A días del evento anual más grande del movimiento feminista, momento bisagra para los debates sobre la identidad del encuentro. Su apertura sería justa, abarcativa nos haría más felices y nos permitiría seguir estando con más fuerza en el camino de nuestros feminismos callejeros, que cuestionan todo, que quieren otras formas de política. Nos reconocemos en esas formas de política movidas por el deseo de cambiarlo todo.
Por Cátedra Libre Virginia Bolten | Foto: Nadia Petrizzo
Desde fines del año pasado nos venimos reuniendo organizaciones populares, feministas, colectivas de las disidencias sexuales, de los pueblos originarios, negras, partidos de izquierda, artistas, comunicadoras, sindicalistas antiburocráticas, jóvenes no binaries, educadoras populares, cátedras libres de feminismos populares, ancestras, machis, raperas, docentes, estudiantes.
Muchas de nosotres no participamos en Trelew cuando se eligió la sede en La Plata, pero pusimos todo nuestro cuerpo, ganas, voluntades, en la posibilidad de organizar el Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Bisexuales, Travestis, Trans y No binaries en pleno territorio querandí.
Nuestras energías feministas se nos activaron con la fuerza emanada de las voces de las mapuches en su territorio. También lo sentimos como un mandato de interpelación, de que el nombre de “nacional” ya no nos contenía a todes…
Habíamos escuchado las voces de travestis como Lohana Berkins, Maite Amaya, Diana Sacayán que nos agitaban con sus participaciones, con su habitar durante tanto años los Encuentros; que nos alertaban sobre lo limitado que era nombrarnos solamente como mujeres. Todavía recordamos la fuerza de Lohana en los talleres en el Encuentro de Mendoza en el 2004. Elles estuvieron ahí, construyendo y habitando estos Encuentros, junto con las lesbianas que ya habían logrado talleres propios, y con las no binaries que venían cuestionando los binarismos conservadores.
Cuando decimos “lo que no se nombra, se invisibiliza” estamos recuperando la genealogía de lo vivido durante tantos años en estos encuentros federales, heterogéneos, ricos en incomodidades y preguntas, de debates reflexivos, de aprendizajes colectivos. También estamos recuperando el diálogo intergeneracional de estos 34 años, de ver les jóvenes que comenzaban habitar los Encuentros, de pañuelos verdes, de compañeres que comparten sus experiencias. Esa genealogía también se teje de internacionalismos a través de los paros del 8M y de las clásicas asambleas de Feministas del Abya Yala los domingos en los Encuentros donde nos escuchamos y pensamos en luchas contra la desposesión de territorios y de nuestro cuerpo-territorio como una sola unidad; de tantas luchas contra las mineras a cielo abierto, de tantos gritos de las campesinas, de tanto clamar por justicia por las luchadoras y defensoras de la tierra asesinadas como Berta Cáceres. Cuando decimos “lo que no se nombra, se invisibiliza” estamos insistiendo en que esta trama de diversidades fortalece nuestras luchas.
Desde este recorrido y reflexiones apostamos para que el cambio de nombre pueda hacerse en este 34 encuentro. Sería justo, abarcativo, nos haría más felices, nos permitiría seguir estando con más fuerza en el camino de nuestros feminismos callejeros, que cuestionan todo, que quieren otras formas de política. Nos reconocemos en esas formas de política movidas por el deseo de cambiarlo todo.
Como Cátedra Libre Virginia Bolten hemos participado en las plenarias y comisiones de trabajo preparatorias y nos hemos indignado con los sectores conservadores dentro del movimiento, representados por partidos políticos tradicionales que atrasan, o que plantean posiciones pendulares e hipócritas, que mientras dicen en algunos materiales de difusión que acuerdan con el cambio de nombre, en concreto lo han boicoteado en las plenarias y comisiones.
En un contexto de avanzada de discursos anti-género y prácticas conservadoras, biologicistas, racistas enmarcadas en un proceso de derechización y avanzada de los fundamentalismos religiosos sobre los territorios de Nuestramérica ¿cómo no ver la necesidad de conmover las tendencias racistas o etnocéntricas dentro del movimiento feminista?, ¿por qué esa negación de la realidad?, ¿Por qué ese sesgo tan anquilosado, que atrasa?
El mundo va cambiando, así también nuestros feminismos que se multiplican para cambiar el mundo. Nuestras luchas son ahora insistentemente contra los binarismos, contra los fundamentalismos religiosos y económicos. Nuestras luchas son contra el despojo del capitalismo patriarcal racista heteronormativo y para tejer con las mujeres y disidencias de pueblos originarios, por desandar la herencia colonial que nos fragmenta y nos oprime. Nuestras luchas se fortalecen y potencian en la marea verde por el aborto legal, seguro y gratuito. Sin embargo, creemos que esa posición no puede quedar en una mera manifestación discursiva, sino que es preciso y es urgente volverla práctica, ejercitarla en las calles y en todos los espacios de construcción política.
Nos juntamos como Feministas del Abya Yala, nos integramos en la #CampañaSomosPlurinacional. En el camino de endeudamiento que decidieron los gobiernos actuales, somos parte de los Frentes de Lucha contra la miseria, el hambre y las injusticias sociales, replicando asambleas en cortes y acampes. No solo gritamos contra estos gobiernos neoliberales, sino que aprendimos y denunciamos que el ajuste es violencia patriarcal. Ese mismo grito que se está uniendo en estos momentos con tantas luchadoras y luchadores de Ecuador, que han salido a las calles para protestar contra el “paquetazo” neoliberal.
Como decían quienes escribían en el anarquistas en el periódico La voz de la Mujer, en 1896, “hemos decidido levantar nuestras voces en el concierto social y exigir, exigir decimos, nuestra parte de placeres en la banquete de la vida”.
En todos estos espacios que venimos compartiendo rumbo al 34º Encuentro, y como parte de estas articulaciones nos damos cuenta de todo lo que aprendimos este año, lo que hemos resignificando, las nuevas preguntas que nos hicimos y de las interpelaciones sociales y personales que hemos tenido.
Pensamos que esto es construir feminismos inconvenientes, callejeros, cuestionadores, que incomoden, que repiensen las relaciones de opresión y explotación desde una clave interseccional con el objetivo de potenciar las luchas que vamos dando en los diferentes espacios en los que intervenimos. Pensamos en sumar las diferentes herramientas que utilizamos para transformar radicalmente estas sociedades capitalistas patriarcales heteronormativas, sistemas que junto al colonialismo y al racismo conforman una matriz de explotación y apropiación de nuestras sexualidades, de nuestro cuerpos y territorios.
A esa tarea transformadora, como Cátedra Libre Virginia Bolten, junto a la potencia de las articulaciones, nos sentimos convocades y nos acuerpamos para desarmar las múltiples formas de opresión que nos atraviesan y sobre todo para establecer alianzas que fortalezcan nuestras luchas, nuestras posibilidades de pensar nuevos mundos donde quepamos todes.
Más tarde que temprano el Encuentro será Plurinacional, de mujeres, de lesbianas, bisexuales, travestis, trans, no binaries, de las feministas negras, de les marrones; de les racializades, de las naciones de los pueblos originarios, de las feministas del Abya Yala.
Nuestra revolución será feminista o no será.