Las responsables de la revista Píkara y la periodista y activista Irantzu Varela, denunciaron en conferencia de prensa la inacción de las instituciones y de la policía autonómica del país vasco, después de que esta semana la redacción amaneciera con unas pintadas amenazantes que firmó un partido de extrema derecha. Solidaridad sin fronteras.
Por Gessamí Forner*
“Soy feminista, lesbiana, independentista, anticapitalista y republicana. Soy todo lo que odia el sistema. Y las pintadas que han hecho en la puerta de nuestra casa no solo tienen que ver con el auge de la extrema derecha, sino con la normalización del fascismo, que es tratado en muchos medios de comunicación con normalidad”, denunciaba anteayer la periodista, activista y coordinadora de la Faktoria Lila, Irantzu Varela, en el espacio de trabajo que comparte con la redacción de la revista Pikara Magazine.
En la pasada noche del domingo al lunes, las cristaleras de Pikara amanecieron con la pintada “Putas de Soros”. Las amenazas con espray se extendieron en puntos clave del barrio, como lo son la sede de la asociación Ongi Etorri Errefuxiatuak; el mural antifascista de la plaza de Bilbao la Vieja, en el que se amenazaba de muerte a un miembro del colectivo Sare Antifaxista; y en el antiguo local de Varela, con una referencia personal a ella proveniente de un tuit en el que difundieron sus datos personales y número de teléfono. La cuenta de Twitter sigue abierta, sus datos visibles y solo el número de móvil ha sido borrado, dos semanas después.
La coordinadora de Pikara, Andrea Momoitio, añadía en la rueda de prensa conjunta que han ofrecido que, “si bien es muy grave encontrarte con pintadas fascistas en cualquier lado, cuando aparecen en un medio de comunicación atentan con la libertad de expresión y de prensa, por lo que entendemos que es una llamada de atención al periodismo crítico”.
Momoitio recordó que Pikara presentó en diciembre del pasado año en el Congreso de los Diputados una petición de políticas públicas para frenar la violencia digital. “No deja de sorprendernos la inacción de las instituciones, dado que una de las pintadas está firmada por un grupo político de extrema derecha, las juventudes de Democracia Nacional, y tampoco nos parece difícil encontrar al titular de una cuenta de Twitter”, añadió al respecto.
Sin perspectiva de que se cumplan medidas que monitoricen e investiguen a los autores de dichas violencias, desde Pikara y la Faktoria Lila hicieron el pasado lunes una llamada por redes sociales para repintar las cristales bajo el lema No limpiamos el fascismo, pasamos por encima, a la que acudieron más de cien personas. Asimismo, colectivos antifascistas y antirracistas de Bilbao han convocado el próximo viernes 8 de noviembre una manifestación en la plaza del Arriaga a las 19 horas bajo el lema La noche de los cristales rotos.
Varela ha hecho hincapié en la necesidad de la autodefensa tras su paso por comisaría en los últimos meses para interponer hasta cuatro denuncias por tres casos de pintadas y una de difusión de datos online, por el que sigue recibiendo fotos de penes, propuestas sexuales de parte de hombres desconocidos y amenazas contra su persona. “Siempre me pregunto qué será lo próximo y no lo sé. Pero me gusta pensar en el lema feminista de Si nos tocan a una, nos tocan a todas y me gustó cómo respondimos el lunes. Por eso invito a participar en la manifestación del 8 de noviembre. Les hemos dado el monopolio de la violencia legítima pero no nos están defendiendo”.
Momoitio insistió en la necesidad de comprender que “la violencia digital solo tiene de online el canal, porque quien la sufre, no tiene nada de virtual”. “Temíamos y esperábamos que sucediera esto. Si la denuncia ante la Ertzaintza no sirve, no sabemos qué puede servir”, concluyó. En la rueda de prensa, les acompañaron representantes de la Coordinadora Feminista de Euksal Herria, el Sare Antifaxista y Ongi Etorri Errefuxiatuak, que les mostraron su calor y su intención de seguir caminando juntas.
Leé la entrevista que le hicimos a Irantzu Varela:
“El feminismo es un movimiento social y es antisistema”
*original en El Salto Diario