Facundo Astudillo Castro permanece desaparecido desde el 30 de abril, cuando salió de su casa en Pedro Luro con rumbo a Bahía Blanca. El último rastro de Facundo fue a 30km de su casa, cuando era ingresado a un patrullero. Desde entonces nadie sabe dónde está Facundo.
Por Iván Barrera y Vivian Palmbaum
El trayecto de Facundo
Facundo Astudillo Castro tiene 22 años y vive en la localidad de Pedro Luro, en la Provincia de Buenos Aires. En la mañana del 30 de abril salió de su casa con rumbo a Bahía Blanca para ir a ver a su ex pareja. Facundo nunca llegó a su destino, no se comunicó con familiares ni amigos, a pesar de los múltiples intentos que estos realizaron. Desde ese momento, nada se sabe de su paradero. Lo único que supo la familia es que en la localidad de Mayor Buratovich, a 30km de donde salió, fue detenido por violar la cuarentena. Le labraron un acta y, según declaraciones de las fuerzas policiales, lo dejaron ir.
Fue la ex novia de Facundo, Daiana González, quien alertó a sus amigos y amigas que nunca llegó a su destino. “Su ex novia le mandó un mensaje a sus amigos diciendo que nunca llegó, pero ya habían pasado 15 días. Empezamos a buscarlo por las redes y en Bahía Blanca. Se podía pelear conmigo, estar enojado, pero no con los amigos. Entraba a sus redes, era activo en todas, el teléfono era una extremidad de su cuerpo, pero desde el 30 de abril no hay actividad”, declaró Cristina Castro, madre de Facundo.
Con el correr de los días, Cristina se presentó a hacer la denuncia de su desaparición. Sin embargo, como es de costumbre, desde la comisaría le dicen que espere unos días, que “debe estar con la novia”. Recién el 5 de junio, 35 días después de la desaparición de Facundo, la ayudantía fiscal de Médanos-Villarino abre una causa por averiguación de paradero. Desde ese momento comienza la investigación y se toman testimonios a familiares, amigos y policías.
El 19 de junio se ordena un rastrillaje en la zona de Mayor Buratovich y es en ese momento donde Cristina Castro y su abogado se informan de que la oficial Xiomara Flores declaró que llevó a Facundo desde Mayor Buratovich hasta Teniente Origone, a 25 km de allí. Recién 50 días después de su desaparición, el poder judicial notificó a la familia de las declaraciones de los policías, las cuales ubican a Facundo más allá de Mayor Buratovich.
La Comisión Provincial por la Memoria denuncia que “la investigación está plagada de irregularidades, inconsistencias y declaraciones contradictorias de los policías que declararon haber visto a Facundo en la localidad de Mayor Buratovich y después en Teniente Origone. El último de los testimonios policiales es el más contradictorio: primero declaró que una camioneta lo levantó y salió en dirección a Bahía Blanca; cuatro días después, cambió su testimonio y dijo que, en realidad, se fue caminando”.
Una serie de inconsistencias en las declaraciones policiales buscan desorientar la búsqueda de Facundo en otro lugar. En declaraciones radiales a Urbana939, Cristina Castro, mamá de Facundo, contó que “nadie me había avisado que a mi hijo lo había levantado en la ruta la oficial Xiomara Flores y que lo dejó en la entrada de Origone. Allí aparecieron dos oficiales de la policía bonaerense, los señores Sosa y Garrido, que dicen que también lo pararon ahí, en cuarentena”.
“Las cámaras del pueblo, encima, no andan. Ese policía dice que lo paró porque los vecinos decían que había un chico en la ruta, y cuando llamó a Mayor Buratovich le dijeron que ya le habían hecho el acta, entonces lo dejó seguir. En su primera declaración dice que al alejarse Facundo se sube a una camioneta Duster gris plata y en la segunda dice que Facundo se va caminando”.
Tres vecinos del lugar denunciaron haber visto a Facundo cuando era subido a un patrullero en Mayor Buratovich a las 14hs. Hicieron la denuncia pero la justicia nunca los llamó a dar su testimonio. “Yo tengo la certeza que a mi hijo le paso algo, yo voy a llegar a las últimas consecuencias”. Es en esta localidad, a las 13:30 horas del 30 de abril, dónde se registra la última comunicación de Facundo.
Facundo tiene antecedentes de abuso policial. Según cuenta su madre tuvo conflictos “en su tiempo de batucada y su tiempo de jóvenes por la memoria, verdad y justicia” la policía hostigaba a los chicos, no solo a Facundo, “no les gustaban los negritos de atrás de la vía. pero eran nenes, lo único que hacían era hacer batucadas, pintar murales, y la policía les pegó”.
La causa por la desaparición de Facundo permanece con la carátula de “averiguación de paradero”, sin embargo la semana pasado junto con la Comisión Provincial por la Memoria se presentó la denuncia para que su caratula sea “desaparición forzada” y que se intervengan las comisarías de Pedro Luro y Mayor Buratovich.
“Nos dejaron solos”
“Algo le pasó a mi hijo, algo le hicieron ahí. No está desaparecido por su voluntad, a mi hijo lo desaparecieron”. Cristina recibió el apoyo de la Comisión por la Memoria, de Hijos, Abuelas y Madres. También se comunicaron Sergio y Germán Maldonado y su esposa, quienes se pusieron a su disposición. Quienes no se comunicaron fueron las autoridades políticas. “La fiscalía de Villarino debe dar la respuesta que no dieron. Del intendente para abajo no se acercó nadie, nos dejaron solos. En cambio, nos acompaña la gente de derechos humanos”, declaró Cristina para Página 12.
Respecto al accionar de las fuerzas policiales, Cristina comentó que “están haciendo puras fantochadas. Hicieron un operativo, paraban a todo el mundo, me paran al salir del trabajo, me dicen ‘uh señora, es usted, esto lo estamos haciendo por tu hijo’, y yo sentí mucha vergüenza ajena porque es la policía que tiene que dar la respuesta de dónde está Facundo. En mi trabajo tuve que escuchar a un policía decir ‘estamos gastando recursos por un pendejo de mierda que se fue con la novia’”.
Una vez más en democracia, una causa por desaparición con responsabilidades que recaen sobre la policía de la provincia de Buenos Aires. Hasta el momento, el Ministro de Seguridad de la Provincia, Sergio Berni, no se ha expresado, como tampoco lo hizo la Ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic.
Desde que se impuso el aislamiento social, preventivo y obligatorio, las calles desiertas fueron copadas por fuerzas represivas de distinto tipo, a las que se les otorgó el control total con la premisa de controlar la circulación de personas. Las mismas fuerzas heredadas pocos meses después de un gobierno que avaló la tortura, la desaparición de personas y que sostuvo la Doctrina Chocobar, donde el gatillo fácil se volvió moneda corriente. Las consecuencias fueron un millar de personas detenidas o demoradas, casos de gatillo fácil, una desaparición forzosa seguida de muerte y al menos dos personas que aparecieron ahorcadas en comisarías.
Desde H.I.J.O.S La Plata denunciaron que en el conurbano bonaerense en el mes de abril, las fuerzas de seguridad comenzaron con “hostigamientos y persecución en las calles hasta dentro de las casas, irrumpiendo ilegalmente dentro de domicilios propinando golpizas a las familias y llevándose personas”. A ello se suman las acciones represivas en los lugares de detención como comisarías y penales.
Desde el comienzo del aislamiento social se registra una escalada represiva con más de 12 casos de gatillo fácil en todo el país. La Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) hizo notar que a pesar del descenso de la circulación de personas en la vía pública, los casos de represión de las fuerzas de seguridad aumentaron en todo el país. “Algunos casos tuvieron variada repercusión, como los fusilamientos de Nahuel Gómez en Temperley el 28 de marzo; Gastón Mirabal en Córdoba el 3 de junio; Rubén Sarso en CABA el 27 de abril; Alan Maidana en Berazategui el 24 de mayo; Lucas Barrios en la Isla Maciel el 30 de mayo; Augusto Itaurralde el 14 de junio en Plátanos y su amigo Diego Arzamendia apenas 48 horas después en Berazategui, o el más reciente de Facundo Escalso en el Bajo Flores, CABA”.
También desde el CELS coinciden que desde el inicio del ASPO aumentaron las prácticas violentas de las policías provinciales y fuerzas federales en todo el país, así como las muertes de detenidos en comisarías y la desaparición de una persona que fue hallada asesinada, como fue lo sucedido con Luis Espinosa en Tucumán.
A casi 70 días del último contacto de Facundo, familiares y amigos siguen buscándolo, con dudas, testimonios contradictorios, una justicia que demora y una pregunta: ¿Dónde está Facundo Castro?