Bajo la consigna “Vacuna en el brazo, comida en el plato”, las brasileñas y brasileñoss salierona las calles este sábado (29) para protestar contra el gobierno derechista de Jair Bolsonaro.
Por Luiza Mançano, desde São Paulo | Fotos: Manuela Martinoya
Esta es la primera gran movilización desde el comienzo de la pandemia en el país en marzo de 2020. La movilización convocada por los frentes de izquierda Pueblo Sin Miedo y Brasil Popular, que aglutinan los principales movimientos populares del país reunió a miles de personas en las 27 capitales de los estados brasileños y en aproximadamente 100 ciudades más.
En uno de los momentos más críticos de la pandemia, ya que el país se aproxima al medio millón de muertes por Covid-19, los movimientos decidieron salir a calles para denunciar la ofensiva negacionista y presionar a los parlamentarios brasileños para que destapen el proceso de destitución de Bolsonaro. El análisis realizado por la Agencia Pública de Investigación Periodística señala que se remitieron 117 solicitudes de impeachment del mandatario al Congreso Nacional; en total, más de 500 organizaciones han firmado las peticiones oficiales.
En las calles, una de las principales reivindicaciones es la ampliación del plan de vacunación en el país y una ayuda de emergencia en el valor mínimo de R$ 600,00 [unos 140 dólares, que equivalen a un 54% del salario mínimo].
La movilización masiva reunió a integrantes de partidos de izquierda, diversos movimientos populares, como el movimiento negro, feminista, campesino, indígena, asociaciones populares, centrales sindicales y la ciudadanía en general.
Además de denunciar la intensa crisis en Brasil, política, social, económica y sanitaria, en las calles los movimientos expresaron la solidaridad internacionalista con los demás países latinoamericanos y sus banderas.
En la marcha realizada en la Avenida Paulista, principal centro financiero de la ciudad de São Paulo, la militante de la Marcha Mundial de las Mujeres, Sarah de Roure, recordó la lucha internacionalista de las mujeres populares en el continente.
“Nosotros, los que queremos la destitución de Bolsonaro, somos los mismos a que se llaman locos en Colombia, que estamos en huelga desde hace un mes, somos las mismas que en Chile ocuparon las calles y el parlamento, somos las mismas que legalizaron el aborto en Argentina”, expresó.
La militante aún destacó la organización comunitaria que en el último año ha sostenido la vida en Brasil, en contra de las políticas de muerte del gobierno. “Sabemos que estamos en un proceso de disputa política cotidiana, que nos llevará hacia la victoria. Una disputa que respondemos con organización comunitaria, porque si ellos recortan la ayuda de emergencia, nosotras respondemos con ollas comunitarias. Si aumenta el desempleo, organizamos redes de solidaridad, y así vamos a construir la victoria del pueblo de Brasil”.
La participación femenina en el mercado laboral en Brasil disminuyó un 53% en 2020, según los datos de la Encuesta Nacional por Muestreo de Hogares (PNAD, por sus siglas en portugués). Las mujeres negras corresponden a un 55% de las más afectadas por la reducción de ingresos y relatan dificultades para mantener gastos básicos como alquiler y tarifas de gas y electricidad.