La Minga por la Defensa de la Vida, el Territorio, la Justicia y la Paz, está siendo llevada a cabo por indígenas, campesinos, afrodescendientes y diferentes organizaciones sociales que tienen un pliego de exigencias sobre acuerdos ya pactados y a su vez levantan una voz de protesta contra el Plan Nacional de Desarrollo impuesto por Iván Duque. En esta entrega, un repaso por las acciones principales de las últimas jornadas.
Por Colombia Informa
Uno de los pueblos indígenas que ha acompañado la Minga es el pueblo indígena Nasa, que ha sufrido graves consecuencias del histórico conflicto social, político y armado colombiano. Debido a los desplazamientos desde la guerra de los mil días (1899-1902), la posterior aprobación de la ley 200 del año 1936, y la avalancha del Río Páez de 1994, hay quince mil indígenas Nasa movilizados actualmente; junto a los indígenas de los pueblos Misak, Coconucos, Totoroes, Polindaras, Yanaconas, Embera, Chamí, y Wounaan.
Las principales exigencias de los pueblos indígenas son el reconocimiento del campesino como sujeto de derecho, el cumplimiento de los acuerdos firmados con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC-, respeto por el derecho constitucional a la Consulta Previa en sus territorios, fortalecimiento de las políticas de protección del medio ambiente, cumplimiento de los numerosos acuerdos firmados con el Estado colombiano, la protección a líderes y lideresas sociales, y la inclusión de las comunidades étnicas en el Plan Nacional de Desarrollo ‘Pacto por Colombia, pacto por la equidad’ 2018-2022.
Giovanni Yule, líder indígena, afirma que el Gobierno Nacional ha realizado proyectos sumamente devastadores con las poblaciones indígenas como la Ley 160 de 1994, que arrebata las tierras, las vende a multinacionales, y de esa forma eliminan su función ecológica y ambiental para los pueblos colombianos. Además, expresó Yule, existe un rechazo popular a leyes que aprueben el uso de glifosato y de fracking, junto con aquellas que criminalizan la protesta social.
Popayán se moviliza en apoyo a la Minga
“La Minga está pidiéndole al Gobierno Nacional reconocimiento del campesinado como sujeto de derecho, ¿Ustedes creen que necesitamos quince días de sol y agua para que el Gobierno Nacional reconozca los derechos campesinos? Así toca en Colombia, pero otros gremios solo mandan una carta y todo se hace en un escritorio. Hemos pedido que se reconozca el campesinado”, expresó Omar Cordero, integrante de la Comisión Política de la Minga Campesina Indígena y Popular.
La movilización pretendía culminar con actos culturales en el Parque Caldas de la ciudad de Popayán, pero el ESMAD rodeó a los manifestantes e impidió el paso hacía el lugar. Sin embargo, este ejercicio pedagógico de la ciudadanía aumentó la solidaridad con la Minga indígena, fortaleció el reclamo para que el Presidente Iván Duque vaya al Cauca, y destacó la importancia del diálogo con los pueblos que se movilizan en el suroccidente colombiano.
ESMAD: Escuadrón de Represión y muerte
En el día de ayer, Deiner Ceferino Yunda Camayo, indígena de 20 años de edad perteneciente al resguardo de Jebala, fue asesinado en el municipio de Cajibío, donde se está llevando a cabo la Minga del Suroccidente. El Consejo Regional Indígena del Cauca –CRIC- y diferentes organizaciones sociales denunciaron que la muerte del indígena fue perpetuada por el Ejército Nacional de Colombia, quien disparó contra los manifestantes.
Según el informe preliminar, indígenas y campesinos se encontraban en una caseta a 300 metros de la vía Panamericana, donde fueron atacados con disparos provenientes de un cafetal, lo cual ocasionó la muerte de Deiner Yunda Camayo, dejó a cuatro mingueros heridos y tres fueron retenidos por la fuerza pública.
En el Boletín emitido por la Comisión de Derechos Humanos, se informó que desde la mañana del día 2 de abril se presentaron sobrevuelos de helicópteros y se reportó la llegada de una camioneta con personas de civil y oficiales de Policía Nacional, quienes se ubicaron al lado de integrantes del Escuadrón Móvil Antidisturbios -Esmad-. Posteriormente, se dio el ataque con disparos y regresaron los sobrevuelos al campamento.
Organizaciones indígenas y campesinas expresan que este actuar deshumanizado e irresponsable, propio del terrorismo de Estado, atenta contra la seguridad y la vida de cada persona que se encuentra en el campamento y en zonas aledañas. Los pueblos exigen el cumplimiento de los acuerdos suscritos entre el Estado y las comunidades, así como la presencia del Presidente Iván Duque para el diálogo.