En el día de hoy, el Boletín Oficial anunció la derogación de la Resolución 956 del año pasado, conocida como la “Doctrina Chocobar”.
Por Iván Barrera e Ignacio Marchini | Foto: Juan Pablo Barrientos
Esta medida otorgaba a las fuerzas represivas la impunidad y la discrecionalidad para disparar sus armas de fuego prácticamente en cualquier circunstancia, así sea por la espalda y sin dar orden de alto.
Mediante la Resolución 1231/2019, la Ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, aprobó un nuevo “Reglamento General para el Empleo de las Armas de Fuego por parte de los Miembros de las Fuerzas Federales de Seguridad”, que reemplaza los anteriores y deroga distintas resoluciones que implicaban un enorme retroceso en materia de Derechos Humanos y que fueron duramente repudiadas por un amplio arco de organizaciones políticas y antirrepresivas.
El factor preponderante de este nuevo reglamento es regular la utilización de armas de fuego por parte de las fuerzas represivas, haciendo foco en la necesidad de respetar la dignidad humana y los derechos humanos, y en el uso abusivo que se hizo del anterior protocolo. Según el último informe de Correpi, se contabilizan al menos 891 casos de asesinatos por las fuerzas represivas no penitenciarias en los años de la Doctrina Chocobar.
Esta resolución deroga también el reglamento para la implementación de pistolas Taser y otras “armas electrónicas no letales”, considerando que la calificación de “no letal” en realidad significa “menos letal” y que su protocolo anterior distaba mucho de regular su uso. También se derogan las resoluciones que proceden a crear un “Centro de formación de gendarmes” en el Complejo Turístico de Chapadmalal, la que asigna la creación del Servicio Cívico Voluntario en Valores en manos de Gendarmería y las libertades que se les otorgaba a las fuerzas represivas para pedir documentos de identidad discrecionalmente en el transporte público.
La regulación del uso de armas de fuego y el límite a la libertad de acción de las fuerzas represivas son los primeros pasos urgentes para empezar a desarmar el entramado legal, armamentístico y cultural que buscó imponer a fuego y sangre la ex Ministra de Seguridad y actual Presidenta del Pro, Patricia Bullrich. Ardua tarea tiene Frederic por delante para terminar realmente con el abuso de las fuerzas represivas y lidiar con las cifras que demuestran una escalada ininterrumpida de la violencia estatal en los años de democracia. El legado es extenso, desde los protocolos para reprimir la protesta social hasta la Gendarmería en los barrios como agentes del control social, pasando por la formación de las distintas fuerzas y la militarización creciente de las policías locales.
Es enorme el trabajo por delante para frenar la violencia de la policía, para conseguir justicia para los y las muertas a manos del aparato estatal, para alcanzar algún tipo de paz para los y las familiares de las víctimas del gatillo fácil y para frenar el abuso de las fuerzas represivas en los barrios. Sin duda, esta medida representa un primer paso racional y urgente en el largo camino hacia el fin de la impunidad.