El ex juez Sergio Moro renunció como ministro de Justicia de Brasil del gobierno de Jair Bolsonaro a 16 meses de haber abandonado la Magistratura para aceptar la invitación del mandatario ultraderechista, hoy sin partido político.
Por Erick Gimenes (*)
La salida de Moro es una reacción a la dimisión del director general de la Policía Federal, Maurício Valeixo, divulgada en el Diario Oficial de la Unión este viernes por la mañana. Bolsonaro tomó esta decisión sin el consentimiento de Moro, aunque su nombre conste en el documento por una formalidad.
Valeixo era superintendente de la Policía Federal en Curitiba, donde actuó junto con Moro en la Operación Lava Jato y fue el responsable por comandar la operación para conducir al ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva en la ocasión de su detención, en abril de 2018.
Actuación sin brillo
Sergio Moro poco contribuyó como subordinado de Bolsonaro. Al proyectarse como “superministro”, con estatus de “héroe nacional”, el ex juez intentó consolidar su imagen como combatiente contra la corrupción.
Sin embargo, sus propuestas no han progresado y se calló ante las denuncias de corrupción que implican el clan Bolsonaro, como más de un esquema de lavado de dinero que involucra a Flávio Bolsonaro, uno de los hijos del presidente.
Una de las grandes derrotas de Sergio Moro a frente del Ministerio fue la anulación de la prisión en segunda instancia en la Corte Suprema del país en noviembre de 2019. La decisión autorizó la liberación de Lula, detenido por orden del entonces magistrado.
El comandante de la Operación Lava Jato también fue derrotado en “paquete anticrimen”. Su proyecto fue aprobado en el Congreso, pero sin sus principales propuestas, como amnistiar a policías que maten estando de servicio e incluso la prisión en segunda instancia.
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Sin el consentimiento de Moro también se aprobó la medida que instituye el “juez de garantías” que establece la división de procesos entre dos jueces. El proyecto contó con la sanción completa de Bolsonaro, que ignoró la posición de su entonces ministro.
La pérdida del Consejo de Control de Actividades Financieras (COAF) representó otro contratiempo. Creado en 1998, el órgano federal que investiga operaciones financieras sospechosas había sido encargado a Moro por Bolsonaro. Sin embargo, el ex juez sufrió otra derrota en la Cámara de Diputados que devolvió el control del COAF al Ministerio de la Economía, bajo el mando de Paulo Guedes.
“Filtra Jato”
Sergio Moro fue implicado en la serie de reportajes “Filtra Jato”, publicadas en The Intercept Brasil en colaboración con otros medios, que revelaron que el ex juez actuó de modo parcial en la Operación Lava Jato.
Moro siempre negó las acusaciones. Por entonces Bolsonaro apoyó a su ministro, pero declaró al diario Folha de S. Paulo que no había “un 100% de confianza”.
(*) Brasil de Fato
Edición: Vivian Fernandes