Marcha
    Facebook Twitter Instagram YouTube
    Facebook Twitter Instagram
    MarchaMarcha
    • Quienes somos
    • Sin Fronteras
      • Democracia
      • Derechos Humanos
      • Economia
      • Extractivismo
      • Migraciones
      • Política
      • Opinión
    • Feminismos
      • Derecho a Decidir
      • Violencias
      • Entrevistas
      • Librelocalab
      • Nuestra América
      • Trata y explotación sexual
      • Opinión
    • Especiales
      • ¿Quién defiende a lxs defensorxs?
      • #SomosMultitud
      • Defensoras. La vida en el centro
      • ¡Nosotres Sim!
    • Niñez
      • Crianzas
      • Derechos
      • Educación
      • Nuestramérica
    • Deportes
      • Opinión Deportes
      • Crónica
      • Pinceladas
      • Otras Yerbas
    • Culturas
      • Películas y series
      • Libros
      • Entrevistas
      • General
      • Especiales
      • Música
      • Teatro
      • Yo estuve ahí
    • Marcha 10 años
      • Ciencia y Tecnología
      • Economía
      • El País
      • Especiales
      • Opinión Nacionales
      • Policiales
    • Archivo Fotográfico
    Marcha
    Home»Sin categoría»El ignoto belga que cambió el fútbol
    Sin categoría

    El ignoto belga que cambió el fútbol

    22 febrero, 20125 Mins Read
    Compartir
    Facebook Twitter LinkedIn Pinterest Email

    brossman mercado de pases

    Por Nicolás Zyssholtz. El caso de Jean-Marc Bosman modificó la historia del deporte, al concederles la libertad de acción a los jugadores sin contrato y considerar nacionales a los jugadores con pasaporte europeo.

    Para 1990, Jean-Marc Bosman era un desconocido volante belga, que había pasado de promesa nacional en sus inicios en el Standard de Lieja a mediocre futbolista del más humilde RFC de la misma ciudad. Pero a fines de ese año comenzó un conflicto con este último club, que cinco años después se resolvió con un fallo del Tribunal Europeo que lo catapultó a la fama mundial y cambió para siempre la lógica con la que funciona el fútbol profesional.

    Luego de que rechazara una oferta para renovar su contrato, el RFC de Lieja consideró a Bosman prescindible y le puso un valor de casi 12 millones de francos belgas (alrededor de 800 mil dólares) a la indemnización que debería pagar el club que quisiera hacerse con el jugador, una vez finalizado el vínculo. El jugador acordó las condiciones con el club francés US Dunkerque, pero éste se negó a pagar al equipo belga el mencionado precio, lo que derivó en un conflicto legal que –como ya dijimos- llegó al Tribunal de Justicia Europeo.

    La defensa del futbolista basó su alegato en los Tratados de Roma de 1957, que crearon la Comunidad Económica Europea, en los cuales se prohíben las restricciones a la movilidad de personas y recursos dentro de la propia comunidad. La sentencia, fechada el 15 de diciembre de 1995, sentó jurisprudencia en dos temas: por un lado, declaró ilegales las indemnizaciones por traspaso de jugadores sin contrato, y por otro obligó a los clubes a considerar nacionales a todos los profesionales con pasaporte de la Unión Europea.

    La primavera de los representantes

    La eliminación de las indemnizaciones significó el reconocimiento de un derecho laboral básico de los futbolistas en tanto trabajadores: la libertad de disponer de su fuerza de trabajo una vez finalizado su contrato. Sin embargo, también derivó en el aumento del protagonismo y la masificación de los agentes, que a través de su influencia comenzaron a forzar a los jugadores –particularmente a los más jóvenes y prometedores- a negarse a renovar sus contratos, para así vender el “pase libre”, lo cual reporta mayores utilidades que la clásica negociación triangular, entre los dos clubes y del club comprador con el futbolista.

    En el fútbol argentino y latinoamericano en general se nota a simple vista: hasta la sentencia Bosman los jugadores que estaban en Europa se contaban con los dedos de una mano, eran en casi todos los casos de primer nivel y en general llegaban al viejo continente luego de haber madurado futbolísticamente en su país. Esto se debía principalmente a la cautela con que debían manejarse los clubes europeos, que no podían hacer apuestas con jugadores que ocupaban una de las plazas de extranjero y solían costar una millonada.

    Desde el año 1996 los jugadores latinoamericanos en Europa, principalmente argentinos, brasileños y en menor medida uruguayos, se multiplicaron: todos los de primer nivel, pero también muchos de segundo, tercero y cuarto, cruzan el charco. Suelen hacerlo antes de cumplir los 25 años y muchas veces siendo desconocidos en su país, como Diego Perotti –volante del Sevilla-, Hugo Campagnaro –defensor del Napoli, ex Piacenza y Sampdoria- o el campeón mundial con Italia Mauro Camoranesi –hoy en Lanús, ex Juventus y Stuttgart-, entre otros. Las razones son evidentes: aún en el contexto de la crisis económica mundial, sigue siendo más beneficioso económicamente jugar en un equipo de la tercera división española o italiana que firmar un primer contrato con un club de la “A” de Argentina.

    La máquina de hacer… pasaportes

    El otro punto clave de la sentencia que afecta todavía más directamente a América Latina y particularmente a Argentina es el de los cupos de extranjeros, que dejaron de denominarse así para pasar a ser “extracomunitarios”. La obvia facilidad que tiene el jugador argentino para encontrar un abuelo italiano, español, alemán o de cualquier país de la Unión Europea permitió que con mucha simpleza, y a veces al borde de la legalidad, los futbolistas se integraran a clubes europeos, lo cual generalmente le resultaba (y les sigue resultando) más barato a estos.

    La nueva situación derivó prontamente en situaciones escandalosas derivadas de las irregularidades en los documentos que demostraban ascendencia para conseguir los pasaportes, que estallaron especialmente en los años 2000 y 2001. Decenas de jugadores, entre los que destacan el uruguayo Álvaro Recoba, el colombiano Faryd Mondragón y Juan Sebastián Verón, se vieron implicados. El caso de la Bruja en particular, derivó en la anulación de su nacionalidad italiana y la condena judicial a un empleado del ayuntamiento del pueblo de donde supuestamente provenían sus antepasados; en el mismo caso fueron investigados dos reconocidos agentes argentinos, Gustavo Mascardi (recordado por su fraudulento gerenciamiento en Ferro) y Fernando Hidalgo, que representaban al actual volante de Estudiantes.

    Jean-Marc Bosman tuvo una carrera intrascendente en el ascenso francés, y recientemente el diario sensacionalista inglés The Sun consignó que vive en una casa humilde de las afueras de Lieja y se recupera de una adicción al alcohol. Sin embargo, su caso fue determinante para el actual orden del mundo del fútbol, que emula al orden económico internacional, en el cual los clubes latinoamericanos se han convertido en “exportadores de piernas” para el Primer Mundo futbolístico representado por la Liga española, la Serie A italiana y la Premier League inglesa.


    También te puede interesar

    8M en Argentina: un pacto feminista contra un gobierno asesino

    7 marzo, 20243 Mins Read

    Balotaje 2023: todes con Massa contra Milei y la casta del PRO

    9 noviembre, 20235 Mins Read

    Argentina: Esta no es una elección más

    19 octubre, 20233 Mins Read
    Podcast

    Marcha Noticias

    Domicilio legal: Llerena 2579, Código postal 1427
    Dirección de correo electrónico: marchanoticias.org@gmail.com

    Registro de Propiedad intelectual RL-2021-78108500-APN-DNDA#MJ

    Ciudad Autónoma de Buenos Aires
    ARCHIVO
    MARCHA_ARCHIVO
    Descargar
    Manual
    Facebook Twitter Instagram YouTube

    Enter para buscar. Esc para cancelar.