Con la presencia del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, se presentó el pasado 20 de diciembre, en el Congreso de la Nación, una Síntesis del Informe realizado por la Delegación Argentina en Solidaridad con el Pueblo Boliviano, que viajó a ese país los días 28, 29 y 30 de noviembre.
Por Claudia Korol
Fue precisamente Pérez Esquivel, quien en el marco de esa actividad exigió la renuncia del titular de la OEA Luis Almagro, quien había convalidado la denuncia de fraude electoral, y habilitó el golpe de estado: “Estamos pidiendo la renuncia de Luis Almagro, porque fue responsable de lo que está ocurriendo en Bolivia. Responde a la política de Estados Unidos, por lo que la OEA no tiene autonomía”.
Señala el informe, que el grupo integrado por más de 40 participantes constituyó “una Delegación plural y multidisciplinaria de dirigentes y profesionales con amplia trayectoria en la defensa de los derechos humanos, para aportar no solo solidaridad, sino también recabar información fidedigna y directa, así como proveer un canal de denuncia seguro, frente a la clausura de las vías judiciales y los ataques a la libertad de expresión por parte del gobierno de facto”.
Aníbal Mosquera, integrante del Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía, fue uno de los participantes en la Delegación. Describe la iniciativa: “La Delegación Argentina en Solidaridad con el Pueblo de Bolivia estuvo compuesta por compañeras y compañeros de Córdoba, Mendoza, el conurbano Bonaerense, Rosario, CABA. Tuvo una amplia diversidad política, de organismos de derechos humanos, sociales, sindicales, de educadoras y educadores populares, de abogados y abogadas con amplia trayectoria en la defensa de los derechos humanos. Es para destacar la valentía con la cual mujeres y hombres de Bolivia se acercaron para dar su testimonio, ya que se han tomado más de 100 entrevistas, sobre casos que en la mayoría se denunciaban por primera vez. El informe elaborado da cuenta claramente de violaciones a los derechos humanos, de delitos de lesa humanidad, de asesinatos y masacres.
Otro de los participantes, Tito Ferrari, educador y miembro del Frente Popular Darío Santillán, relata: “Esta Delegación logró que diferentes organizaciones e instituciones nos uniéramos, y en 10 días gestamos un viaje y un relevamiento de denuncias de derechos humanos, como un gesto de solidaridad y de hermandad con aquellos que luchan en Nuestra América. Es algo que a mí me movilizó. A todas y a todos, hizo que no volvamos igual, porque pudimos dejar de lado muchas diferencias, para poder abrazar a aquellos y aquellas que sufren, y a quienes están resistiendo”.
Comparte conmovido Ismael Jalil, abogado de la CORREPI: “Puedo asegurar que no habrá en la vida de ninguno de nosotros, un día que no tenga un momento para pensar en todo eso que vivimos, y en la necesidad de que esa gente pague lo que hizo y lo que hace, y que en definitiva, el pueblo empobrecido de Bolivia pueda juntarse en un solo puño para derrotarlos. Para eso vamos a difundir lo que vimos sin ningún tipo de titubeos”.
Señala Tito Ferrari sobre las conclusiones del informe: “La primera conclusión tiene que ver con afirmar que hay un golpe de estado en Bolivia, claramente planificado por diferentes países, con una injerencia estratégica de Estados Unidos”. Amplía Aníbal Mosquera: “El informe destaca que es un golpe de estado cívico, militar, policial, clerical y jurídico. Es un golpe de estado racista, patriarcal, con clara injerencia imperialista y de las corporaciones transnacionales extractivistas, que buscan apropiarse de los bienes comunes de Bolivia”.
Ismael Jalil subraya: “Hay que destacar el carácter sin ninguna duda racista, supremacista, del golpe de estado.
Obviamente por las condiciones mismas de ese racismo y de ese supremacismo, se desprenden las connotaciones fascistas que tiene. No puede sorprendernos entonces el despliegue de tanta violencia y de tanta saña, porque son las entrañas mismas del capitalismo. Aquello que decía Santucho: “La tumba de toda esperanza de redención humana”, en Bolivia está totalmente clarificado. Si triunfa definitivamente el golpe y esta gente se afirma en el poder, sería uno de los grandes mazazos para la humanidad. Hay que destacar el desamparo y lo inadmisiblemente inhumano que significa la represión que desataron sobre población civil indefensa. Por eso discrepo abiertamente con quienes utilizaron los primeros momentos para abrir un intersticio por el cual pegarle al Presidente Evo, que con seguridad ha cometido infinidad de errores, pero ante la hipótesis de que los machos Camacho y el imperialismo se afirmen como lo están haciendo -en esta encrucijada en la que está todo el mundo-, no había lugar a dudas que la posición correcta era defender al gobierno constitucional, y defender al pueblo boliviano”.
Marianela Navarro, Pini, dirigente del FOL (Frente de Organizaciones en Lucha) refuerza el alerta sobre los apoyos internacionales al golpe de estado: “Hay que señalar la injerencia directa de EEUU en el golpe de estado, y esto tiene que ver con todo su plan continental. Desde nuestro lugar como organizaciones sociales acompañamos la defensa de los derechos humanos, de los derechos democráticos, y fundamentalmente exigimos que se respete el derecho a la vida. Denunciamos este golpe de estado sangriento, que paradójicamente ejerce y condena con causas judiciales de gran envergadura a todo sector que se opone. A muchos de los dirigentes y de las mujeres dirigentes que están procesadas, les han hecho causas por sedición y terrorismo.
Quien genera el terrorismo de estado, acusa a los sectores populares de terrorismo. Esto tiene que denunciarse a nivel internacional, para dar cobijo y abrazar al pueblo boliviano que está resistiendo hoy a la avanzada de la derecha xenófoba, racista, que ejerce toda la represión sobre el movimiento indígena, sobre las mujeres, sobre los sectores campesinos, sobre los sectores más humildes del pueblo boliviano. Hoy frente al nivel de hostigamiento político no están dadas las condiciones para un proceso electoral, ni que se garantice la democracia en Bolivia. Por eso es clave que se generen las condiciones para que todas las personas de Bolivia puedan participar, puedan reunirse, puedan volver a su país, para fortalecer esa democracia que hoy está claramente en jaque. Nos preocupa que haya unas elecciones que legitimen a un gobierno fascista, racista y patriarcal”.
La metodología del informe
Relata Tito Ferrari: “Pienso en los contrastes que vivimos en esa delegación que fue hostigada llegando a esa Santa Cruz que dice ser blanca, que reniega de sus raíces, pero que cuando volamos al Alto fue abrazada. Cuando llegamos había compañeras y compañeros de distintas organizaciones, y estaban las compañeras feministas esperándonos, abrazándonos, y expectantes de lo que íbamos a hacer. El informe se fue tejiendo entre esa Santa Cruz que no nos quiso recibir, y el abrazo de compañeros y compañeras que prepararon todo para que llegáramos a Senkata, a la iglesia de San Francisco de Asís. El relevamiento de denuncias lo llevamos adelante en el mismo lugar donde habían cuidado, guarecido a los cuerpos de los heridos y asesinados, y hasta había funcionado de morgue, porque las familias no querían que los militares se llevaran los cuerpos. Por eso tuvieron que refugiarlos, y tuvieron que garantizar que la autopsia sea ahí, y una vez ahí poder darles su sepelio, y en algunos casos organizar las caravanas con los féretros hasta La Paz. En esa iglesia hicimos el relevamiento de las denuncias. La metodología del informe que fue pensada desde la pluralidad de organizaciones e instituciones, tomó muy en cuenta la voz de las compañeras del Feminismo Comunitario Antipatriarcal de Bolivia, cuando nos pedían que no burocraticemos las denuncias. Que no les demos dos o tres minutos. Esa noche que llegamos tuvimos que repensar la metodología, y nos propusimos no ser más de lo mismo. No por menospreciar el informe de la CIDH, pero habían hecho entrevistas individuales de dos o tres minutos, entraban y salían, sin recibir ningún informe ni palabra. Por eso vimos la necesidad de hacer entrevistas grupales, que no se filmen los rostros de los compañeros y compañeras que iban a denunciar, que podamos visitar si así lo quisieran, las casas, hospitales y cárceles donde estaban, y que cada dos horas íbamos a hacer un reporte. Lo que iba a ser un informe, se convertía en llantos, abrazos y agradecimientos, que tenían que ver con ponerle palabras a eso que estaba pasando y nadie quería nombrar: torturas, abusos, violaciones, asesinatos y hasta posibles desapariciones que nadie se anima aún hoy a decirlas”.
Explica Aníbal Mosquera: “La metodología adoptada para tomar los testimonios fue organizarnos en cuatro grupos. Uno de los 4 grupos tomó testimonio a los familiares de los asesinados en la Masacre de Senkata. Otro grupo estuvo con los familiares de los heridos y heridas. Otro con mujeres y familiares de mujeres que habían sido víctimas de violaciones, de violencia hacia las mujeres, y un cuarto grupo estuvo vinculado con los presos, perseguidos, procesados y procesadas. Quedaron en evidencia algunas cuestiones de emergencia. Una es la falta de abogados que puedan asegurar la defensa frente a la justicia. Por temor, no hay abogados que quieran tomar la defensa de los presos y procesados. La mayoría de las familias están sin saber los motivos por los que sus familiares fueron encarcelados, si bien hay una generalización de causas armadas por “sedición y terrorismo”. Otra de las urgencias y emergencias es la cuestión sanitaria, la cuestión de la salud. Hay personas que están en sus casas sin poder recibir atención médica del Estado, porque han estado internadas y los han ido a buscar policías de civil, entonces han tenido que huir de los hospitales. Salvo algunas excepciones, fueron muchos los médicos que entregaron a los y las pacientes que llegaron con balas de plomo, o que los dejaron sin atención por varias horas. Hay heridos y heridas que quedaron endeudados con el hospital por el pago de los días de internación y las curaciones. Muchos al estar gravemente heridos, con roturas de tibia y peroné, fractura del brazo por balas de plomo, no pueden trabajar, y en consecuencia no tienen dinero para pagar esas deudas. Están desesperados y desesperadas, tanto para pagar la deuda como para hacer las curaciones que necesitan para restablecerse, y que son muy caras.
Un tema gravísimo es la desinformación, por el cerrojo mediático, y el avance sobre las radios comunitarias y medios populares. Se han destruido, ocupado, cerrado, más de 60 radios comunitarias, y están perseguidos sus directores y trabajadores y trabajadoras. También continúa la persecución política a los militantes del MAS, y a los militantes de diferentes organizaciones campesinas, urbanas, indígenas y feministas”.
El informe se organiza según los siguientes capítulos: Introducción, Marco político y social (Contexto geopolítico, Cronología del Golpe de Estado, Perspectiva Jurídica Internacional de los Derechos Humanos), Violaciones a los Derechos Humanos (Masacres perpetradas contra población civil, Cronología masacre de Sacaba, Cronología masacre Senkata, Detenciones arbitrarias, Atentados contra la integridad y represión de manifestaciones públicas, Delitos Sexuales), Otras vulneraciones a derechos constatadas (Caso “Sebastián Moro”, Caso “Facundo Molares Schonfeld”), Violaciones a Derechos Políticos (Denuncias de hechos ocurridos en las ciudades de Santa Cruz, Potosí, La Paz y Sucre), Conclusiones y recomendaciones, Anexo (Elementos probatorios).
En próximas notas iremos comentando estos distintos capítulos. Queremos concluir esta primera información con un comentario enviado por Adriana Guzmán, integrante del Feminismo Comunitario Antipatriarcal de Bolivia: “Era urgente, necesario, y ha sido sanador para nosotras, que la Delegación esté aquí, y que llame a las cosas por su nombre. Si bien ha habido denuncias en la CIDH y en el Parlasur, necesitábamos con urgencia el pronunciamiento de las instancias que reciben las denuncias. Ha sido importante escuchar los informes de la Delegación, sus pronunciamientos públicos, diciendo que aquí ha habido masacre, tortura, violaciones, detenciones ilegales, procesamientos ilegales por sedición, por terrorismo, que no hay garantías para que se lleven adelante los debidos procesos, no hay garantías para que se investiguen estos crímenes que han sido cometidos por las fuerzas militares y policiales, en toda la represión que ha realizado este gobierno de facto. Ha sido muy importante escuchar sus voces, para nosotras, para las compañeras de Senkata que han estado denunciando, para las familias de heridos y de personas que han sido asesinadas tanto en Senkata como en otros lugares, que se acercaron a denunciar. También ha sido importante la discusión que se ha generado a partir de estos informes y pronunciamientos que ha ido haciendo la delegación, porque en Bolivia se ha generado un cerco mediático hacia afuera y también hacia adentro. Los medios de comunicación pertenecen a quienes están llevando adelante este golpe. Hay una total desinformación, hay muchas noticias falsas, que se han creado y difundido para que haya confrontaciones. Hemos generado por lo menos la duda sobre la manipulación mediática que está haciendo el gobierno de facto. Queremos expresar nuestro agradecimiento hacia las hermanas, compañeras y compañeros que han llegado en esta delegación. Queremos expresar también nuestra solidaridad frente a todo el amedrentamiento que han recibido, desde las declaraciones del Ministro Murillo, hasta la campaña mediática de deslegitimación de esta delegación, incluso campañas en las redes, amenazando que de aquí iban a salir muertos igual que el Che. Toda nuestra solidaridad y agradecimiento por que hayan estado aquí. Pedimos que esta tarea de denunciar siga, porque el golpe en Bolivia sigue, la represión y la persecución se mantienen. Hay detenidos. Hay miles que fueron liberados pero están procesados. A las compas feministas que nos están acuerpando, queremos agradecerles que podamos seguir este camino juntas, y sabernos que nos tenemos y nos acompañamos”.