Se realizará el primer Encuentro de Trabajadora de Prensa del Sindicato combativo de Buenos Aires, SiPreBA. Se debatirá en tres comisiones las problemáticas específicas que hacen no solo a las condiciones laborales sino también a la agenda de los feminismos y disidencias.
Por Carla Perelló y Laura Salomé Canteros / Foto: SiPreBa
Pensado combativo y surgido dentro de una historia de burocracia y en un gremio donde las voces legitimadas son de varones, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires, SiPreBA, organizará mañana el Primer Encuentro de Trabajadoras de Prensa, un sueño de años de organización de quienes activan en ese espacio gremial -pero que es mucho más que eso-. Una oportunidad para fortalecer las alianzas entre el movimiento feminista y la lucha gremial.
Será desde las 10 en la Facultad de Sociales de la Universidad de Buenos Aires, en Santiago del Estero 1029, y al igual que en el próximo Encuentro (Pluri)Nacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries, que se realizará en octubre en La Plata, los talleres de debate serán el corazón de la jornada. Habrá uno para intercambiar sobre “organización sindical y problemáticas de género”, otro para reflexionar sobre el “periodismo con perspectiva de género” y otro sobre “precarización laboral y desocupación”.
El Encuentro contará con un panel de apertura de lujo que incluirá a las recién incorporadas editoras de género(s) en las empresas mediáticas Clarín e Infobae, Mariana Iglesias y Gisele Sousa Díaz, e incluirá la proyección del documental “Sacar la voz”, realizado por integrantes del SiPreBA. El Encuentro tendrá el desafío de consensuar las problemáticas laborales de diferentes tipos de trabajadoras: periodistas, comunicadoras, fotógrafas y radialistas que van desde poquísimas editoras hasta invisibilizadas free-lance.
“La alianza entre el periodismo y el feminismo fue clave”
Para Laura Da Silva, delegada de Telam, la agencia de noticias estatal, esta convocatoria es importante porque es “el primer pre-encuentro de trabajadoras de prensa del SiPreBA”. Para Paula Sabates, delegada en Página/ 12, será una “instancia de debate, análisis, conclusión y reconocimiento de problemáticas específicas de las trabajadoras” que tiene la importancia de llegar al Encuentro, “más organizadas entre nosotras”.
Para Da Silva, “comunicadoras, periodistas, radialistas y trabajadoras de prensa, fueron y son un eslabón fundamental para la comprensión histórica del movimiento de mujeres, lesbianas, travestis y trans en nuestro país para la visibilización de toda su agenda de derechos y demandas”. Para la delegada, “la alianza entre el periodismo y el feminismo fue clave”: “Asumir esta agenda feminista y disidente nos obliga a mirar también nuestra propia labor profesional y nuestros derechos como trabajadoras”, afirmó.
En el mismo sentido, para Sabates, el sindicato está realizando “un proceso muy importante en asimilar la idea de que la agenda de las mujeres y disidencias es la agenda de las trabajadoras y desde esa concepción -y no desde otra- es que se está avanzando hacía, primero, un acompañamiento fuerte del sindicato a todas las demandas generales de los feminismos a nivel social pero también hacia una profundización y hacia una detección de las problemáticas específicas de las trabajadoras del gremio”.
“En prensa las mujeres lesbianas, travestis y trans no llegamos a ocupar ni el 30% de los puestos de trabajo del sector”, informó Sabates, “desde el sindicato luchamos por eso. Y, además, por mejorar las condiciones y por llevar a condiciones dignas a las compañeras que sí están empleadas afortunadamente, que están muy castigadas incluso por el convenio de prensa escrita y oral y por el convenio de televisión”. El Encuentro es una oportunidad de “avanzar en el camino por lograr el reconocimiento de esos derechos y demandas”.
Para Da Silva, “no hay feminismo posible sin trabajadoras con derechos garantizados y condiciones de vida dignas”. Y por eso, “este pre- Encuentro es importante también para nuestra organización sindical. El SiPreBA de cara a lo que va a ser el debate del próximo treinta y cuatro Encuentro Nacional de Mujeres Lesbianas Travestis trans y no binaries y poder llegar a ese encuentro lo más organizadas posibles y con una con una agenda clara también desde las trabajadoras de prensa para el movimiento de mujeres en general”.
Es un clima de época de la que ningún espacio de la vida social y política escapa. Los feminismos tienen estrategias para todo. “En los últimos dos años, sobre todo en redacciones, radios o canales de tele con gran historia gremial y no, están surgiendo en paralelo, como parte de la organización pero también con trabajo autónomo, Asambleas de Mujeres, Comisiones de Género, Protocolos de actuación contra la violencia de género, etc.”, relató Sabates. Es una “necesidad de las compañeras de organizarse desde adentro, que tienen un montón de demandas específicas y son las más precarizadas, las más vulneradas en sus derechos las menos reconocidas, las menos empleadas”.
Violencias en el gremio de prensa: de esto también se habla
En 2016, la denuncia contra el secretario Gremial del SiPreBA, Patricio Klimezuk (Télam), por violencia y abuso de poder hacia una compañera militante del gremio, fue un desafío para la organización que, finalmente, decidió mantener en su puesto al violento. “La Comisión Directiva resolvió por unanimidad que la suspensión de Klimezuk durante el tiempo que duraron las consultas obraba como sanción de hecho, así como que el tema debía servir para crear instancias de abordaje de esta problemática y para capacitar y elaborar un protocolo que permitiera actuar en caso de situaciones de violencia de género en las redacciones de las empresas”, tal como fue publicado en la página oficial del sindicato.
Así, uno de los desafíos pendientes queda en ver de qué manera se garantizan los derechos de las mujeres, lesbianas, travestis y trans dentro de las mismas organizaciones a través de mecanismos que resguarden a las personas denunciantes. La formación por parte de quienes conforman la dirección y el gremio en general en materia de violencia hacia las mujeres y el colectivo LGBTI+ aparece como una necesidad para construir la legitimidad necesaria a la hora de llevar el reclamo por el derecho de las personas a vivir una vida libre de violencias a los espacios de trabajo.
La problemática seguramente atravesará los talleres de mañana. La pregunta es, ¿de qué manera nos hacemos espacio en un terreno profundamente masculinizado, dominado por el silencio y la complicidad? ¿De qué manera alzar la voz y cómo lograr que los espacios de militancia gremial sean también de y para nosotrxs? ¿Qué herramientas tenemos para realizar estas denuncias, para en definitiva organizarnos para que trabajo, derechos y vida digna vayan definitivamente de la mano?
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Violencias dentro de las organizaciones (I). De esto sí se habla