Luis Armando Espinoza está desaparecido desde el viernes pasado. Familiares y vecinos denuncian que varios policías de la comisaría de Monteagudo, en la provincia de Tucumán, le dispararon y lo subieron a una camioneta, en la que se encontraron rastros de un líquido muy similar a la sangre. Ya hay 9 policías detenidos.
Por Ignacio Marchini | Foto Mariana Romero
Juan Antonio fue el último en ver a su hermano el viernes pasado, poco antes de perder el conocimiento a causa de los golpes que le propinaban. Antes de desmayarse, llegó a escuchar un disparo.
Juan Antonio Espinoza es el hermano de Luis Espinoza, el obrero rural de 31 años que no volvió a ser visto desde esa tarde, cuando 8 policías de la comisaría de Monteagudo, en Tucumán, “los confundieron con corredores de apuestas ilegales de caballos y los atacaron”, según la versión oficial. La familia, vecinos y vecinas encontraron rastros de lo que parece ser sangre en el lugar del ataque y anteayer se dio a conocer que hay un líquido similar también en la camioneta de una de las policías que intervino. Si se confirmara que se trata de sangre, ambas muestras serían suficientes para hacer los cotejos de ADN con la madre de Luis. De coincidir, tomaría muchísima fuerza la hipótesis de que fue víctima de una desaparición forzada.
En diálogo con Marcha, la abogada de la familia Espinoza, Cintia Campos, contó que ayer a la tarde, en el Centro Judicial Monteros de Tucumán, se le realizaron pericias a 4 vehículos pertenecientes a algunos de los nueve policías que están detenidos e imputados: una camioneta Hilux, una Volkswagen Fox, un Renault color gris y una camioneta Kangoo roja con vidrios polarizados. Además de buscar huellas, cabellos o manchas compatibles con la sangre en estos vehículos, se están realizando las mismas pericias a la camioneta Kangoo gris de una de las policías, la que supuestamente se utilizó para trasladar a Luis Espinoza, vivo o muerto. La caratula de la causa, a cargo de la fiscal Mónica García de Targa, fue cambiada ayer a la tarde a “desaparición forzada” y dos de los policías prestaron declaración indagatoria: René Eduardo Ardiles y José María Paz.
“Además de estas medidas se van a traer a los perros de la sección de Caballería de la Policía de Tucumán, para encontrar rastros de olor de Luis Espinoza en los vehículos. Todavía no se determinó que lo que se encontró, tanto en el monte como en la camioneta gris, sea sangre, son manchas pardo rojizas. También se encontraron pelos y se tomó la huella dactilar de la palanca de cambios de la camioneta”, agregó la abogada. Los resultados de las pericias estarían listos hoy y desde el gobierno no hubo nuevas declaraciones aun.
Luis y su hermano viven en Rodeo Grande, una localidad ubicada en el departamento de Simoca de la provincia de Tucumán. Estaban volviendo a caballo de visitar a una prima que vive en El Melcho, cuando quedaron en el medio de un operativo que, según la versión policial, perseguía a un grupo de hombres que estaba organizando carreras ilegales de caballos. Luis salió a defender a su hermano ante el ataque de los policías. Juan Antonio perdió el conocimiento por los golpes, no sin antes escuchar un disparo y un grito.
Cuando despertó, con heridas en el cuerpo, su hermano no estaba y él estaba esposado y la zona acordonada por policías. Tanto Juan Antonio como otras personas que estaban en el lugar aseguran que vieron entrar a una camioneta Kangoo gris con dos policías, sin que haya ninguna autoridad judicial presente. La hermana del desaparecido intentó acercarse a la camioneta pero no la dejaron pasar, mientras observaban junto con los vecinos y vecinas cómo daba la vuelta y encaraba para el camino que lleva al dique El Frontal, a unos 20 kilómetros. “Los perros de la patrulla canina confirmaron la presencia de Luis y el rastro se pierde en el lugar donde están las manchas y la camioneta supuestamente levantó a Luis”, puntualizó Campos.
Mariana Romero, periodista del programa Los Primeros del Canal 10 de la televisión de Tucumán, viene siguiendo la historia y fue una de las responsables de que saltara a la luz. Según informó el martes a la noche, 9 policías fueron pasados a disponibilidad. Los oficiales sospechados de la desaparición de Espinoza son el comisario de Monteagudo, Rubén Montenegro, y los oficiales José Alberto Morales, René Eduardo Ardiles, Gerardo González, Mirian Rosalba González, José María Paz, Víctor Manuel Salinas, Claudio Alfredo Zelaya y Gerardo González Rojas. La periodista también reveló que los últimos dos fueron señalados por la madre de Alan Andrada como los responsables de la muerte de su hijo, un joven que falleció en 2018 a causa de los golpes que le dieron estos policías luego de detenerlo. La causa fue archivada sin ninguna imputación a los policías y hoy en día Patricia sigue luchando para que se haga justicia por su hijo.
Cuando la familia de Luis se presentó el viernes a la comisaría a hacer la denuncia, les dijeron que “tenían que esperar 72 horas”, siendo que las primeras horas siempre son claves para encontrar a una persona desaparecida. La desesperación de la familia se hizo conocida el lunes cuando, 3 días después, la periodista de Canal 10 fue al lugar y mostró a los y las vecinas buscando al hombre, sin que la policía hubiera hecho nada aun. Al poco tiempo que llegaron las cámaras llegaron el Secretario de Seguridad de la provincia de Tucumán, Luis Ibáñez, y el intendente de Simoca, Marcelo Herrera, que reconoció que “los vecinos iniciaron la búsqueda, más de 200 personas rastrillaron la zona, la policía llegó después” y agregó que “se estaban haciendo pericias sobre pruebas de sangre”. Para Mariana Romero, que entrevistó a los funcionarios, que hayan ido en persona demuestra la gravedad de la situación.
Ibáñez negó que los policías hayan visto a Luis y aseguran que “solo hicieron dos disparos al aire”, lo cual se contradice con las cinco vainas de pistola y las dos postas de una escopeta de aire comprimido que se encontraron en el lugar. Hay 10 armas secuestradas a las que les están realizando pericias y hoy estarían los resultados. También encontraron un cinturón y una gorra de policía de la sección de Delitos Ecológicos que están siendo peritados.
Para el Secretario de Seguridad, que confirmó que la camioneta gris es de una de las policías que intervino en el operativo, “no se trata de una desaparición forzada” y añadió que “los vecinos imaginan cosas”. Según contó la abogada, “la familia de Luis se encuentra muy mal, están con la esperanza de encontrar el cuerpo, no esperan encontrarlo con vida. Hay mucha congoja y negatividad pero confiamos en que la justicia determine qué pasó y podamos encontrar el cuerpo. La hipótesis policial inicial de que ‘se perdió en el monte’, ya que creció y vivió ahí toda su vida, es absurda”.