Por Gabriel Casas
El diálogo entre el periodista y el ex entrenador de fútbol, Ángel Cappa, lleva la polémica que se armó por las goleadas de Independiente y River a equipos de menores categorías del ascenso. La situación política actual también salió en medio del ida y vuelta.
La respuesta de Cappa fue sobre fútbol, pero el ex entrenador tampoco se privó de opinar sobre una situación que resultó crítica hacia fines del mes pasado: los “aportes truchos” que se denunciaron como parte del financiamiento de la campaña electoral del partido del presidente Mauricio Macri, Cambiemos. Porque para periodista y entrenador, el fútbol no mira a la política desde afuera sino que, por el contrario, toman partido.
“Hola Ángel, ¿cómo anda todo por Madrid? Imagino que bien.
Te cuento que acá se armó un pequeño revuelo mediático por las victorias abultadas de Independiente y River ante rivales de categorías muy inferiores en la Copa Argentina. El Rojo le hizo ocho goles a Central Ballester y River, siete a Central Norte Salta.
El periodismo deportivo, que tiene que llenar horas de televisión y páginas de diario, lanzó el debate sobre si estaba bien marcar tanta diferencia en la red o si que a partir de cierta cantidad de goles, los equipos grandes debieron sacar el pie del acelerador.
Nunca jugué al fútbol de manera profesional (típico de periodista deportivo como futbolista frustrado), solamente torneos amateurs. Ahí nunca se discutía ese tema. Cuando uno juega al fútbol, quiere hacerlo bien, ganar y cuantos más goles se puede hacer, mejor. Nunca había que “sobrar” o “gastar” al adversario. El respeto pasaba por otro lado. No importaba la cantidad de goles. Ahora, cuando juego en cancha de papi fútbol (sí, todavía sigo jugando cada martes), si cuando se arman los equipos salieron desparejos y me toca estar del lado más flojo, mala suerte. Si nos sacan mucha diferencia de movida e intentan cambiar algunos jugadores de bando, me niego. Hay que saber perder con dignidad. El objetivo de un fútbol entre amigos no debe ser que haya que ganar sí o sí. Es para divertirse. Y si a uno le toca ser goleado, mala suerte.
Lo meritorio de Central Ballester y Central Norte de Salta es que nunca apelaron al juego brusco ante tanta superioridad de sus rivales. Ese mal entendido de golpear para evitar más goles o “hacerse los guapos” para no sufrir un papelón. Apenas tuvieron un amonestado por equipo. Independiente y River nunca apelaron al denominado “gaste”. Sus jugadores no hicieron lujos innecesarios para mostrarse ante la tribuna. Respetaron a sus rivales, los pasaron por encima y los golearon con armas nobles.
Me gustaría saber tu posición y opinión al respecto como ex jugador y ex entrenador. Si alguna vez te pasó a favor o en contra estas goleadas muy abultadas y cómo la manejaron vos y tus compañeros o tus dirigidos durante el transcurso de esos partidos.
El abrazo de siempre,”
Gabriel
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“Hola Gabriel.
Sí, claro que sí. A mí también me pasó en contra y a favor. No hay peor cosa que te perdonen la vida. Quiero decir que cuando vas perdiendo por mucho, el rival afloje. Lo considero una humillación y no lo acepto. Por lo tanto, tampoco cuando me toca a favor. Hay que seguir porque es la forma de respetar al rival.
Naturalmente es mi forma de ver este asunto, y como sabés hay varias opiniones. Una de ellas es que cuando vas haciendo muchos goles, la manera de respetar al rival es parar la mano.
Finalmente creo que éticamente no hay una respuesta válida para todo el mundo en este caso.
Pero me pediste mi opinión y es la que te dije. Así y todo, admito otras maneras de ver el asunto.
En cambio, el tema de los “aportes truchos” es de mayor importancia y ahí sí que no hay alternativas para considerarlo. Se llama corrupción y no debemos permitirlo. Estos casos, la tremenda desigualdad en la que vivimos, la represión, los tarifazos, el hambre de la mayoría y el aprovechamiento de una minoría, son los que dañan y desnaturalizan la democracia.
Y ya sabemos lo que es vivir en dictadura.
Un abrazo”.
Ángel.