Por Arístides Rondón Velásquez desde Cuba
Las y los cubanos vivimos un momento único en la historia de Cuba: La Revolución Cubana ha convertido en Constituyentistas a millones de cubanos y cubanas.
No crea nadie que se trata de una pantomima, de un alarde de democracia. Es real yo, como todo cubano y cubana, está discutiendo cada uno de los capítulos y artículos del Proyecto de Constitución de la República de Cuba.
Apasionados y apasionadas como somos participamos de la manera mas activa posible. Se trata de cubanos con nivel cultural capaces de entender conceptos elevados porque seguimos el consejo martiano cuyo criterio es: Quiero que la ley primera sea el culto a la dignidad plena de las personas.
La Constitución que emerja de este proceso, que concluirá con un plebiscito, tendrá que ser mejor que todas las anteriores, aunque no sea perfecta, en la de 1940 eran sólo 76 los Delegados/as.
Ahora somos millones que estamos seguros/as de que nuestros criterios serán tomados en cuenta.
Es muy hermoso el Proyecto, que espero ver pronto el año que viene, complementado con las leyes necesarias.
Un artículo, el 68, se ha hecho muy popular y es muy discutido porque este establece que pueden contraer matrimonio personas del mismo sexo, algo que solo se ha aceptado por más de una veintena de países. Yo lo apruebo. Desecho cualquier tipo de discriminación. Sin embargo, parece que muchas y muchos cubanos no. Cuando se haya cuantificado todo el proceso nuestra Asamblea Nacional decidirá y espero que la decisión no sea antipopular.
Cuba tiene una hermosa historia constitucionalista, tanto es así, que cuando Charles de Gaulle, debió trabajar en la Constitución de la V República pidió constituciones de algunos países y entre ellos estaba la cubana de 1940.
Soy feliz al saber que todo un pueblo está analizando con altura el Proyecto. Será una obra lo más perfecta posible y demuestra que Cuba vive en Democracia.