Por Orlando Agüero.
El encuentro entre Sergio Maldonado y Leonardo Santillán, hermanos de Santiago y Darío, el pasado viernes 28 de septiembre en la plaza San Martín de Quilmes, fue un símbolo de constancia en la lucha contra la impunidad. La jornada obedecía a una ronda más de la Comisión Permanente de Homenaje a las Madres de Plaza de Mayo de Quilmes.
El viernes 28 de septiembre, la Ciudad de Quilmes se vio interpelada por las más importantes demandas de Justicia de los últimos tiempos. Estas ya se han configurado, en la agenda nacional, como puntos bisagras de nuestra historia. Este encuentro se sintetiza en la incansable lucha de Las Madres por la aparición con vida de sus hijos e hijas desaparecidas. Leonardo Santillán, en su cruzada por que se realice un juicio y se castigue a los responsables políticos del asesinato de su hermano, y Sergio Maldonado, que lucha en la búsqueda de castigo a los culpables de la desaparición forzada y posterior muerte de su hermano Santiago. Los une un solo reclamo. Se atraviesan como con un hilo invisible, que nos muestra que insistiendo en la lucha se construye un camino que sirve. Lograr condenar a los culpables de estas injusticias.
Kosteki-Santillán y Santiago Maldonado configuran grandes deudas internas de la democracia, y por eso se han convertido en verdaderas causas del pueblo.
Los hermanos se cruzaron en un fuerte abrazo. Las miradas eran profundas. Sentimientos contradictorios y emociones variadas inundaron el aire donde se respiraba. Era que se estaba formando una unión que ya existía, pero necesitaba la formalidad de los cuerpos. Era, sobre todo, para que los sentidos se pusieran en funcionamiento y activaran nuevas ideas. Inmenso el fuego producido por semejante encuentro de hermanos. El contexto, ronda de las Madres, acompañados por una movilización multitudinaria. Un arco interesante de representaciones sindicales, sociales, políticas y culturales, pusieron el marco para hacer fuerte la interpelación a la sociedad quilmeña.
En definitiva, para que se debatan estos temas y aporten de algún modo a la lucha por justicia, es que se realizan este tipo de eventos.
Despertar músculo y conciencia
El escenario era la calle y la plaza. Los testigos ruidosos y silenciosos se reparten entre personas que se movilizaron organizadas y por sus propios medios. Hay quienes, por diferentes motivos, caminan por el lugar. Autos, colectivos, edificios y árboles aparecen como en una escenografía natural y espontánea para recibir y amplificar el grito por justicia que desde ahí se disparaba.
Un gazebo blanco protege el sonido para la música y los micrófonos, de la intermitente llovizna que no desanima ni un poquito a la concurrencia. Formados y llevando con sus manos una bandera de arrastre con la leyenda “Madres de Plaza de Mayo Quilmes”, marcharon y se acomodaron delante de la glorieta de lona improvisada para la ocasión, entre otros y otras, Cristina Cabib presidenta de la citada comisión, Lidia Braceras histórica dirigente sindical de Suteba, Claudio Arévalo Secretario General de ATE Quilmes, Alejandro Quiñonez Secretario General Adjunto de ATE Quilmes, Sergio Maldonado, Andrea Antico y Leonardo Santillán.
Un muestra más que revela que en el seno del pueblo existen dispositivos activos. Es decir, que no está dormido ni el músculo ni la conciencia.
Este encuentro de hermanos simboliza mucho más que un abrazo y un apretón de manos. Representa como va configurando el pueblo, la organización de sus luchas más importantes, su coordinación, su empatía entre sí, su solidaridad, su pertenencia popular y su sentido cultural. Sin dudas también se refleja en el espejo de la integralidad de las luchas. Porque el pueblo va consolidando su identidad día a día, y particularmente en estos casos, por haber sido tan importantes, generan un aporte a la pertenencia identitaria. Es así como se enaltece cada vez más este histórico encuentro.
Sobre el final, Sergio agradeció con emoción la solidaridad y el calor recibido en la jornada quilmeña. Este día ya había comenzado a las diez de la mañana con una charla en la Universidad de Quilmes y finalizó con una radio abierta, ronda y acto de cierre ya a las últimas horas de la tarde.