Las elecciones en Santa Fe dejaron la certeza de que la política se puede construir por caminos diferentes. En Rosario, Ciudad Futura se presenta como una alternativa que sigue creciendo con el tiempo.
Por Nadia Fink y Camila Parodi (desde Rosario)
Ciudad Futura demostró que el “batacazo” de 2015 era el principio de su incursión en las instituciones. El 16 de junio pasado, confirmaron que el proyecto sigue creciendo y que la alianza con el Partido Social y Popular fue una apuesta para seguir mostrando otras formas de construir en la arena política.
Los números fueron claros: con Caren Tepp a la cabeza, se obtuvieron 97 mil votos y se volvió a conformar el bloque de concejalas y concejales que sumó a Pedro “Pitu” Salinas y a María Luz Olazagoitia, además de Jésica Pelegrini, quien ya está cumpliendo con esa función. Por su parte, en su primera presentación como candidato a intendente, Juan Monteverde obtuvo casi 80 mil votos para posicionarse como una alternativa futura en la Ciudad. Y Carlos del Frade, con casi 100 mil votos retuvo su banca como diputado, además de sumar a Dámaris Pachiotti como segunda diputada por la provincia. Mientras tanto, Yanina Mennelli ingresaba como Concejala por Pueblo Esther, para ampliar el horizonte a nivel provincial.
Pero además, otras características distinguen a esta confluencia… la fiesta y el ida y vuelta con su militancia.
“En cuatro años, gobernamos la ciudad”
Habían pasado unos minutos de las 22 cuando las candidatas y los candidatos aparecieron en el escenario. El festejo fue en el ya clásico Distrito 7, el bar cultural de Ovidio Lagos y Córdoba. Abajo los bombos, las banderas multicolores y los cantos continuos se hacían ver y oír. “El futuro será como lo soñamos, feminista y popular”, cantaban las cientos y los cientos de jóvenes que caracterizan una parte importante de la militancia de esta confluencia.
Monteverde tomó el micrófono para, primero, agradecer: “Nos devolvieron la ilusión”, dijo mientras daba cuenta de los resultados que los habían llevado hasta ahí. Así dio cuenta del salto que se dio desde aquel primer bloque que ingresó en el Concejo hasta el que se conformó hoy: “97 mil votos contra los 85 mil de 2015”, explicó Monteverde para dar cuenta de que la palabra y la acción se conforman colectivamente. Recordemos que por aquellos momentos, expresaba a Marcha: “Hace falta audacia política y ponerle el cuerpo a las iniciativas”. Con ese horizonte, aseguró: “En cuatro años gobernamos la ciudad, no tengo dudas”.
Fue el tiempo de Carlos del Frade, el periodista que se hizo un lugar entre la gente por sus investigaciones comprometidas y por su humildad. “Los ideales le ganan a la guita”, expresó, mientras se alegraba de celebrar ese día del padre junto a su hija que milita en el FSyP y que agitaba desde abajo como una piba más. El desafío de Del Frade y Pachiotti es grande: “Se consolida lo peor del Opus Dei y los evangelistas”, detalló en referencia al ingreso de la diputada Amalia Granata y su bloque por el partido Unite por la Familia y la Vida.
Caren Tepp tomó el micrófono y la militancia cómplice acompañó desde abajo. Los fueguitos se encendieron con cada palaba. “Nunca sufrí tanto el machismo y el patriarcado como el momento en el que me tocó subirme a ese alero hace cuatro años y decir que iba a ser la tercera concejala de CF, que iba a entrar en las instituciones y tener que día a día batallar con una institución que todo el tiempo a nosotras nos está tomando examen. Y ahora me seguían subestimando por el hecho de ser mujer, pero acá estamos, para demostrar que la revolución feminista va a transformarlo todo”, abrió la flamante reelecta concejala.
“Nos tienen miedo porque no tenemos miedo”, subía desde las voces de las pibas que se habían vestido para la ocasión: pañuelos verdes y rosas y glitter, símbolos que representan la fiesta feminista.
Esa revolución de la que habla Tepp, sobre la que detalla: “No sólo nos enseñó a cooperar en lugar de competir, sino que también nos enseñó que con la hipocresía y con el pacto de silencio de la política no vamos a ninguna parte”. Después de dar cuenta de la idea que es la base del hacer político del partido (“Nosotras y nosotros no visitamos los barrios; venimos de ahí y nuestras compañeras y compañeros son quienes tienen el protagonismo”), siguió interpelando a las pibas y pibes que son la base de todo: “La verdadera política transformadora de las pibas y de los pibes no se está organizando para soñar un sueño bajito de volver a tener un mayor nivel de consumo; este proyecto político, que le está haciendo frente al neoliberalismo, lo que quiere hacer es llegar a esas instituciones pero para transformarlo todo, para distribuir el ingreso de manera más equitativa, pero fundamentalmente para distribuir el poder y que el poder esté en manos de la gente común y no de los partidos políticos burócratas de siempre”.
“Somos las nietas de todas las brujas que nunca pudieron quemar”, rugió desde abajo para dar cuenta de ese horizonte transformador, pero también del ida y vuelta que se genera entre el arriba del escenario y el debajo de la juventud, entre el adentro de las instituciones y el afuera de la gente común.
“La política tradicional sigue estando muy miope al proceso revolucionario de las mujeres”
Es el día después. El Distrito 7 vuelve a su rutina habitual y quienes ayer hablaban desde el escenario hoy están en sus tareas cotidianas. Vacaciones es una palabra que suena distante para la actividad que no cesa en Ciudad Futura.
Caren Tepp se toma un tiempo para la reflexión. Desde Marcha, la invitamos a reflexionar cómo fue ese pasaje de ingresar tercera (y sorprendida) en aquella elección de 2015 a encabezar la fórmula 2019 con un gran caudal de votos.
Por supuesto, la mirada se torna colectiva y contextualizada en el tiempo que les toca transitar a las y los Ciudad Futura. Así, Caren cuenta lo que significa que CF se construya como un partido de movimientos “para que podamos expresar desde las expresiones políticas lo que va pasando la sociedad”. Por eso, en 2015, lo que buscaron fue “poder expresar las luchas de los movimientos sociales que dieron origen a Ciudad Futura (la lucha contra los barrios privados y en la defensa de la tierra, la lucha contra el narcotráfico y por justicia, la construcción en cada uno de los territorios, la preponderancia en lo territorial de toda la lucha barrial) y eso tuvo un peso específico. Eso tratamos de expresar en términos de quiénes conformábamos las candidaturas, en qué orden, y en términos de campaña. En ese momento, donde me tocó entrar en la banca siendo la única concejala, hasta cuatro años después hubo un proceso y una revolución impresionante que se dio en nuestro país y en el mundo. En ese sentido, nuestra fuerza política, tal como concebimos la clave de construcción de expresar y empujar los avances y las transformaciones, no podía en esta elección, que el partido decidió orgánica y colectivamente, dejar de expresar esta revolución”.
Tepp insiste en poner de relieve la composición de personas que empujaron y dieron fuerza a esta campaña: “Me siento muy parte de esa cantidad de jóvenes, siento una empatía muy grande por los procesos que están traccionando, que están viviendo. No tengo dudas de que el sujeto potagónico que le dio impulso a esta elección fueron las pibas, las juventudes y las mujeres de todas las edades y clases sociales de todos los territorios”.
Como en toda organización o grupo, el proceso es de ida y vuelta: lo que sucede en la sociedad influye hacia adentro y viceversa. El primer intento para dar cuenta de lo que estaba sucediendo en el seno de Ciudad Futura fue aquella apuesta arriesgada que hicieron en junio de 2017 y que se llamó “El poder de las mujeres”. Se trataba de una lista encabezada por la propia Tepp, que sumaba 15 candidatas mujeres a diputadas pero el juez federal con competencia electoral en Santa Fe, Reinaldo Rubén Rodríguez, impugnó la lista de candidatas porque “rompía con la ley de cupo, pero al revés”. Sin embargo, la semilla estaba sembrada y el trabajo no cesó. En ese sentido, Caren relata que, desde aquella lista a esta parte, “hemos logrado expresar lo que se va viviendo. La propia tarea en el Concejo nos ha permitido vincularnos con colectivos que tienen como protagonista fundamentalmente a las mujeres. Y vamos así prefigurando un tipo de vínculo y de construcción distinta con esta concepción: desde las madres que se plantan, las luchas por las colectiveras, todo un trabajo en ese sentido”. Y en ese doble vínculo del que hablábamos antes, el hacia dentro también se fortalece en el hacer: “Con mis propias compañeras tenemos una complicidad feminista en la cual vamos construyendo, dialogando, deconstruyendo y es de ida y vuelta”, explica la concejala.
Por supuesto, la mirada crítica que tiene la organización sobre la política tradicional no estuvo ajena de su análisis. Tepp considera que esa política “sigue estando muy miope al proceso revolucionario que están haciendo las mujeres en nuestra sociedad. Si los partidos tradicionales no reaccionan a la revolución feminista, se los va a llevar puesto… Pero no solamente por la lucha de las mujeres y disidencias, sino porque hay una sociedad que vuelve a poner en crisis la idea de representación y que se ejerce con la lógica de dominación. Parte de cómo se construye de forma vertical en los partidos que nada tienen que ver con la forma de construcción que tiene y que plantea el feminismo, y eso entra en choque”.
Para cerrar, el horizonte siempre. El futuro de la mano de lo que está sucediendo hoy y que vale la pena seguir recorriendo. Es por eso que Tepp cierra para seguir abriendo: “No hay mayor orgullo para mí que ser contemporánea a esta revolución feminista que nos vino a dar el empuje y la fuerza necesaria para seguir entrando en esas instituciones patriarcales, machistas a deconstruirlas, a desarmarlas, a llenarlas de voces, a llenarlas de pueblo, a llenarlas de esperanza, de amor, de sueños, de revolución”.