaciones y las coordinaciones regionales. En cuanto a la juventud, la propuesta pasa por otorgar mayor relevancia al sector: “Abrir espacios, y reencantar a la gente joven que se ha ido en muchos casos a las ciudades”, subrayó Soledad Alvear, miembro de la Confederación Nacional de Asociaciones Productores Chilenos (CONAPROCH).
Unión en la diversidad
De cara al futuro, y también a la región, el anuncio del Congreso fue enmarcado en el cuadro común al continente. Edgardo García, de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) de Nicaragua se refirió las empresas agrarias transnacionales y llamó a acompañar el “proceso de integración regional que está en marcha” frente a “una posición imperialista que está disparada”.
“Tenemos países agroexportadores o agroindustriales con picos de cosecha y luego desempleo por más de 9 meses, entonces necesitamos procesos de pequeña industria, de transformación de nuestras materias -señaló García-. En esa dirección nosotros proclamamos la reforma agraria popular, que tiene que ver con la posibilidad de incorporar tecnologías, pero a su vez producir con limpieza, con salud. Combatir el analfabetismo. Llevar una política de soberanía alimentaria y de bachillerato técnico al mundo rural, aproximar los servicios a los pobladores de las zonas alejadas. Devolver la vida donde es posible desarrollarla y no quedarnos hacinados en los suburbios”.
Por su parte, la referente de la CONAPROCH hizo hincapié en el eje de la soberanía alimentaria: “Es un tema que tiene que estar presente en cada casa, y no sólo del mundo campesino. Necesitamos unir fuerzas en esta lucha por decidir qué comer y cómo producirlo. Tenemos una suerte de agresión constante con esto de cambiar nuestras culturas alimenticias, de ir terminando con las culturas gastronómicas de nuestros pueblos originarios. Cada vez es más difícil consumir alimentos sanos”.
“Se ha abierto un espacio importante de promoción de las leyes de soberanía alimentaria, y está claro que es sobre las bases de la gestión de las organizaciones campesinas, de trabajadores y consumidores -agregó Leonardo Chirino, de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de Cuba-. Pero lógicamente hay una contraofensiva. Ustedes pueden ver a las trasnacionales promoviendo todas las leyes sobre las semillas en este momento, y estos son temas continentales. Desde México hasta el sur los parlamentos van tratando el tema de las leyes de semillas, para meter las semillas modificadas y toda la contaminación de la que ellos sacan ganancia. Y expulsan al campesinado de la producción sana”.
Globalizar la lucha, globalizar la esperanza
El congreso de la CLOC en 2015 finalizará el 17 de abril, fecha en la que bajo el título de “Día internacional de la lucha campesina” se conmemora el asesinato, por parte de la Policía Militar de Brasil, de 19 manifestantes del Movimiento Sin Tierra (MST) en 1996, a los que se suman siete desaparecidos y más de 60 heridos durante la misma jornada.
Marina Dos Santos es referente del MST y coordinadora continental de la CLOC – Vía Campesina destaca que ambas organizaciones nacieron al calor de un “proceso de lucha” vinculado a la campaña por los 500 años de Resistencia Indígena, Negra y Popular, de 1992. “Queremos que este congreso sea un congreso de lucha. Es el desafío que tenemos, realizar luchas de ámbito continental y hasta global”, recalca, e indica que la CLOC busca una presencia constante en los procesos y reclamos locales: “En Colombia tienen un paro general, y ahora estamos construyendo un proceso de paz, en Haití, y Curuguaty (Paraguay)”.
En el plano judicial Dos Santos adelanta que, si bien las legislaciones nacionales dificultan una intervención sistematizada, se está trabajando en la aprobación de una Carta de Derechos Campesinos por parte de la Organización de las Naciones Unidas: “En relación a la ONU sí podemos hacer una denuncia formal. Ahora estamos construyendo a nivel internacional la Carta de Derechos Campesinos, que ya está en la ONU para ser aprobada y estamos haciendo un lobby para que los países voten a favor”.
Más allá de la propuesta, Montón remarca en concreto las campañas de difusión y solidaridad articuladas desde la coordinadora. “Hay cientos de compañeros presos políticos, hay una campaña especial en el sitio web de la coordinadora y una comisión de Derechos Humanos que está dando seguimiento concreto a todas las violaciones y lo que tiene que ver con la criminalización -explica-. Hay distintos planos, el plano de la denuncia con instrumentos jurídicos internacionales pero también la solidaridad y las brigadas que se trasladan a los lugares, que pueden brindar cobertura y pueden romper cercos mediáticos”.