Encabezada por el presidente Recep Tayyip Erdogan, la reunión del Consejo de Seguridad Nacional (MGK), terminó con la reiteración de la misma estrategia que tiene como objetivo principal la represión al pueblo kurdo.
Por Kurdistán Latinoamérica
En un comunicado emitido por el MGK tras la reunión de este martes, se reiteró la determinación de Turquía para seguir esforzándose en el establecimiento de lo que irónicamente han denominado “corredor de paz” en la frontero turco-siria.
En realidad, se trata de una “zona de seguridad” con la cual la administración turca intenta ocupar una parte del territorio sirio correspondiente a la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES).
Durante el encuentro, se remarcó la desaprobación del gobierno turco del apoyo brindado por algunos países occidentales a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG/YPJ), las fuerzas de autodefensa del norte y el este de Siria.
En el Consejo de Seguridad Nacional se reforzó la propaganda del Estado turco de comparar a la organización terrorista Estado Islámico (ISIS) con las YPG/YPJ, con el Partido de la Unión Democrática (PYD) y con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).
A su vez, se respaldó la invasión militar turca en varias regiones de Bashur (Kurdistán iraquí), a la que se calificó como un “éxito”.
Durante esta jornada se conoció que Turquía continúa enviando equipos militares a su frontera con Siria, en este caso hacia la provincia sureña de Sanliurfa. Según medio turco, un convoy militar de 12 vehículos blindados, así como unidades de fuerzas especiales y autobuses llegaron a la zona fronteriza.
A finales de julio, el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, anunció el posible inicio de una nueva operación turca contra el norte de Siria, si Ankara y Washington no llegan a un acuerdo sobre una zona de seguridad en la región.
Al mismo tiempo que sucede todo esto, el jefe de la Dirección de Operaciones Principal del Estado Mayor Ruso de las fuerzas armadas de ese país, Sergei Rudskoi, declaró el lunes que Turquía y Rusia están llevando a cabo “operaciones de localización” conjuntas contra grupos armados en Siria.
Turquía ha utilizado los grupos contra el régimen para sus propios fines desde el comienzo de la guerra siria. Ahora, según fuentes rusas, se está preparando para los ataques aéreos contra los mismos grupos armados que usó en el pasado
Rudskoi dijo que el ejército ruso está “tomando medidas con la ayuda de nuestros homólogos turcos” para establecer las ubicaciones de “las armas pesadas, vehículos militares, armas y equipos de los terroristas”, y para llevar a cabo operaciones puntuales.
Si bien Rudskoi no comentó dónde se realizan estas operaciones, se supone que estas áreas son Idlib, el norte de Hama y la zona rural alrededor de Latakia.
Además del inicio de la operación desde el norte de Hama hasta Idlib, que ha estado ocurriendo durante tres meses, el régimen sirio y Rusia han llevado a cabo numerosos ataques aéreos contra miembros y altos comandantes de la organización terrorista Hayat Tahrir Al Sham (HTAS).
Turquía controla 12 “puntos de observación” en Idlib. HTAS ha acusado previamente al gobierno turco de haber suministrado a Rusia las coordenadas para los ataques contra sus comandantes y sus grupos armados cercanos.
En el marco de los acuerdos con Rusia, Turquía ha contribuido a que el régimen sirio tome el control de ciudades como Alepo, Dara y Ghuta Oriental, donde los grupos irregulares armados tenían fuerte presencia. Una cantidad importante de mercenarios y terroristas de estos lugares, fueron trasladados por Turquía hacia el cantón kurdo de Afrin, que ocupa ilegalmente desde marzo de 2018.