El reconocido jugador de básquet inicio un juicio donde pide ser reconocido como el dueño de una propiedad donde vive hace siglos la comunidad Paichil Antriao en Neuquén.
La historia comenzó en 2004 cuando Emanuel Ginóbili adquirió en 2004 un lote de aproximadamente once hectáreas, sin saber que era reivindicado como territorio mapuche. En 2007, cuando la comunidad rechazó dejar el lugar, Ginóbili inició un juicio contra los mapuches.
Las tierras en debate son territorio donde vive la comunidad desde hace más de cien años. El Gobierno Nacional entregó en 1902 a los pobladores ancestrales José María Paichil e Ignacio Antriao el lote número 9 de la por entonces Colonia Nahuel Huapi, en la Patagonia. Según Sebastián Valverde, antropólogo e investigador del Conicet, en aquella parcela se localiza hoy el centro de Villa La Angostura y la comunidad fue desplazada gradualmente.
La causa civil iniciada por los abogados del basquetbolista es una acción acción declarativa para que la Justicia reconozca que es el propietario del lote ubicado en el faldeo del cerro Belvedere. El juicio es el paso previo para efectuar el desalojo de la comunidad mapuche.
José Kinxikew, miembro de la Confederación Mapuche de Neuquén, dijo a Marcha que ellos defenderán las tierras: “Lo que hacemos en la comunidad es resguardar el espacio, quedarnos ahí, resistir en nuestra tierra, hacerlo público a nivel nacional e internacional. La gente esta decidida a perder la vida si es necesario.”
La comunidad mapuche Paichil Antriao será representada por el Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas (ODHPI) en la causa que se tramita en el juzgado de primera instancia en todos los fueros de Villa La Angostura, a cargo de Jorge Videla. El ODHPI ya respondió la demanda de Ginóbili y presentó pruebas que acreditan la posesión de la tierra por parte de la comunidad.
En noviembre de 2009, parte de la comunidad sufrió un desalojo y la destrucción de sus viviendas. Desde entonces denuncia el hostigamiento y violencia por parte del gobierno provincial, la policía y guardias privados.
“Además de la cuestión legal, del juicio y el daño moral que eso implica, están cortando las entradas al lugar, han puesto alambrados con tranquera, están intentando limitar el territorio a la comunidad. Como nuestro derecho sobre las tierras no es respetado por el gobierno nacional ni provincial, hemos llegado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), porque nosotros queremos una reparación por este daño”, explicó , José Kinxikew.
En efecto, en abril de 2011, la CIDH aceptó una medida cautelar presentada por el Odhpi y ordenó al Estado argentino tomar “medidas urgentes” para “garantizar la vida y la integridad personal de la comunidad” mapuche.
La demanda judicial presentada por Manu Ginóbili pedía la posesión del terreno y desconocía la existencia de la Comunidad. Sin embargo, el año pasado la Cámara de Apelaciones instó a que reconozca a la comunidad como contraparte en el juicio, que se ha reactivado. Allí Ginóbili tiene planificado lotear para un barrio privado y construir una hostería de lujo.
“Nosotros vamos a avanzar con el juicio. Nuestra preocupación es que el gobierno provincial, tanto como el nacional no están reconociendo las leyes vigentes, que nosotros tomamos como un atropello… el terreno en cuestión esta pegado a un lugar donde la comunidad mapuche realiza ceremonias en honor a sus ancestros y esto fue así de generación en generación, es algo sagrado, y es un lugar que hoy es parte de la comunidad; y está en juego”, aseguró.