Por Mauricio Polchi @MauriElbueno
En un contexto de ajuste, y bajo la injerencia del FMI, 50 personas fueron despedidas de la fábrica de zapatillas Gaelle. El gobierno de Macri elevó la tasa del desempleo al 9,6 por ciento, el índice más alto de los últimos 12 años.
Voces trabajadoras
Claudia está embarazada. Sentada sobre una banqueta en la entrada de la fábrica, golpea una lata de membrillo vacía con un palo de bombista. “Yo hace 23 años que laburo acá pero ahora me encuentro en la calle, con mi hijo de seis meses en la panza y sin indemnización”, cuenta la mujer que cada mañana junto a sus compañeros y compañeras se concentra en la puerta de la planta para reclamar por sus puestos laborales.
“Sin actividad” decía el cartel que los dueños colocaron en la puerta de la planta, ubicada en el partido de Avellaneda, el 22 de agosto. Así fueron despedidas esa mañana las últimas 50 personas que aún estaban trabajando. Durante ese mes hubo 6233 nuevos despidos y suspensiones en todo el país, casi el doble de los que se registraron en el mismo período del año anterior.
“Llegamos y estaba cerrado”, recuerda Jorge Villalba, que tiene 11 años de antigüedad en la empresa. “Nosotros ya dimos todos los pasos legales. Fuimos al Sindicato del Calzado (UTICRA), fuimos al Ministerio de Trabajo, y hablamos con todos, porque nosotros pretendemos laburar. El problema es que este tipo viola la ley porque se aprovecha de la situación del país”, explica Villalba.
“Yo entré a los 17, este fue mi único trabajo”, se lamenta Melisa García. “Pase por todo, por todos los gobiernos, las gestiones, y esto es humillante, nos echaron de un día para otro”, agrega.
Carlos Boulaine vive en Monte Grande y tiene 25 años como trabajador de Gaelle. “Hace un cuarto de siglo que estoy acá y de repente me encontré sin laburo y en la calle”, dice angustiado. “Y yo ahora la veo complicada. Nunca me imagine terminar así, protestando en la puerta de mi fábrica. Uno siempre piensa que va a jubilarse. Encima no hay laburo, con este tema del gobierno y el ajuste no le veo una buena salida”.
La empresa Gaelle, propiedad de José Lopes, está ubicada en la calle Brasil 373 de la localidad de Piñeiro, partido de Avellaneda. Inició sus actividades en 1982. “Hace más de 30 años que nació la fábrica Gaelle, una ilusión que busca el perfecto equilibrio entre calidad y precio” puede leerse en el portal de la marca de zapatillas que hasta hace pocos días estaban produciendo para el mercado local.
Desocupación creciente
Según justificaron las autoridades de la empresa el impacto negativo en las ventas y la apertura de las importaciones derivó en esta drástica situación. También el sindicato, Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina, denuncia que se han perdido unos 6000 puestos de trabajo en el sector como consecuencia de la apertura de las importaciones. Pero las cesantías habían comenzado ya en mayo de 2016, cuando desvincularon a cientos de operarios.
En un contexto de ajuste y devaluación, junto a las recetas impuestas por el Fondo Monetario Internacional, FMI, bajo la gestión del presidente Mauricio Macri el desempleo alcanzó un nuevo récord y llegó a 9,6% en el segundo trimestre de 2018. Mientras que en el conurbano bonaerense la cifra actual supera los 12 puntos. En igual período del año 2017 la tasa alcanzaba el 8,7%. El indicador de la desocupación actual es el más alto de los últimos 12 años, que sólo fue superado por el registro correspondiente al primer trimestre del 2007 que era de 9,8%.
Entre las más afectadas por estas políticas de gobierno se encuentran las mujeres con el 10,8 % de desocupación. Si a esto se agrega la creciente precarización laboral, que genera la disminución del trabajo y el empleo mal llamado informal, la cantidad de personas que se hallan en una situación de vulnerabilidad crece a cada instante. Mientras tanto el gobierno ha desaparecido al Ministerio de Trabajo, una paradoja o un signo de estos tiempos de disminución del trabajo y de los derechos laborales, favorecido explícitamente por el gobierno nacional. Como respuesta esta semana, el 24 y 25 de septiembre, frente a estas políticas de ajuste y disminución del empleo se produjeron multitudinarias movilizaciones de protesta en todo el país, y el paro nacional de 36 horas de CTA y de 24 hs. que dictó la CGT, que movimientos sociales y agrupaciones de izquierda acompañaron de medidas activas de visibilización.
Una situación que se repite de manera cotidiana, mientras se incrementan las protestas de las y los trabajadores.