Agustín es un joven argentino preso político del Estado chileno, tras ser detenido en enero de este año. Del otro lado de la cordillera, la respuesta del Estado argentino es poca o nula. A 7 meses de su detención, exigimos libertad para David Maril y para todxs lxs presx políticxs.
Paulina Muñoz*
¿Quién es David Maril?
Le gusta que le digan Agustín, también es conocido como el Flako, es un joven de 20 años de nacionalidad argentina que como tantos decide emprender viaje para conocer, para conocerse. Es así como en junio del 2019 llega a Chile y ya en octubre se encontró con un país que estaba despertando, este despertar lo lleva con sus malabares a la Plaza Dignidad, punto de encuentro de un pueblo que se levanta ante tanta injusticia y desigualdad, comparte en la calle, comparte la calle porque el despertar no tiene que morir nunca más, porque la justicia y dignidad no tiene fronteras.
¿Qué pasó con el Flako?
El 23 de enero, parecía ser otro día más de encontrarnos, de saludarnos y cantar consignas que nos recordarán que no soltaríamos la calle hasta que la dignidad se haga costumbre. En este espíritu y creencia de un Chile mejor, el Flako comía con otros compañeros en las carpas de asistencias que el mismo pueblo había gestionado para el mismo pueblo. Pero al parecer carabineros de Chile tiene la licencia de cambiar la historia de las personas, incluso inculparlas de delitos no cometidos como si se tratase de un juego perverso manipulado por un Estado que hoy implanta el neosoberanismo. Tristemente es Agustín quien involuntariamente pone el cuerpo para ser el ejemplo que en la administración de Piñera se debilita la protección internacional de los derechos humanos a merced de la política interna implementada por la derecha.
¿Qué es ser un preso político de la revuelta?
El 23 de agosto se cumplirán 7 meses de la detención de Agustín, es uno más de las cerca de 2500 personas que se encuentran en su misma situación, privados de libertad porque sus ideas, si leyó bien, sólo sus ideas implican una amenaza al sistema político de Piñera y sus secuaces. El cambio de medida cautelar no llega para Agustín, ni para los otros presos políticos, porque supuestamente son un peligro para la sociedad, mientras se deja en libertad al feminicida Hugo Bustamante quien mata y descuartiza a su pareja y a la hija de esta y no duda en volver a cometer hace pocos días atrás otro feminicidio en su libertad condicional, las puertas también se abren para el asesino de Camilo Catrillanca, Carlos Alarcón, cabo del GOPE que hoy se encuentra con arresto domiciliario, la IN justicia chilena nos violenta, nos vulnera, el Estado nos priva de la protección de nuestro derechos, el Estado nos los arrebata a su conveniencia.
¿Y la política exterior?
El neosoberanismo, además de debilitar el multilateralismo, erosiona las normas y reglas transnacionales, dejando a los ciudadanos privados de la protección de sus derechos cuando el Estado nacional no los cautela. A esta tendencia global, encabezada por el gobierno de EE.UU., la administración Piñera se sigue sumando con entusiasmo, dado el perfecto calce con su política interna de debilitar la protección internacional de los DDHH en el país. Esto se desprende del proyecto de ley que envió el 12 de mayo a la Cámara, que deja al titular del Ministerio de Relaciones Exteriores como el primer filtro para aceptar o no la competencia de la Corte Penal Internacional, y que tiene dos objetivos: proteger a las Fuerzas Armadas y de Orden de posibles acusaciones ante la CPI por violaciones a los Derechos Humanos durante los estados de excepción; y retrotraer la primacía de los tratados internacionales sobre la legislación nacional, particularmente en materia de DDHH.
¿Qué dice Argentina?
A veces pienso que Argentina se olvidó de Agustín y su familia, en esta pandemia a veces pienso que yo también me olvido de él y de quienes se encuentran privados de su libertad, cuando siento que no hacemos lo suficiente para que el Flako se reúna con su familia, sus hermanas y madre que todo este tiempo han estado en Chile, esperando un abrazo que dure una vida. A veces pienso que es verdad que somos ciudadanos de primera y segunda categoría, que si Agustín fuera de una familia adinerada de la Argentina el presidente hubiese movido cielo mar y tierra por llevar devuelta al Flako a su país, que se destruirían los intestinos en reuniones bilaterales con Chile entre café y café y las palabras de buena crianza de la política exterior. Esta noche cierro los ojos pensando que el nombre de Agustín florecerá en todas las bocas de Argentina que lo reclamará y le pedirá, exigirá a su presidente y representantes la libertad del Flako, que tendrán el mismo arrojo que tuvo Agustín cuando acompañó al pueblo chileno en la Plaza Dignidad, a veces pienso que lo que sueño se hace realidad.
¡Libertad a Agustín Maril!
¡Libertad a los presos políticos por luchar!Asamblea de Chilenxs en Buenos Aires
*Asamblea de Chilenxs en Buenos Aires