La pandemia y el aislamiento no impactan unformemente en todo el territorio nacional. Los barrios tienen sus lógicas propias. Y cada barrio en particular, su propia historia. Hoy, una experiencia de organización popular en el Parque Lezama, en el barrio de La Boca.
Por Mauricio García | Foto de Olla Popular Parque Lezama
Hablamos con Mauricio, uno de los integrantes del colectivo de la olla popular que nos explicó que “Nosotros estamos. No podemos juntarnos más en el Parque (Lezama) pero si sabemos y estamos en contacto en contacto con la gente que está acá en el barrio”.
La realidad está cruda, la gente no tiene dónde ir a pedir comida, están regalados. Los que cuidan coches ya no hay nadie que les pague por cuidar los coches, porque los coches no se mueven. Los que venden cartones, no pueden circular con los cartones porque no tienen donde venderlos porque esta todo cerrado. Está difícil para ellos.
Lo que venimos haciendo desde el primer lunes de la cuarentena, que se decreto el domingo, es una olla en el Parque. Ese lunes, porque ya la teníamos planificada, repartimos rápido con todos los resguardos pero fue difícil. El próximo lunes, que fue el lunes pasado, lo que hicimos fue cocinar y hacer viandas. Nos donaron bandejas de plástico y salimos a repartir viandas por el barrio, por el Parque, por debajo de la autopista. Porque la gente está y no se puede mover porque los para la policía y pasan un montón de situaciones más.
Cuando salimos el lunes pasado nos agradecían mucho porque era la primera comida que tenían en el día, no había lugar donde pedir para comer, no había cómo generar recursos en el medio de la Ciudad, de la urbe, porque no hay movimiento, entonces se les complica. Nos agradecían por esa vianda. Repartimos lunes y martes porque fue feriado. Antes de ayer, salimos de nuevo, con la misma metodología.
Ya había gente que además la estaba pasando mal porque venia la policía a cada rato a molestarlos. A los paradores no quieren ir porque tienen que ir atrás del BAP[i] (Buenos Aires Presente). El BAP encontró mucha gente en Paseo Colón, algunos nuevos, con hijos; se ve que hay mucha gente que ya no puede pagar las pensiones y los echan. En las pensiones no se clausuraron los desalojos, si no podés pagar te echan. Hay madres con hijos en la calle con bolsos y el BAP pasa y no les da bola, dicen que no tienen nada. Están equipados con guantes y barbijos pero ni se bajan porque no tienen nada. Piden frazadas. Nosotros les damos de comer y el BAP no tiene ni qué decir, se va.
Esta compleja esa situación, la cuestión del Estado como rol organizador o, si se quiere, articulador. Donde se dice que estamos todos cubiertos no está llegando. Las medidas que se están tomando a nivel social son buenas pero en muchos casos no llegan y ahí hay que laburar en los barrios. Estamos acá en el Parque Lezama a 15 cuadras de la Casa Rosada, ni nos imaginamos lo que puede estar pasando en el conurbano o en barriadas, puede llegar a ser todavía bastante más complejo, donde la gente no puede salir de su casa porque la reprimen pero a su vez la única forma de conseguir alimento es salir de su casa para ir al comedor del barrio. Hay muchas situaciones donde el Estado no está llegando, no está articulando, años de desidia, años de políticas que destruyen y rompen los tejidos sociales y se está viendo acá claramente.
Nosotros nos organizamos para responder a estas faltas. Algunos compañeros cocinan. Somos todos vecinos que vivimos por San Telmo, seremos unos 10 o 12. Cocinamos generalmente todos juntos (cuando es en el Parque) pero con esta situación en particular cada uno cocina en su casa, lo ponemos en viandas y después nos juntamos y salimos a repartirlo. Repartimos en auto, caminando, como sea, acá en San Telmo. La realidad es que esta complicado.
La gente nos dona mucho, pasamos a buscar las donaciones de fideos, de arroz, de verduras, articulamos mucho con los espacios del barrio, con la Asamblea de Plaza Dorrego, la Asamblea del Pueblo y entre todos nos vamos articulando y dando una mano para seguir llegando hasta esos rincones, esos huequitos donde la ayuda del Estado todavía no llega.
Desde octubre de 2018 empezó la Olla Popular en el Parque Lezama. Empezamos a pensarlo una vez por mes pero las personas nos pidieron que lo hiciéramos todos los lunes, porque había mucha necesidad. Cuando llueve se hace debajo de la autopista, debajo de Balcarce y Cochabamba. Desde entonces nunca dejamos de hacerla y ahora que hay mucha necesidad menos. Desde las 7 de la tarde nos ponemos a cortar y cocinar y a las 9 comemos.
[i] El BAP es un programa del gobierno de la Ciudad que se supone que da asistencia a las personas en situación de riesgo social compuesto por equipos que recorren las calles.
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