Grandes movilizaciones se vivieron en Colombia donde los trabajadores y las trabajadoras reivindican la lucha y le apuestan a la paz mientras resisten ante un gobierno de espaldas a la realidad del país.
Por Consuelo Alvarez desde Colombia / Foto: Colombia Informa
En Colombia, la defensa de los derechos laborales es una labor de alto riesgo y esa situación no parece mejorar tras el Acuerdo de Paz firmado en el 2016.
“Los diez peores países para los trabajadores y las trabajadoras en 2018 son Argelia, Bangladesh, Camboya, Colombia, Egipto, Guatemala, Kazajstán, Filipinas, Arabia Saudita y Turquía”, según el informe presentado por la Confederación Sindical Internacional (CSI).
La lucha por una vida digna es la constante de este pueblo combativo que, tras años de una confrontación interna -que se consideraba superadas tras el Acuerdo de Paz firmado en el 2016- hoy enfrenta un gobierno regresivo, encabezado por el gobierno débil de Iván Duque que pareciera obedecer las órdenes del jefe político del Centro Democrático (Alvaro Uribe) y férreo opositor al Acuerdo.
Parecen regresar los tiempos oscuros del terrorismo de Estado, apenas hace unas semanas del asesinato de un ex guerrillero en proceso de reincorporación por manos de un integrante del ejército nacional, las cifras de asesinatos de líderes y lideresas sociales sigue en aumento y los conflictos sociales se agudizan.
Es con este panorama que llegamos al 1 de Mayo, en medio de una crisis que no pareciera tener solución a corto plazo y con cifras para el ejercicio de la labor sindical que cortan el aliento.
Las cifras reveladas por la Escuela Nacional Sindical (ENS) alertan de la gravedad del problema “desde el 1 de enero de 1973 hasta el 30 de noviembre de 2018, se han registrado al menos, 14.805 violaciones a la vida, libertad e integridad cometidas contra sindicalistas.3.180 homicidios, 406 atentados contra la vida, 242 desapariciones forzadas, 7.281 amenazas de muerte y 1.900 desplazamientos forzados. De los sindicalistas quienes han perdido su vida, 2.849 son hombres, 331 son mujeres y 929 son dirigentes sindicales”.
Este país inició la celebración del 1 de Mayo en 1914, fecha en la cual se realizó una gran movilización que incluía artesanos y obreros de distintos oficios.
Para 1920 la movilización se realizó con objetivos concretos: la exigencia de 8 horas de trabajo y 8 horas de descanso.
Tras casi un siglo de lucha, el 2019 trae como una de sus principales consignas la no tercerizacion y la defensa del Acuerdo de Paz como único camino para reivindicar a las víctimas y conocer la verdad.
Esta no es una jornada de lucha más, es una jornada de profunda reflexión sobre cómo avanzar en la unidad y la acción para construir el país que todas y todos necesitamos.