El negro cielo de una noche tapada en Gaza se ve iluminado por una lluvia de proyectiles. Un nuevo enfrentamiento entre las fuerzas armadas de Israel y el grupo Hamas volvió a bañar de sangre el territorio palestino. En la previa del festival de Eurovisión, se produce el enfrentamiento más violento desde la guerra de 2014. Sin embargo, poco parece importar a la prensa internacional enfocada al show armado en Venezuela.
Por Iván Barrera / Fotos: Ali Abusaad
La tarde del viernes protagonizó el inició de mayor escalada violenta en la Franja de Gaza desde la guerra de 2014. Luego de un mes de tranquilidad, con mediación de Egipto para garantizar la paz, volvió a resurgir la violencia en el territorio de mayor conflictividad entre Palestina e Israel.
A 10 días de ser sede del festival Eurovisión, el ejército israelí multiplicó las medidas de seguridad interna y externa del territorio. Las fuerzas de defensa movilizaron una brigada de blindados preparados para una nueva ofensiva sobre el territorio palestino, provocación que llevó en un primer momento a un enfrentamiento terrestre y luego a un enfrentamiento aéreo por parte de las fuerzas israelíes y Hamás (Movimiento de Resistencia Islámico).
Entre el sábado el domingo, cientos de misiles volaron de un lado y otro de la Cúpula de Hierro. Según las autoridades Israelitas, más de 600 misiles volaron hacia territorio israelí, siendo la mayoría de ellos derribados por la defensa antiaérea y otros tantos desviados hacia descampados. Se contabilizan cuatro muertes en territorio israelí.
La ofensiva israelí asegura haber disparado 200 misiles sobre el territorio palestino, en búsqueda de una supuesta desarticulación del grupo Hamás, además de realizarse simultáneos ataques en aviones y helicópteros. El número de muertos ascendería a 25, aunque a cada momento aumenta la confirmación de víctimas mortales. Entre ellos, se encuentra Al Jordakri, figura clave de la resistencia del grupo Hamás y cuya muerte fue considerada como la primera muerte selectiva desde 2014.
La insoportable levedad del discurso
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró públicamente haber “dado instrucciones a las Fuerzas Armadas para que prosigan con los ataques masivos contra elementos terroristas en la franja de Gaza”. Sin embargo, la evidencia muestra como los bombardeos se realizaron sin discreción sobre poblaciones civiles.
En el recuento de víctimas mortales se encuentran dos mujeres embarazadas, un recién nacido de 4 meses, un bebe de 14 meses y un niño de 12 años, además de otra decena de civiles víctima del alcance de los misiles israelíes a hogares, las calles de Rafah y al campo de refugiados de Al Bureij. A las víctimas mortales hay que sumarle a los cientos de heridos que abarrotan los hospitales de Gaza.
El ataque aéreo sobre poblaciones civiles es un denominador común ante cada ofensiva de Israel sobre la franja de Gaza y sobre distintos territorios palestinos. La excusa de la lucha contra el terrorismo es siempre el relato preponderante para cada uno de los ataques militares, políticos y económicos sobre los territorios palestinos.
Sin tregua
Ante el trágico resultado de este nuevo enfrentamiento, Hamás inició negociaciones con los mediadores egipcios para dar una tregua de ambas partes. El líder Ismail Haniyeh expresó la necesidad de restaurar el acuerdo del alto al fuego, comprometiendo el cese de los ataques ante un compromiso similar por parte de las autoridades israelíes.
Sin embargo, al conocerse esta noticia, el Gobierno Israelí informó públicamente que continuará con la ofensiva a fin de terminar con las células terroristas, advirtiendo la posibilidad de una escalada en la violencia durante esta semana. Los mediadores egipcios junto a representantes de la ONU seguirán trabajando en las condiciones para que se realice esta tregua.