Por Orlando Agüero. El 17 de Abril se conmemora el Día del Preso Político. Desde el año 2004, en un encuentro Euskal Herria, es que se conmemora esta fecha que pone de relieve la situación de luchadores que sufren la cárcel como respuesta a su lucha libertaria.
El 17 de Abril de 2004 se realizó un encuentro en Euskal Herria, más precisamente en Donostia, donde vascos, palestinos y la Fundación de Investigación y Ayuda Legal Argentina, se pusieron de acuerdo para llevar adelante una jornada internacional que pusiera en un primer plano la situación de miles de luchadores, que son tomados prisioneros y utilizados como rehenes, sólo por pelear para transformar las distintas realidades que les tocó vivir.
Así es que año a año esta fecha es instituida para llevar a cabo una red de solidaridad de carácter internacional, ante un panorama que es verdaderamente desolador y que tiene un presente digno de dar a conocer. Estas miles y miles de personas están repartidas en distintas cárceles del mundo, y todas ellas tienen un hilo conductor común: son los presos políticos del sistema capitalista.
Las escandalosas cifras de presos políticos por luchar en el mundo justifican todas las acciones en solidaridad con esta causa. La lucha del pueblo palestino llevó a que al menos en la actualidad 4600 personas de todas las edades, pero fundamentalmente jóvenes, estén detenidos en cárceles israelíes.
En nuestro continente la situación no es muy diferente. En Colombia la cantidad de presos por razones políticas oscila entre 9500 y 21 mil personas, según datos oficiales y de organizaciones no gubernamentales. En tanto en Europa, los militantes vascos que luchan por la independencia de Euskal Herria en la actualidad también pagan muy caros sus sueños de libertad. En este caso las cárceles albergan a más de 700 prisioneros vascos.
La nómina de países con presos políticos puede continuar, a pesar de ser tan estruendosas las cifras observadas anteriormente. Por ejemplo, volviendo a Nuestramérica, en Chile son más de 500 los miembros del Pueblo Mapuche que se encuentran detenidos por luchar en la recuperación de los valores como pueblo originario. También en Estados Unidos hay una cantidad importante de presos políticos, entre ellos 5 patriotas cubanos. Existen nativos en cárceles estadounidenses, en cuyas acusaciones se pone de manifiesto que los mismos fueron detenidos por luchar contra el sistema, por lo que son presos políticos., que suman un total de 357 prisioneros. Si le sumamos a esa cifra las 166 personas detenidas en la cárcel de Guantánamo, llegamos a un total de 523 presos que por distintas razones políticas están detenidos en cárceles estadounidenses.
¿Y por casa cómo andamos?
La situación de los presos políticos en nuestro país ha ido variando de acuerdo a las coyunturas. Los detenidos de las dictaduras fueron miles. Sin embargo, podemos recordar de la década del 80, en plena democracia alfonsinista, a los presos del Plan Austral y los presos de La Tablada. Los primeros lograron la libertad en poco tiempo, pero los segundos tuvieron que padecer varios años de cárcel. Así fue como se convirtieron en una bandera de lucha durante los años 90, donde la consigna fue “Por una Navidad sin presos políticos”. Esta campaña estaba destinada a luchar por la libertad de todos los presos por cuestiones políticas, pero fundamentalmente los del Movimiento Todos por la Patria (MTP), que seguían encarcelados por el copamiento al Regimiento del Ejército de La Tablada, en el conurbano oeste de Buenos Aires. Esa lucha encarada desde organismos de derechos humanos y organizaciones políticas, supo cubrir de solidaridad y movilización las necesidades de los compañeros y las compañeras dentro de las cárceles.
Esta problemática, al igual que en otras partes del mundo, encuentra fundamentos jurídicos y legales que justifican las decisiones de gobierno a la hora de quitarle la libertad a alguien que lucha por más libertades. Sin ir más lejos, el caudal legal en Argentina se viene sobrecargando con la aprobación de la Ley Antiterrorista. También con el decreto que declara la Emergencia en Seguridad Pública en la Provincia de Buenos Aires o con la presentación que se está haciendo por estos días en el Congreso Nacional del Proyecto de Ley sobre Convivencia en Manifestaciones Públicas. Todas medidas son de carácter represivo y contemplan judicializar la movilización popular y a sus protagonistas. Es decir: se está preparando el sistema legal para absorber más presos, pero en esta oportunidad por razones políticas.
Ya no solo podemos hablar de los más de 7000 procesados por luchar, que en cualquier momento podrían pasar a engrosar el listado de detenidos, si no que somos testigos de la condena a cadena perpetua de trabajadores, como es el caso de Ramón Inocencio Cortez, José Rosales, Franco Padilla y Hugo González, obreros de Las Heras, sur de la Argentina. Así como también los encarcelamientos de Fernando Esteche y Raúl Lescano, militantes de la organización MPR Quebracho, que cumplen condena efectiva en una cárcel por manifestarse en contra del asesinato del docente Carlos Fuentealba, crimen ocurrido en el año 2007.
Ante este panorama actual, se seguirá escuchando nítidamente, en nuestro país y en muchas otras partes del mundo, miles de voces cantando cada vez con más fuerza la consigna: “¡A los asesinos, la cárcel ya. A los compañeros la libertad!”.