Por Claudia Korol
Este sábado 15 de septiembre se llevará a cabo el Encuentro 2018 de Redes de Educadorxs Populares en Plaza de Mayo. Organización y educación para la liberación.
Caminos de hormigas, es lo que cotidianamente dibujamos las/los/les educadoras populares en lugares alejados de los centros del poder dominante, y donde se imagina, inventa y crea el poder del pueblo. Alfabetización / formación política / pedagogía feminista / comunicación popular / estrategias frente a la criminalización / cuidado de cuerpos y territorios / diálogos de saberes / investigación acción participativa / juegos rebeldes / organización de niñas/os/es en los lugares del olvido / visibilización de los muchos modos de estar en el mundo… y otras tantas experiencias suceden en nuestros encuentros.
Intervenimos en territorios arrasados por las políticas saqueadoras, hambreadoras, represivas, genocidas. Partimos del dolor que nos atraviesa las vidas despojadas. Pero no nos quedamos en el dolor. Lo amasamos con indignación y con esperanza. Indignación frente al mundo que nos cree descartables. Esperanza porque en nuestro hacer cotidiano, sentimos la fuerza que tenemos, la fuerza pebleya, la fuerza de las mujeres, la fuerza de las disidencias frente a la héteronorma, la fuerza de las comunidades originarias, negras, afros, la fuerza de estos colectivos que no nos rendimos, y que ocupamos las calles, las plazas, los barrios, las villas, los campos, y hacemos soberanía alimentaria, defendemos las semillas nativas, recuperamos territorios o los defendemos, ejercemos como mujeres los derechos que nos niegan, parimos si queremos parir, abortamos si lo decidimos, y no esperamos la bendición de los profetas del coloniaje, de la burguesía patriarcal y neoliberal, horriblemente perversa y fundamentalista.
La educación popular que nombramos es rebelde, es pedagogía de las oprimidas/os/es, es pedagogía de las resistencias y de las revoluciones, del caminar preguntando, del yanquisgoujoum -con sus efeemei y sus geveinte-.
La educación popular no es un entretenimiento para quienes supuestamente no saben -porque no accedieron a los santuarios de las educación formal-, sino una herramienta para luchar con los saberes que tenemos, los saberes del pueblo, buscando ejercer todos los derechos -incluso el de entrar al santuario-. La educación popular es una dimensión pedagógica de la lucha de clases, de la lucha antipatriarcal y anticolonial, de las batallas contra las lógicas posmodernas e individualistas del salvarse solas y solos. Es herramienta y arma de quienes leemos y escribimos los borradores de las luchas de todos los pueblos, y conocemos los secretos de las brujas de todos los tiempos.
Caminos de hormiga, muchas veces que no salen de los territorios del olvido, porque cuesta salir, porque el día a día nos atrapa, pero que miran desde su lugar en el mundo al mundo todo.
En la mitad de septiembre, el mes que nos nació a Paulo Freire, que nos hace temblar en Chile, que nos trae en la memoria a los pibes y pibas de la Noche de los Lápices, de los estudiantes de Ayotzinapa, que nos sacude con Julio López, salimos de los pequeños hormigueros e invadimos la Plaza de Mayo.
Las hormigas de distintas corrientes, de diferentes redes, de distintos países del continente, hacemos un hecho histórico. El 15 nos autoconvocamos y nos encontramos en la Plaza de Mayo, para levantar ahí la bandera de la educación como práctica de la libertad, de la pedagogía de los oprimidos y oprimidas, de la indignación y de la esperanza.
Salimos un día del hormiguero, porque no vamos a permitir que nos aplasten a cada uno en su territorio, y queremos decir, en clave de interpelación y de diálogo, que estamos cambiando al mundo en cada espacio en el que actuamos, pero que también nos juntamos para invitar a las organizaciones del pueblo de las que somos parte, y de aquellas que están más distantes, a sellar nuevos momentos de movilización y unidad. Porque no cabe sentarnos a esperar que pase nuestro cadáver, el de los sueños revolucionarios del pueblo, por las puertas de nuestros hormigueros.
El 15 de septiembre nos encontramos en Plaza de Mayo las distintas redes de educación popular… estarán los bachis, el CEAAL, Pañuelos, la Transhumante, movimientos populares como los Darío Santillán, la Poderosa, colectivas del feminismos popular, laburantes de las ceteá… llegan compas del Movimiento Sin Tierra de Brasil, de CONAMURI de Paraguay, de Colombia, Uruguay, Chile, Venezuela… y tantos, y tantas… tantes… que estaría bueno solo juntarnos y abrazarnos. Pero no nos alcanza con eso. Desde las 10 de la mañana nos estaremos presentando, y haciendo memoria. Tendremos las palabras de las hormigas que llegan de territorios lejanos como Guatemala, y nos organizaremos para los talleres de la tarde, que empiezan a las 14 y van hasta las 17. Después asamblea del mega-hormiguero y bailaremos y cantaremos con los sikuris, murgas como Cachengue y Sudor, grupos de música folklórica y con nuestras propias consignas.
Si hacés educación popular, venite. Es bueno encontrarnos y re-conocernos.
Es una oportunidad para reafirmar compromisos y pintar entre todxs el horizonte.
Como también es el día de la independencia en Mesoamérica, gritaremos fuerte Justicia para Berta, para los 43 de Ayotzinapa, para los-las estudiantes masacrados en Honduras, en Nicaragua. Y traspasando fronteras, exigiremos que cesen los crímenes a lxs líderes sociales en Colombia y en todo el continente.
La educación popular, la que crece desde el pie, la que cree y crea poder popular, la que mantiene encendidos los fueguitos de la memoria, tiene su cita este sábado 15, en la Plaza de las Madres, en la Plaza de los pueblos en lucha. Vamos a compartir la alegría de seguir rebeldes, hasta nuestros sueños siempre.
Talleres: